Confesiones mentales y un descanzo deseado

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Creó que un forajido de ojos negros llevo a Felicia en brazos a la mansión, es lo único que recuerdo antes de caer inconciente en los brazos de Gerardo, estoy muy cansada creó que dormiré por bastante rato si es que puedo.

Desperte al otro día en mi cama con mi camizon negro puesto, talvez alguna de mis sirvientas me cambio anoche antes de irme acostarme, me levanté pesadamente y me puse una bata negra por supuesto y unos zapatos y salí de mi recamara, tengo que ver como esta mi hermana, y los demás.

Recorrí los pasillos de mi hogar hasta que encontré el cuarto de Felicia, giré la perilla y entré sin pedir permiso, mi hermana estaba allí dentro durmiendo como un angelito mientras que Kassandra le curaba las heridas del vientre, estaba en ropa interior sin corsé con el vientre la vista y los brazos, se veía bastante herida pero Kassandra se estaba encargando de curarla de algún modo hasta que llegara el doctor Tobias ahora me pregunto si María o Edmundo ya lo habran ido a buscar porque no me gusta mucho la demora, me acerque un poco y saludé a Kassandra:

-Buenos días.

Ella se dio la vuelta asustada y parándose del suelo ya que estaba arrodilla con un paño humedo hizo reverencia y dijo:

-Buenos días Viuda Negra.

-Como esta Felicia?.

-Bueno cuando llego aquí se desmayo pero pronto despertara, sus heridas son algo feas pero algo se puede hacer para que no quede cicatriz. -Me explico mientras la mirada con ternura-.

No creó que mi hermana la hubiera dejado tocarla si no se hubiera desmayado antes de verla, bueno después de todo al parecer Kassandra se va tomando muy enserio su papel:

-Y mi padre como esta?.

-Su padre esta bien, muy preocupado por su hija pero ya esta algo mejor después de saber que esta viva, se quedó casi toda la noche cuidandola y a las 6 de la mañana Manuel lo llevo a su recamara para que descanzara.

-Eso esta bien.

No tenía más que decir, mi padre es el mejor y siempre lo sera.

-Ya fueron por el doctor Tobias cierto?. -Pregunte-.

-Claro mi señora estoy segura de que ya pronto estara aquí.

Asentí y vi a mi hermana, al fin ya nadie le volvería a hacer nada,  esta a salvo por ahora, mis enemigos no se atreverán a lastimarla mientras exista solo el odio por mi, volví mi vista a Kassandra y le dije:

-Antes de que despierte es mejor que salgas ya que no quieres que se sienta mal verdad?.

-Si mi señora haría lo que fuera por que mi hija no sufriera más de lo que ya a sufrido. -Le tocó la frente moviendole un mechón de cabello a un lado-.

-Espero que lo tengas claro.

Y inmediatamente salí del cuarto de Felicia, creó que fui algo dura con Kassandra pero así soy yo y además quiero que Felicia descanze lo más que pueda antes de enfrentarse a su dura realidad y las miles de dudas que le aguardan.

Al salir del cuarto de Felicia me encontré con Tobias que venía para acá corriendo muy rápido, paró en cuánto me vio y me hizo reverencia en gesto de saludo y yo bueno me incliné levemente:

-Perdone mi tardanza es que tenía heridos que atender.
-Se disculpó en cuánto dejó de hacer reverencia mirándome-.

-De acuerdo pero ahora vaya adentro y cumpla con su trabajo.
-Le ordené señalandole la puerta.

-Si su merced.

En ese momento Kassandra salió del cuarto con los ojos un poco llorosos y nos dijo sin mirarnos:

La Viuda NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora