la visita a Emiliano y el sujetó misterioso

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La ñiebla rodeaba todo este cementerio, mientras mas caminaba buscando su tumba, estas se iban acabando quedando solo las que estaban abandonadas, la lluvia había cesado de a poco y yo caminaba por entre las tumbas como alma en pena, el viento hacía mover mi vestido hacía todos lados y mientras mas me acercaba mas lejos estaba de todo y todos, caminé entre la ñiebla hasta llegar a su tumba, estaba algo vieja y muy sucia y casi no veía el nombre escrito por el polvo pero rapidamente quite el polvo con mi mano y pude ver su nombré y el mensaje que tenía abajo:

Emiliano San Roman
MURIO UN VIERNES 13 DE JULIO DE 1838
DESCANZA EN PAZ Y PROTEGENOS A TODOS SIEMPRE.

Toque su tumba con mucho dolor y deje mis rosas en ella, a mi me vinieron muchos recuerdos de los momentos felices que pase con el y es increible que estube enamorada de el desde los 12 años, talvez fue por eso que mi padre lo eligió como mi prometido, para que fuera feliz y tubiera la vida que se merecía una BellaNegra, ame a ese Emiliano y creó que sera al único que voy a amar, después de el no creó que haya otro a quién llege a amar como a el, a William lo quería demasiado talvez hubiera sido feliz con el si no me lo hubieran arrebatado de esa forma, esta claro que no nací para ser feliz y cumplir el sueño de toda mujer, pero por lo menos hare que los que quiero sean felices aunque sea lejos de mi, Felicia merece ser feliz, los niños merecen tener una vida normal, Edmundo merece otra oportunidad para ser feliz, Kassandra merece encontrar a su hija y el pueblo merece ser liberado de mi maldición, debo encontrar a ese sujetó que a matado tanta gente usando mi maldición y hacerle pagar por todo lo que a hecho y ni el ni nadie me detendrá, mire la tumba de Emiliano y suspire el aire de la ñiebla y me arrodille frente a el solo para decirle:

-Cuánto tiempo esposo mío, a pasado mucho desde tu trágica muerte y ahora veeme aquí, seguro nunca te imaginaste que me iba a convertir en La Viuda Negra que es como una leyenda para todo el mundo, solo una historia de terror que se volvió realidad, nunca e hecho nada malo y tu lo sabes mejor, siempre e sido buena y bondadosa pero creó que eso no me sirvió de mucho para el destino que Dios me tenía preparado, e vivido muchas cosas terribles, mi cuerpo es la viva imagen de esos9 años, creó que jamas podré olvida mi pasado que atormenta mis sueños todas las noches, soy fuerte y creó que demasiado pero a veces quisiera saber porque sigo viva? Porque no me voy y punto pero ahora se que no puedo desear mi muerte y irme con usted, debo quedarme y ayudar a los que quiero, ya cuándo todos sean felices talvez me valla contigo y así encuentre alla arriba la felicidad que tanto busco, siempre sere la Viuda Negra pase lo que pase y continuaré venciendo hasta lo imposible, la oscuridad me rodea Emiliano pero es parte de mi y mi vida así que Adiós, ya volvere. -Dije parandome despacio y mirando la lápida con melancolía-.

Narrador omnisciente
La viuda negra estaba sola junto a la tumba de su marido recordando dolorosos pero felices momentos sin darse cuenta de que alguien, un extraño que estaba cubierto de negro le apuntaba con un arma escondido detras de algún arbusto seco, estaba listo para disparar y sin piedad apretó el gatillo disparando una bala hacía la cabeza de la viuda negra.

Paula estaba muy metida en sus recuerdos que no se percató de la bala que venía en dirección a su cabeza y sintió un empujón que la movió hacía otro lado esquivando la bala a salvó.

