Capitulo 23

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-Sí.- dije sonriendo, Samuel se volvió a sentar en la camilla.

-Bien.. ¿va a ser Samuel, verdad?- preguntó Samuel moviendo sus cejas, haciéndome reír.

-No,.- dije sin dejar de reír.- Va a ser Jake.

-¿Por qué?- pregunto haciendo un puchero.-

-Yo soy quién cargó con el 9 meses.- dije alzando una ceja. Samuel suspiró, y tardó en contestar.

-Esta bien, será Jake.- dijo rindiéndose por fin, yo solo sonreí.

El doctor entró, seguido de la enfermera, que tenía al bebé en brazos.

-Tomamos todos los datos necesarios del bebé.- dijo sonriendo. - Jessica, entrégale su bebé. - dijo refiriéndose a la enfermera. - Me entregó a Jake, y se retiró.

-Doctor- llamó Samuel.- ¿Cuánto tiempo estará ____ aquí?

-Si sigue así de bien como ahora, mañana, pero es recomendable que este aquí dos días.- dijo sonriendo.- Mañana le informamos, si se la pueden dar de alta mañana.

-Bien, estarás aquí dos días.- dijo Samuel sentándose en uno de los sofás de la pequeña habitación.

-Espero que solo uno.- dije mirando a Jake. Estaba dormido.- ¿te quedarás?- le pregunté a Samuel.

-Sí.- dijo sonriendo. -¿Puedo?- dijo refiriéndose a Jake, yo solo asentí. Lo tomó en brazos, y se sentó de nuevo en el sofá. -Creo que, es mejor que descanses ____.- dijo Samuel sonriendo. -¿Quieres.. darle de comer?- pregunto haciendo una mueca, y luego rió, yo solo asentí. Me entregó a Jake y abrió ligeramente la puerta. -Esperaré aquí afuera.- dijo cerrando la puerta detrás de el.

-Ya.- dije después de haber amamantado a Jake, la puerta se abrió, y Samuel entró. Jake se quedó dormido. -¿Lo puedes recostar en su cuna?- le pregunté a Samuel acercándole a Jake. El solo se puso de pie, y lo tomó con cuidado, y lo recostó en la pequeña cuna.

-Apagaré la luz, para que puedas dormir.- apagó la luz, y se recostó en el sofá, golpeando un cojín, para apoyar su cabeza en el.- Descansa ___.-

-Igual.- dije en un susurro, antes de dormir.
Jake se despertó varias veces durante la madrugada, Samuel se levantaba, y me lo entregaba, o a veces, lo dormía el mismo. Al día siguiente, Samuel se fue temprano, a darse una ducha, tardó más de lo esperado, y cuando volvió, volvió con muchos globos de helio, y un peluche.

-Soy en único que puede venir a felicitarte, y traerte algo, así que, felicidades.- dijo sonriendo, y acercando el peluche.

-Gracias.- dije abrazándolo. Nos separamos un poco, y Samuel sonrió, tome su rostro entre ambas manos, y lo besé.

¡Vendida! - Samuel De LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora