Paula/Viuda Negra
Perdí al culpable de todas mis desgracias ya que se metió en lo más profundo del bosque en donde ya no lo vi más, por dios ahora definitivamente estoy pérdida en este lugar que parece más grande de lo que no imaginé, como siempre debería recordarme jamás ser tan imprudente porque cosas así casi siempre me pasan, ni modo tendré que pasar la noche acá, el cielo estaba oscureciendo y el aire se ponía cada vez más helado, sere la Viuda Negra como todos me dicen pero también soy un ser humano que necesita algo de calor para sobrevivir, ise parar a Tormenta frente a un árbol milenario muy grande y donde podré recostarme un poco, baje de Tormenta y la amarre a una rama para que no escapara, luego me recoste y apoye mi espalda contra el tronco y viendo el cielo, me quedé dormida soportando el frío, sin preocuparme por nada por el momento.Al otro día desperté al escuchar el crugir de una rama rompiéndose en el suelo, miré de donde provenía ese sonido pero solo vi a Tormenta corriendo mientras seguía un caminó que la llevaba al interior de este bosque, Esperen Tormenta se esta escapando? Desperte de golpe y me pare rápidamente, ese caballo no es mío y de seguro Fedora me matará si no le llevo el caballo devuelta, seguí al caballo por donde habia ido y si que esto era cansador ya que estaba corriendo con zapatos con taco en un bosque, creó que los zapatos me matarán antes que Fedora, continúe corriendo hasta que encontré a Tormenta tomando agua de un río, Hay dios esto me pasa por querer perseguir a alguien en un bosque donde se puede ocultar fácilmente, caminé hasta Tormenta y me apoyé en su cuello cansada de tanto correr y le dije:
-Tu Malvada Tormenta casi haces que tu dueña me mate o peor mis zapatos que me estan matando.
-Creó que la maldeci aunque tengo mis razones-.En ese momento sentí unos pasos muy extraños que al parecer venían hacía mi, di la vuelta esperando encontrar a quién sea pero delante mío solo estaba una chica de no más de 24 años, vestia una ropa sencilla y se veía que estaba muy cansada talvez porque caminó bastante, ella se acercó a mi y se inclinó:
-Buenos días señorita, que hace por estos lugares la Viuda Negra? Claro si puedo saber. -Dijo amablemente-.
-Pues creó que me perdí al entrar a lo más profundo me puede ayudar a salir. -Le pedí-.
-Pues claro no tengo otra cosa mejor que hacer. -Dijo sonriente-.
Sigame. -Me pidió y dio la vuelta caminando-.Yo hize lo que me pidió y me lleve a Tormenta conmigo, la joven me llevo por el bosque por un caminó que no conocía, veía el paisaje mientras la seguía, el sol alumbraba mucho y las hojas de los árboles se movían al compás del viento mientras que los pajaron volaban por todos lados, la muchacha paro en frente de unos árboles y se escondió en los arbustos yo no entendía que hacía hasta que agarró mi mano y me empujó a los arbustos:
-Que es lo que haces?. -Le reclamé enojada-.
-Shuuu. -Me iso callar con el dedo-.Forajidos a la vista, acaso quieres que te vean. -Me contesto irónica-.
-Para la otra avisame que no soy adivina. -Dije algo molesta-.
Miré por entre medio de los arbustos y era verdad hay venían todos los forajidos y el salvaje venía adelante de todos ya que era como el lider del bando, había una especie de cueva adelante de nosotras que estaba tapada con Muchas ramas, al parecer querían tenerla bien oculta, 3 hombres sacaron todo lo que les estorbaban y los demás empezaron a entrar junto a sus caballos y la mercancía que de seguro robaron que estaba siendo llevada en carretillas, los observamos todo el tiempo, el forajido y algunos de sus colegas se quedaron afuera hablando de cosas no muy interesantes a decir verdad, los escuchábamos claramente ya que hablaban muy alto como queriendo ser escuchados por todos, solo puse más atención cuando uno de los Implacables me mencionó:
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La Viuda Negra
Ficción históricaAl pueblo de Santa Julia a regresado la mujer que todos llaman La viuda negra, siempre vestida de negro y con un velo tapándole el rostro, no habla, no sonríe y el pueblo solo cree que a regresado solo para traer desgracia por su dolor, pero nadie c...