Capítulo 2.

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Para cuando salimos al lugar, las luces de colores iluminaban apenas la pista de baile y a los jóvenes que estaban allí mismo. Todos se encontraban bailando como si sus vidas dependiesen de ello, al ritmo de la música que sonaba a todo volumen desde que Lynn y yo hemos terminado de cantar, que fácilmente podría hacer reventar mis tímpanos ahora mismo de no ser porque me he acostumbrado totalmente a toda la locura del lugar.

Rápidamente reconocí la canción "I'm An Albatraoz" de AronChupa, la cual la tengo hasta en la sopa que mamá cocina. Terminaré odiando ésa canción, así como odio la sopa. O sea, existen millones de canciones de electrónica que son muy buenas (aunque no digo que esta no sea buena) y muy movidas, ¿y siempre ponen las mismas de siempre?

—¡Eres tan mala onda, Audrey! —dijo mi prima, alzando la voz debido a la música a todo volumen—.

Íbamos empujando a todos los jóvenes que bailaban y saltaban como locos. Uno casi me pega un codazo en el ojo. Lo fulminé con la mirada, pero él ni se inmutó y ni se dio cuenta tampoco.

—No es que sea mala onda —dije, alzando mi voz—. Simplemente no fue tan emocionante como creí que lo sería.

Una chica le pegó sin querer a Lynn en la nariz, y ni se molestó en disculparse.

—Menuda perra —vi que Lynn murmuraba con sus labios hacia aquella chica. No pude escuchar debido a la música a todo volumen—. ¡Para ti nada es emocionante, Audrey! —dijo, volviéndose hacia a mí—.

Me encogí de hombros. Era la verdad. Casi nada era emocionante para mí.

Excepto el libro que estoy leyendo ahora, llamado Eternidad. Me he interesado mucho en la trama, y apenas voy por la mitad de los capítulos.

Cuando logramos salir de aquel mundo de gente que lo único que hacían era bailar, perrear y pegarse entre ellos al ritmo de la música, nos dirigimos hasta la mesa en donde se encuentran mis padres y mis tíos. Un coche para dos bebés estaba al lado de mi tía, en donde se encontraban los hermanitos de Lynn durmiendo plácidamente, como si no supieran de nada de lo que está pasando a su alrededor.

—Bájale a la emoción, Audrey —dijo mi papá, alzando su voz, quien se encontraba al lado de mamá, abrazándola por sus hombros, como siempre—.

Ruedo mis ojos, y me siento al lado de mamá, en una silla que estaba vacía.

—No fue tan emocionante como creí —dije—.

—Repito —dijo Lynn, quien prosiguió a sentarse al lado de mi tía—. Para ti nada es emocionante, Audrey.

Me encogí de hombros, y mis padres y tíos comenzaron a felicitarnos a las dos sobre lo bien que cantamos en el escenario, y lugo se dispusieron a hablar entre ellos. Sentí que mamá había puesto su mano en mi hombro, y que le daba un suave apretoncito. Volteé a verla, y me sonrió. Le sonreí yo igual, y fijé mi vista en la pista de baile, apoyando mi barbilla en mis brazos, que a su vez estos descansaban en la pequeña mesa de cristal enfrente de mí.

No entiendo. ¿Qué le ven de divertido a éste tipo de "fiestas"? ¿Qué le ven de divertido a emborracharse y drogarse a tal punto de no recordar absolutamente nada de lo que hicieron anteriormente? ¿Qué le ven de divertido en ir a los baños y tener sexo desenfrenado con personas que nunca han visto en sus vidas, y que probablemente no volverán a verlas jamás? ¿Qué le ven de divertido (esto va para las mujeres) en perder el tiempo arreglarse como nunca lo han hecho en sus vidas para una mísera noche, y luego volver a sus casas hechas unas brujas, con sus zapatos en mano, sudando, totalmente ebrias, drogadas, y quien sabe si embarazadas también?

Me estremecí al recordar la palabra embarazo. Me hace acordar al pequeño susto que me he dado hace una semana atrás. Ya ha pasado un mes desde que tuve mi primera vez con mi propio hermano, al cual no veo (hasta ésta noche) y no sé nada de su vida desde que mis padres se han enterado de lo que hemos hecho a sus espaldas.

Complicada. «Muda 3»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora