-¡Qué estás bien buena!- me gritó el ebrio después de tomar un trago de la botella, haciendo que Samuel estuviera aún más molesto. Caminó hacia el hombre, y le dio un golpe en el rostro, haciendo que este cayera al suelo. Samuel se hincó sobre el hombre, y lo siguió golpeando estaba demasiado molesto.
-¡Samuel! ¡basta!- le grité preocupada. EL hombre que estaba debajo de Samuel, le respondió un golpe, haciendo que Samuel cayera al suelo. Ambos se golpeaban, y sangre comenzaba a brotar de la cara de ambos. -¡Samuel!- dije tomándolo de los hombros, intentando separarlos, cosa que fue inútil. En un movimiento, Samuel volvía a estar sobre aquel hombre ebrio, y lo seguía golpeando y el hombre golpeaba a Samuel. Se seguían golpeando, cuando una sirena de alguna patrulla se escuchó cerca, y las luces de esta se reflejaban en las paredes. El hombre ebrio lanzó a Samuel, y lo quitó de encima, y comenzó a correr, no sin antes tomar la botella de vodka.
-¡Llámame nena!- me gritó mientras corría, con la cara aún con más sangre que la de Samuel. Yo lo ignoré, y corrí hacia Samuel.
-¿Estás bien?- le pregunté hincándome junto a él, el solo asintió.- Estás... sangrando.- dije pasando mi dedo por su labio, para la sangre que brotaba de el. –Lo hubieras ignorado.
-No iba a dejar que te hablara así.- dijo sonriendo, tomando mi mano entre las suyas, yo solo le devolví la sonrisa.
-Gracias.- dije en un hilo de voz.
-No hay de que, linda.- dijo sonriendo, besando mi mano.
-Vamos al hotel, tengo que limpiar toda esa sangre.- dije mirando su ceja, y volviendo a pasar mi dedo por su labio. Samuel solo sonrió, y se puso de pie. Me ayudó, y caminamos hacia el auto. Samuel abrió la puerta del copiloto, y subí, rodeó el auto, y subió en el lado del piloto. Arrancó en auto, y en poco tiempo volvimos al hotel. Estacionó el auto, y bajamos, antes de entrar Samuel limpió rápidamente su labio, que aún sangraba. Entramos, y Samuel bajó la mirada, y caminó rápido hacia el ascensor, yo solo saludé a los empleados que nos decían buenas noches, y alcancé a Samuel en el ascensor. Las puertas se cerraron, y alzó la vista, y sonrió. Le sangraba el labio, y la ceja, y tenía un poco morado alrededor del ojo. Le devolví la sonrisa, y la puertas del ascensor se abrieron. Caminamos hacia la puerta de la habitación, y Samuel sacó la tarjeta, y la abrió. Entramos, y él caminó hacia la pequeña sala.
-Iré por el botiquín.- dije caminando hacia el baño. El hotel incluía el botiquín de primeros auxilios. Volví con el botiquín, y Samuel se estaba quitando la chaqueta, y se sentó en el sofá. Me senté junto a el, y abrí el botiquín. Limpié la sangre, y después desinfecté las heridas. Samuel se alejaba un poco de vez en cuando, y gemía, ya que le dolía. Terminé de limpiar las heridas, y llevé el botiquín de nuevo al baño. Volví, y Samuel estaba sentado sobre la cama, viendo algo en su teléfono. Me senté junto a él, y me hizo una mueca.
-Mañana tengo que irme temprano, cerrarán el trato de la empresa.- dijo haciendo una mueca de desagrado.
-¿Y qué dirás por todos los golpes?- dije poniendo mi mano en su mejilla, para pasar mi dedo por alrededor de su ojo, Samuel retrocedió, aún le dolía.
-Diré que... choqué con una puerta.- dijo alzando los hombros. Yo solo sonreí y negué con la cabeza.
-No creo que te crean.- dije sonriendo.- Al menos que digas que chocaste 4 veces contra la misma puerta.- Samuel solo sonrió, y me dio un codazo ligero.
-Vamos a dormir.- dijo poniéndose de pie. –Tengo sueño.- dijo haciendo voz de niño pequeño, haciéndome reír. –Anda.- dijo poniéndose de pie, para ir hacia la cama. Me tiró sobre esta, y suspiro. Dio una palmadita sobre esta, para que me recostara junto a él. Caminé hacia la cama, y me recosté junto a el, mirando el techo. Pasó un brazo por mis hombros, y me apegó hacia el. –Te amo.- me dijo Samuel en un susurro, para después besar mi mejilla.
-Yo a ti.- dije girándome, para besar ligeramente sus labios. Samuel sonrió, y me apegó más a su pecho. Estuvimos así varios minutos, hasta que Samuel se quedó dormido, igual que yo.
Desperté en la mañana, abrazada a Samuel. Ni siquiera me había cambiado de ropa por la pijama, seguía igual que anoche. Samuel seguía dormido. Lo miré varios minutos dormir, seguiría dormido mucho tiempo, así que me di una ducha, y me cambié por unos jeans y una blusa holgada. Me senté en la cama, y revisé mi celular. Tenía mensajes nuevos de mis amigas y amigos, preguntándome que me había pasado. Respondí a todos los mensajes que pude con un simple "Gracias por haberte preocupado, te cuento luego". En realidad, no lo haría, la mayoría estarían por graduarse, y algunos apenas graduados.
-¿Qué haces?- preguntó Samuel con voz ronca, sentándose en la cama, sonriendo.
-Veo, que ha sucedido en este tiempo.- dije agitando el teléfono, mientras Samuel gateaba hacia dónde yo estaba.
-Que más da.- dijo quitándome el teléfono, para lanzarlo sobre la cama.
-Hey, yo no te quito a ti tu teléfono.- dije entrecerrando los ojos. El solo sonrió, y besó mi frente.
-¿Crees que debamos ir por Jake ya?- me preguntó Samuel poniéndose de pie.
-Sí, vamos.- dije poniéndome de pie. Samuel se dio una ducha rápida, y se cambió, para que fuéramos por Jake. Salimos del hotel, y nos dirigimos hacia dónde Andy. Llegamos, y llamé a la puerta, y segundos después, Andy la abrió.
-Hola, ___, Samuel.- dijo sonriendo.- Jake está en mi habitación, pasen.- dijo haciéndose a un lado. –Samuel... ¿qué te pasó?- le preguntó viendo su ceja y su labio, que ahora hacía cicatriz.
-Me... golpeé.- dijo haciendo una mueca.
-¿Con qué?- preguntó Andy riendo, pero esperando una respuesta.
-Con... una puerta.- dijo Samuel mirándome. Andy solo alzó una ceja, sin creerle. Estaba por preguntarle algo más, pero lo interrumpió Jake, que bajaba corriendo las escaleras.
-¡Papi! ¡Mami!- gritó Jake, corriendo hacia Samuel, este lo cargó y le dio vueltas en el aire. –Los extrañe.- dijo abrazando a Samuel
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Perdón por la tardanza chicas... no me dejaba publicar D:
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¡Vendida! - Samuel De Luque
FanfictionProtagonista: Samuel De Luque Ella. Comprada en una subasta. Él. Aquel comprador de la chica en aquella subasta. La vida de ambos cambiará, ya sea para bien o para mal. COMPLETA ------------- Número 1 en historias de Samuel De Luque.