Capítulo 5.

75 8 6
                                    

Pasaron ya cinco días desde que me ha agarrado la supuesta convulsión que tan preocupados dejó a mis padres, a mi tía y a mi prima. Juro que no me acuerdo de nada de eso. Lo único que vagamente me acuerdo de eso es que mis padres, mi tía y mi prima gritaban como locos, en un momento en el cual yo estaba entre consciente e inconsciente. Recuerdo también que parpadeaba muy lentamente, que veía bultos irregulares por todos lados en lugar de personas y objetos, y movía los dedos de mis manos frenéticamente, como si tuvieran vida propia. Todo mi cuerpo estaba en un estado total de reposo, como si estuviera hecha de plomo.

Hace tan sólo unas dos horas atrás me han dado el alta, puesto a que me tuve que quedar unos días más internada hasta que los resultados de los estudios estén listos. Me hicieron un electroencefalograma(+info) al día siguiente de cuando he despertado en el Hospital, y éste mismo reveló que no tenía nada. Después, al día siguiente del electroencefalograma, me hicieron una polisomnografía(+info) (estudio del sueño), que también reveló que no tenía absolutamente nada en mi cabecita. Lo cual, eso fue algo muy bueno, puesto a que si salía algo, lo más probable era que dé que tengo algo parecido a un principio de epilepsia, y ya demasiado tengo que estar lidiando con mi diabetes como para tener que soportar otra enfermedad en mi cuerpo.

Antes de que me hagan el último estudio, tuve que estar sin dormir toda la noche luego de que me hagan el primer estudio, puesto a que tengo que estar profundamente dormida mientras revisan lo que pasa por mi cabeza en el momento en el cual estoy "soñando". Mis padres estuvieron acompañándome en mi habitación para vigilar que no me duerma en ningún momento. Me gané un montón de pellizcos en mi brazo por parte de ambos ante cualquier cabeceo que daba mi cabeza involuntariamente debido a que mis ojos se cerraban solos, como si mis párpados pesaran ochenta kilos.

Los resultados de los dos estudios estuvieron listos recién ayer a la noche, y ambos decían que no tenía nada en la cabeza, así que ahí llegamos a la conclusión de que la causa de mi supuesta convulsión fue debido a la hipoglucemia. Recuerdo que cuando estuve en el baño, sentía como si estuviese descomponiéndome de a poco. Reconocí rápidamente los síntomas de la bajada de azúcar, puesto a que no es la primera vez que me pasa algo así. A los ocho años me había pasado lo mismo, pero después nunca más, hasta ahora. Pero no sabía que me podía agarrar una convulsión gracias a una hipoglucemia.

Ahora sí, será el momento de cuidarme más y más.

Eran las cuatro y media de la tarde, y mi tía me recomendó hacer reposo por cuarenta y ocho horas por cualquier cosa. Así que ahora mismo estoy tirada en mi cama, con mi laptop a un lado, mi celular en mano, auriculares y elementos para combatir mi diabetes en la mesita de luz a mi derecha, y un libro llamado "Tinieblas" y una bolsa de patatas fritas Sin T.A.C.C.(+info) en mi regazo. A pesar de que pueda comer patatas fritas normales, siempre me gustaron más los productos que no tienen T.A.C.C.. No hay diferencia en el sabor, pero son mucho más sanos.

Me llevé una papita a la boca, haciendo ruido al masticarla. Estaba jugando al Fruit Ninja desde que he vuelto a casa. WhatsApp no me funcionaba tan bien, lo cual era algo raro, y no tenía ganas de estar en Facebook. Me habían llegado algunas solicitudes para seguir a unas tres personas en Instagram, pero si no entro a Instagram desde hace más de un año ni para subir fotos, menos lo haré hoy para seguir a tres personas que seguramente ni debo conocer.

Ahora mismo me arrepiento de haberme hecho cuentas en varias redes sociales. Casi ni las uso.

En fin, estaba aquí en mi cuarto, haciendo reposo. Siento mis piernas muy entumecidas debido al desuso. Hoy iba a ir a visitar a Kim al Country de sus abuelos, pero quedamos en que ella me iba a venir aquí. Mamá creo que está durmiendo, así que creo que tendremos que ser cuidadosas a la hora de hablar y reírnos, ya que digamos que nuestras dulces risitas son de ésas que se escuchan a cinco cuadras de distancia.

Complicada. «Muda 3»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora