30 Day OTP Challenge [KenHina\HinaKen] [En Edición]

Día 13 ♥Eating ice-cream♥

Como toda pareja normal –y decente–, Kenma y Shouyo caminaban en paz por la calle. En esta ocasión, por las calles de Tokio. Tomados de la mano, hablando de cosas al azar. Lo usual.
Luego estaba la otra pareja, peleando por quién llevaría la posición de top.
Adivinen cuál era.
—Yo soy más alto que tú.— Argumentó Tsukishima.
—Yo soy mayor que tu.— Contraatacó Kuroo.
—¿Eso qué tiene que ver? ¿Nunca viste Junjou Romantica?
Preguntó Hitoka interfiriendo, por suerte, el absurdo dilema de la pareja «egoísta».
—Yacchan, ¿Viste Junjou?— Dijo Kiyoko tapando su sonrisa con la mano.— ¿No es demasiado explícito para tu edad?
—Tu no sabes todo lo que yo leo...— La miró con una expresión sería.— El manga, eso es explícito.
—¿Qué dicen?— Preguntó Kageyama confundido como era habitual.
—Yaoi.— Respondió Yamaguchi con una sonrisa temerosa.— Una categoría del anime, o algo así.
—Chicas...no vean cosas tan explícitas, vean Love Stage, es mejor...—Regañó Sugawara, refiriéndose claramente al anime.
—Sugawara-san, ¿Vio esos yaoi?— Preguntó Hinata.
—Claro que sí.— Le guiñó el ojo.
—Suga es el activo...— Pensó Daichi es voz alta.
—Pero no deja de ser uke.— Replicó Shimizu.
—Nice.— Yachi alzó su pulgar en modo de aprobación.
—¡Woah! Mira esa heladería Kenma, ¡Parece un palacio!— Dijo moviendo su mano de manera infantil señalando dicho lugar.
—Sí, lo veo, lo cruzó todos los días.— No parecía prestarle mucha atención al tema .— ¿Quieres un helado?
—¡Síiii!
El resto del grupo aceptó sin rechistar, el helado siempre es necesario en el día a día de todo adolescente.

🏐

—Shouyo...no lo comas tan ra-...
No pudo finalizar la frase, puesto que el pelirrojo ya estaba gritando a causa del congelamiento cerebral que se había generado por comer como desahuciado.
—Qué idiota...—Susurró Kageyama negando con la cabeza.
—Kageyama...no seas tan duro...— Regañó Tadashi con tanta dulzura que hizo que su chico se ahogue con el helado.
—Yamaguchi, si te sigues comportando así de encantador vas a provocarle un derrame nasal.—Comentó Kuroo sonriendo de lado.
—¡Oh, Yo no quiero eso!— Dramatizó el menor.
Kageyama volvió a toser y, con las manos metidas sospechosamente en los bolsillos, se dirigió al baño.
—¡Kageyama! ¡Espérame!— Yams salió por atrás de él.
—Ahí se va mi último hijo virgen...— Dijeron Sugawara y Daichi al unísono con algo de melancolía.
—¿Eh? ¿Kageyama no es virgen?— Hitoka ladeó la cabeza.— ¿Con quién la perdió?
—Oikawa.— Susurró Hinata recordando el día que el Gran Rey se llevó a su novio a –que en ese momento solo era su amigo– vaya-a-saber-Dios-dónde y jamás volvió.
Mejor dicho sí, pero con la cara igual que un bastón de navidad, pálida y roja. Además de que temblaba demasiado, y no podía caminar. Fue un gran problema.
—Tooru Oikawa...—Murmuró Kenma con el ceño fruncido.
Todos retomaron algo incómodos su trabajo, el de comer.
Kenma llevó la cuchara al helado del otro, intentando sacar un poco, aunque de la manera que lo estaba devorando este, parecía prácticamente imposible.
—¿Quieres, Kenma?— Preguntó con picardía.— Toma.— Frunció los labios imitando una duck face.
Kenma besó dulcemente sus labios.
—Se lo tomaron muy literal.— Se quejó Tsukishima, como siempre.
—Suga, Yacchan, bajen la ca–ah... ¿Saben qué? Da igual, nunca me escuchan.
—Sawamura, ¿Estás en sus días?
—Cállate Tetsuro.