CAPÍTULO 7.
En la Preparatoria Konohagakure hay un triángulo amoroso muy famoso, dicho triangulo está conformado por nada más y nada menos que por Sasuke, Sakura y Naruto. Naruto está enamorado de Sakura, Sakura de Sasuke y Sasuke de...Bueno, esa información todavía es desconocida, no se le conoce ningún interés romántico. Sinceramente, creo que es gay.
Mientras camino agachada entre los arbusto, varias ramas se adhieren a mi cabello y arañan mi rostro, pero en ningún momento dejo de ver a Sakura, que está intercambiando palabras con una chica pelirroja con traje de porrista. Eso me hace darme cuenta que el nuevo uniforme de las mismas diseñado por la directora Tsunade, es horroroso, el de antes estaba mejor. Gracias a Dios me salí.
El punto es que el periódico me ha contado que hay rumores que el día de hoy Sakura se reunirá con una chica de segundo año, detrás del colegio, después de que todos los estudiantes se hayan ido, para comprarle una poción de amor. Me pagarán una jugosa cantidad de dinero si consigo un par de fotos de la escena. Por ahora, la parte de que se iba a reunir con una chica es cierta, pero falta ver si lo de la poción es cierto.
Me detengo y saco mi cámara del morral. La pelirroja saca un frasco de su bolso y se lo tiende a Sakura, y su vez ésta le tiende unos billetes. Mi cámara no se pierde ningún detalle. Cada movimiento de ésas chicas está siendo fotografiado.
La chica se va, sonriendo de punta a punta. Sakura mira fijamente el frasco hasta que decide irse, guardando el mismo en el bolsillo de su falda.
De igual manera, espero unos minutos por precaución hasta que finalmente salgo de mi escondiste, sintiendo una molestia en las piernas por estar tanto tiempo agachada.
Reviso las fotos que tomé. No puedo creer que Sakura haya creído tal ridiculez, las pociones de amor no existen pero bueno, supongo que cuando estás tan desesperada, es normal.
Me encojo de hombros, apagando la cámara y guardándolo. Allá ella, probablemente se dé cuenta ella misma cuando note que Sasuke sigue siendo el mismo de siempre y todos estén burlándose.
(...)
— ¡Por Dios! ¿Qué les cuesta abrazarse y mirarse con mucho amor? ¡Me harán perder quinientos dólares si no lo hacen!—Chillo, convirtiendo mis manos en puños. No me importa que los estudiantes que están practicando natación me escuchen.
Sasuke voltea a verme con una mirada fulminante mientras que Naruto me mira avergonzado.
—Voy a ahogarte en la piscina si vuelves a repetirlo. —Sasuke señala con un dedo la piscina, para luego alejarse a hablar con el profesor.
Le saco la lengua infantilmente a pesar de que no puede verme, para luego dirigir mi mirada a Naruto. Normalmente no le pediría a ninguno de los dos que me dejaran tomarles fotos pero este es un caso especial.
—Por favor, Naruto—ruego, haciendo un puchero.
—Aimi-chan, tú sabes que siempre acepto dejar que me tomes fotos pero esta vez es una locura—dice en un suspiro.
—P-pero...—Me cruzo de brazos, desilusionada. Adiós a mis quinientos dólares—. No es mi culpa que la chica que pidió la foto sea fan del Yaoi...
Naruto se rasca la parte de atrás de su cabeza, evitando mirarme.
—Lo siento, en serio.
—Está bien, ya no importa. —Antes de irme, saco mi cuaderno del morral, arranco una hoja y escribo rápidamente algo en ella. Hago la hoja una bolita y se la lanzo a Sasuke en la cabeza, quien voltea a verme algo sorprendido. Éste recoge la bolita y la abre, segundo después me lanza una mirada que promete acabar conmigo.
Le sonrío y doy media vuelta para irme.
(...)
Un largo bostezo se escapa de entre mis labios mientras me estiro en mi asiento. Observo mi alrededor. Estoy completamente sola en el salón, parece que me quedé dormida mucho tiempo y nadie se tomó la molestia de despertarme cuando terminaron las clases.
—Y dicen ser mis amigos—mascullo, levantándome. Si pierdo el autobús y tengo que caminar hasta mi casa, los mataría a cada uno de ellos.
Salgo del salón y me asomo en la ventana más cercana. Me estremezco al ver que ya ha atardecido. Ajusto mi bolso en el hombro y comienzo a caminar rápidamente, sintiendo un revoltijo en mi estómago. La última vez que me fui del colegio a la parada del autobús cuando ya había atardecido, casi era violada, secuestrada, mutilada o cualquier cosa que pensara hacerme aquel vejestorio que no dejaba de seguirme con su auto, pero gracias a Dios, mi papá apareció porque estaba preocupado debido a que aún no llegaba a casa y el vejestorio huyó al verlo, después de todo, con sólo ver a mi papá te puedes orinar del miedo.
Hablo en serio.
Salgo de la Preparatoria, encontrándome en la entrada a Itachi, que está hablando con los vigilantes. Mi corazón se acelera con sólo verlo pero también recuerdo lo que sucedió hace unos días, cuando me pidió que obedeciera a su maleducado padre.
Como presintiéndome, voltea a ver hacia donde estoy. Sonríe levemente. Frunzo el ceño y sigo caminando, ignorándolo. Lo escucho suspirar cuando paso a su lado. Luego, lo siento caminar detrás de mí. Convierto mis manos en puños y lo encaro.
— ¿Qué demonios quieres?
Mete las manos en los bolsillos de sus pantalones.
—Hablar contigo.
Me giro y vuelvo a retomar mi camino. Quiere hablar conmigo cuando duró meses sin hacerlo.
— ¡Lástima! ¡Yo no quiero hacerlo!
El viento sopla, ondeando mi cabello y mi falda. Me estremezco de pies a cabezas al sentir el viento frio golpear a mis brazos y piernas desnudas. Si tan sólo hubiera traído mi chaqueta o tuviera auto, no estaría pasando por esto.
—Toma. —Se quita su chaqueta y me la tiende. La miro fijamente hasta que la acepto, sólo porque mi mamá me enseñó buenos modales, no porque su chaqueta huele muy bien y es calentita.
—Gracias—murmuro, aspirando el olor a hombre de la chaqueta. Mi enojo se desvanece un poco por ello.
—Aimi...
Me muerdo los labios y le interrumpo.
— No me gustó que me pidieras obedecer al vejes... A tu padre, ¿por qué lo hiciste?
Se queda en silencio unos minutos hasta que responde.
—Ya te lo dije, si te hubieras quedado, hubiera sido aún más grosero e hiriente. Hablar con mi padre cuando está molesto no es la mejor de las opciones, y lo sabes.
Bajo la mirada, recordando el pasado.
—Sí, bueno, si lo pones de esa manera...—Suspiro y lo miro—. ¿Qué te dijo exactamente cuándo me fui?
Hace una mueca y niega.
—Es mejor que no lo sepas.
He estado desaparecido durante un tiempo debido a dos razones:
1) Me da flojera escribir porque mi teclado no sirve.
2) Llevo varios días sin internet en el PC.
Ahorita estoy actualizando desde mi celular (gastando megas cuando soy pobre y debo ahorrar we).
En fin, sin más nada que decir, espero les haya gustado el capítulo.
¡Hasta el próximo!
Interrogante de hoy: ¿Qué creen que le dijo Aimi a Sasuke en la bolita de papel?