Permíteme amarte. [Incompleta]

Capitulo: 30

...

Andrea: ¿que cosa?- le pregunte.

Laura: como el cielo nos cuenta miles y millones de historias, en cada figura, cada nube, cada brisa en conjunto con el viento, es como si supieras lo que ellos te quisieran decir, es.... Cierra los ojos- me pidió, yo un poco temerosa y dudosa le pregunte.

Andrea: ¿Cerrar mis ojos? ¿para que?

Laura: Sólo haslo- pude observar que ella tenia los ojos cerrados.

Me volví a colocar en la posición que estaba, al lado de ella acostada en la grama de ese lugar, mirando al cielo sin decir nada, luego de un momento cerré los ojos y un pequeño suspiro se me escapo...

Laura: Esa es una buena señal- me dijo, pude sentir como una pequeña sonrisa se le escapaba...- Piensa en algo que te haga feliz, y vuelve a respirar.

Tome aire y pensé en lo que realmente me hacia feliz, mi mente se blanqueo y solo pude ver su rostro, sonriendo tan perfecta sonrisa que cargaba con si...

Laura: Ahora, imagínate un lugar...

En seguida la imagen vino a mi mente, era hermoso y su presencia lo hacia mas hermoso...

Laura: Piensa en que arias con tus problemas en este momento...

En este momento no me preocupaba nada, no me importaba nada ni nadie, estaba feliz donde estaba, con quien estaba, mis problemas están muy lejos en este momento desaparecieron por arte de magia.

Laura: respira y piensa en quienes te queremos...

"Quienes te queremos" esas palabras sin duda alguna van a vivir por mucho tiempo en mi mente, ella me quería, no podía dejar de sentirme tan bien al lado de ella, mi estomago revoloteaba cada ves que pensaba en el "Quienes te queremos" es increíble lo que esta niña me provoca.

Por mucho tiempo permanecí con los ojos cerrados pensando en tantas cosas, buenas, no malas, en cosas que me hacían sonreír, en cosas que amaba, en cosas que disfrutaba mucho y ella es una de ellas, es la principal, de algún modo o manera me sentía tan tranquila a su lado como si nada me importase como si nada existiera en este momento mas que ella y yo, como si los problemas hubiesen desaparecido por arte de magia, en mi mente se procreo una imagen, un capitulo que parecía un libro, no me quiero separar de ella, ella me hace bien y me gusta mucho estar con ella, Laura me encanta y no la voy a dejar ir.

Laura: ¿en que piensas?- me pregunto, hizo que abriera mis ojos, aun seguía a su lado sin verla, estaba viendo el cielo.

Andrea: Me estaba imaginando en lo que me hace feliz, mi lugar perfecto, con la persona perfecta y en lo que significaba mis problemas en ese momento.

Laura: ¿y que fue lo que imaginaste?- me pregunto curiosa, me voltie hacia ella para ver su rostro y quedamos frente a frente viéndonos, yo observaba lo hermosa que era, su delicadeza, su piel tan frágil y hermosa, luego de unos minutos mis palabras empezaron a fluir.

Andrea: Justamente, estoy en el lugar perfecto, con la persona perfecta, siendo feliz, sin que mis problemas arruinen este momento, donde solo existimos tu y yo Laurïta, y juro que no cambiaría por nada del mundo este momento.

Note como se sonrojaba, como se le escapo una pequeña sonrisa, tomo mi mano entrelazando la con la suya y se fue acercando poco a poco a mi...

¡Esperen!

¿lo hará?

¿me besara?

¿al fin su labios tocaran los mios?

Miles de preguntas pasaban por mi cabeza en ese momento que fueron respondidas con un solo beso, sus labios apretaron los míos con delicadeza sintiendo su sabor, su textura, sus delicados movimientos, ¡Dios! como los amaba, son tan suaves, es como haber tocado el cielo por unos minutos, mis labios no tardaron en responder al ritmo de los de ella y comenzaron a moverse de manera voluntaria, colocando su mano en mi rostro y mi mano situada en su cintura, ahora si, este momento lo era todo, era mas perfecto de lo que pensé, esto me daba una señal, voy a conquistarla, voy a enamorarla día con día sin cansarme, la quería solo para mi y para nadie mas.

Después de ese festival de movimientos y sabores nos separamos sin querer hacerlo, con nuestros rostros uno con el otro casi al tocar nuestros labios, estábamos tan cerca que podía sentir su respiración, esto me hacia feliz.

Después de un momento de estar acostadas en la grama juntas rostro con rostro le dije.

Andrea: Comienzo a creer en que lo que dicen.

Laura: ¿y que dicen?- me pregunto

Andrea: en que si sueñas despierto, el sueño se hace realidad- luego acerque mi mano a la suya y la apreté muy fuerte pero delicada mente con ternura, estar con ella me hacia feliz, me hacia olvidarme de todos y de todas, me encantaba cuando estoy con ella, es como si nada mas que ella y yo existieramos y de verdad que amaba eso.

Esta ves la bese yo y ella me correspondió, me separe de ella al quedarnos sin aire y bese su frente.