Volviendo con la viuda negra
Estaba en mis recuerdos que no me percaté del sonido de la bala viniendo hacía mi y ese empujón me pillo de sorpresa y sin poderlo evitar, salí de inmediato de mis pensamientos al sentir unas manos muy cálidas sujetarme de los hombros, levante la vista solo un poco y me encontré con unos ojos azules idénticos a los del forajido, solo que estos brillaban demasiado y estaba bien vestido este señor y además tenía una mirada penetrante que me llegaba hasta lo mas profundo de mi alma, mire detrás de el y la bala había impactado contra la lápida, me sorprendió que alguien anduviera por aquí, muy sospechoso la verdad pero igual si no hubiera sido por el creó que mañana hubiera estado penando mi propia casa para terminar mi tarea, me solte de su agarré rápidamente mirándolo confundida y luego dije:

-Quién es usted?. -Dije a la defensiva-.

-Alguien que vera muy seguido Viuda Negra. -Dijo con una voz muy ronca y profunda que me dio escalofríos-.

-Eso veremos. -Dije al final-.

No se despidió de mi solo sonrió y se fue caminando tranquilamente en dirección al bosque, me quedé mirando como desaparecía en la ñiebla cuándo escuché un ruido extrañó proveniente de los arbustos, mire hacía ellos y vi una sombra que parecía un hombre vestido de negro, me acerqué a ver que era pero la sombra huyó hacía dentro del bosque sin darme oportunidad a seguirle ya que Felicia me llamaba para irnos ya a casa, le obedecí y me fui con ella, no tenía sentido quedarse allí parada solo para ver la nada.

Llegamos a la tumba de Isaura y vimos que los niños ya estaban cansados de tanto llorar y Carolo se había quedado dormido, lo tome en mis brazos y lo lleve conmigo mientras Daniel y Gonzalo iban detrás de mí, vimos la tumba de Isaura por última vez y yo me despedí diciendo:

-Nos volveremos a ver amiga
No lo dudes y te prometo que tus hijos estaran mas que a salvo mientras viva, te lo juro por mi vida, Descanza en paz Isaura. -Dije animada y con fe-.

-Adiós mama te prometo que cuidaré de mis hermanos hasta con mi vida si es necesario.
-Dijo Daniel secandose las lágrimas-.

-Yo te prometo que sere valiente como papa y jamás te olvidare mama siempre estarás en mi corazón y yo se que siempre estarás a mi lado.
-Dijo Gonzalo con una mano en el corazón-.

-Mama espero que estes en un lugar mejor junto a los abuelos, te quiero. -Dijo Carolo agitando la mano diciendo Adiós-.

Todos dieron la vuelta para marcharse excepto yo que me quedé con Carolo viendo la tumba aunque yo no solo veía su lapida también veía su alma, su espíritu que estaba llorando por sus hijos, esa mujer que estaba parada frente a mi con un vestido blanco muy largo y puro, con su cabello negro muy liso que le caía como una cascada por su espalda y sus grandes ojos negros que acariciaba la cabeza de Carolo y el ni se daba cuenta ya que no podía verla y nadie podía verla, solo yo podía ver a los muertos, Isaura me sonrió con la misma sonrisa que tiene Carolo cuándo esta feliz y se despidió con la mano para desaparecer en el cielo, mire como lo hacía era sorprendente.

Carolo se quedó dormido en mi hombro y yo lo lleve a casa para que descanzara, todos ya estaban en casa para cuando llege que era bien tarde y estaba oscureciendo así que fui a su cuarto que esta en el segundo piso y comparte con sus hermanos, lo acosté en su cama y lo tapé hasta arriba hoy hacía frío, Daniel y Gonzalo ya estaban durmiendo en sus camas y yo me retiré a mi cuarto, en donde me encerré y despojandome de mi ropa me puse mi camiza de dormir negra y sin quitarme el velo me acoste y llore amargamente por todo lo ocurrido hasta quedarme dormida.

La Viuda NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora