Capítulo 11.

2K 313 109
                                    

CAPÍTULO 11.

—Esto es extraño—comenté, después de analizar profundamente la escena de Sasuke y yo sentados en un parque comiendo helado y fingiendo que nos llevamos bien. Después de salir de la preparatoria acabamos aquí, en un parque que se encontraba cerca, pero no entiendo cómo y por qué.

—Tú eres extraña—contestó él, sin mirarme. Su vista estaba fija en la pantalla de su iPhone. Revisaba su Facebook, al parecer.

Levanté ambas cejas ante su observación.

—Eso ya lo sé, idiota—suspiré, acomodándome en una posición muy poco femenina que atrajo un miradas negativas por parte de varias ancianitas que se encontraban en el lugar—. Por cierto, ¿y tu hermano? Hace varios días que no sé de él—murmuro, recordando que la última vez que hablamos fue cuando él estaba estúpidamente celoso de Sasuke.

Sasuke se encogió de hombros. No le extraña que pregunte por su hermano.

—No lo sé. Con su novia, tal vez.

La cuchara llena con mi delicioso helado de chocolate queda paralizada en el aire, a centímetros de mi boca abierta. Creo que escuché mal, sí, seguro eso debe ser porque Itachi no puede tener novia.

— Creo que escuché mal, ¿dijiste su novia?—le pregunto, apretando los dientes mientras devuelvo la cuchara al vaso. Ruego por escuchar una respuesta negativa mientras mi corazón se aprieta a un punto que duele— ¿Itachi... tiene novia?

—Sí, eso dije. —Y por fin, deja su teléfono aún lado para mirarme, alzando una ceja al ver mi expresión. Sé que él no conoce la relación que mantengo con su hermano y su curiosidad a mi reacción lo demuestra, así que sé que no miente—. ¿Te pasa algo?

—No, nada. Sólo estoy... sorprendida. Ya sabes...—me rio nerviosamente. No me afecta que Itachi tenga novia, me digo. Pero inmediatamente sé que me miento al decirme eso — ¿Y quién es ella? ¿Cuánto tiempo tienen?

Él frunce el ceño.

—Se llama Konan, creo. Estudian juntos, de ahí se conocieron. Tienen solo un par de días —Me mira sospechosamente, y ya sé que me descubrió, pero no lo dice. Se mantiene callado y se lo agradezco porque no me encuentro bien. Nunca antes nadie me había afectado como Itachi lo está haciendo ahora—. Estás más rara de lo normal.

—No pasa nada—repito, moviendo mi cuchara de un lado a otra dentro del helado ya derretido. Y de repente, tengo ganas de llorar porque duele pensar que el chico que me ha gustado desde secundaria tiene novia, y no soy yo. Puedo contener las lágrimas porque mi orgullo es más fuerte.

Pero al fin comprendo a qué se refería Shisui.

Cuando volví a casa, mamá me estaba esperando cruzada de brazos y con una expresión de enfado total, pero en cuanto me vio, notó que algo iba mal inmediatamente y que no tenía anda que ver con mi expulsión. Instinto de madre, supongo. Solo me dio un sermón sobre mi comportamiento inmoral y me prohibió las salidas.

No me preguntó qué pasaba y se lo agradecí interiormente.

En cuanto mi cabeza se encontró con mi almohada, pero sí me encontré mirando el techo fijamente, preguntándome que iba a hacer. Y mientras más pensaba en Itachi con una novia, más me enfadaba, ¿por qué no me lo dijo? ¿Por qué se acostó conmigo estando con otra?

—Es un imbécil—concluyo, golpeando mi almohada, imaginando su rostro en ella. Me detengo cuando mi iPhone suena, avisándome de un nuevo mensaje. Me odio porque corro a tomarlo pensando que es Itachi, pero me encuentro con el nombre de su hermano.

¡Hey, acosadora!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora