Vampire Romance [Drarry Fanfic]

14 • Unidos Somos más Fuertes.

Al caer la noche sobre el reino, el instructor Zane Blatter llevó a los seis estudiantes de Hogwarts al pie de la montaña, en donde había preparado un campamento exclusivo para ellos, con dos tiendas de campañas; una para las niñas y otra para los niños, una cálida fogata y una gran mesa llena de toda clase de comida y alimentos, muy similar a las cenas que acostumbraban a tener en el Gran Comedor.

Luego de comer todo lo que se les apetecía, el instructor desapareció sin dejar rastro. Sin saber bien que hacer y ya algo somnolientos, todos se retiraron a las tiendas para dormir.

Ron Weasley fue el primero en dormirse, Justin se quedó intercambiando algunas palabras con Harry hasta que su silencio indicó que se había quedado dormido, Harry también lo hubiera hecho si no fuese porque Draco estaba muy asustado por la oscuridad como para conciliar el sueño, por lo que el pelinegro tuvo la excelente idea de juntar sus dos sacos de dormir y así ambos estar más cerca.

La idea le fascinó a Draco y solo así, en cuestión de minutos pudo cerrar los ojos, sin mencionar que una vez dormido, el rubio cruzó sus brazos por encima de Harry y lo abrazó como si se tratase de un oso de felpa, para entonces el pelinegro estaba sumergido en un profundo sueño como para protestar por su espacio personal.

* * *

Era muy temprano, tanto que el sol no daba señales de querer asomar por el horizonte, una carta parlante se hizo lugar entre las tiendas de campaña y ante el alarmante sonido todos despertaron de golpe.

«¡Estudiantes de Hogwarts, ya es hora de su entrenamiento!».

—¡Pero si todavía no ha salido el sol! —se quejaron Draco y Ron mientras los demás solo se vestían con un traje especial que se les había otorgado, similares a los que se utilizaban en los equipos de Quidditch.

Una vez que estuvieron listos salieron trotando por la oscura noche hacia donde se encontraba Zane. El mayor los esperaba sobre un alto y ancho muro de piedra repleto de objetos incrustados por doquier.

—¿Por qué tengo que seguir haciendo todos estos entrenamientos si ya gané mi poder interior? —volvió a quejarse Draco Malfoy, al parecer el madrugar no le sentaba para nada bien, sus mejillas estaban rojas y su cabello nunca antes se había visto tan alborotado.

Sin darse cuenta una sonrisa se había formado en el rostro del pelinegro al verlo en ese aspecto tan tierno.

—Todos tiene que hacerlo para mejorar sus habilidades si en verdad quieren derrotar a los vampiros. Este entrenamiento no es muy complicado, estoy a seis metros de altura y ustedes tendrán que llegar hasta aquí. El primero en hacerlo será el ganador o ganadora, y no se preocupen que yo no dejaré que se lastimen... ¿Están listos? ¡Ahora!