Capitulo 4: Resolviendo preguntas

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La mañana se fue muy rápido, creo que me estoy acostumbrando a este antro. Comimos y nos fuimos de nuevo a nuestras celdas, creo que ya llevo aquí un día...¿ dos ? No lo recuerdo, no se cuanto llevo aquí.
Esta vez Mike no se fue a la cama, se puso en una esquina de ese lugar y poniéndose de brazos cruzados con las piernas recogidas se puso a lamentarse.
Yo me senté en mi cama y le pregunté si le pasaba algo.
-No, tranquilo Liu, no me pasa nada... pero no debiste haber visto nada en la noche, debiste descansar. - dijo Mike con vergüenza.
-Tu también debes descansar, mas que yo. - le dije a Mike.
-Te aseguro que no, prefiero no dormir, las noches a veces son horribles, las pesadillas te persiguen y los gritos de tus padres muertos retumban en el cerebro y te dan ganas de coger una pistola y apuntar a tu propio cráneo para que paren esos lamentos - dijo Mike a punto de llorar.
-Espera, espera, osea que...¿no lo haces por Satanás como nos dijiste?- dije asombrado.
- Es difícil de explicar mi situación... en el fondo pienso que no hay nadie ni arriba ni abajo, pero es un motivo para rajarme... -dijo avergonzado.
- Bueno... cambiemos de tema mejor Mike - dije yo.
-Si muchas gracias la verdad - dijo Mike mirando la pared.
-Pues cuenta me lo que le sucedió a tu antiguo compañero, tengo curiosidad. - pregunte ansioso.
- Pues... me volví loco durante una noche, no recuerdo exactamente el porque... pero recuerdo perfectamente que robe un cable del comedor y en plena noche me puse encima suya y le ate el cable al cuello y no me detuve hasta ahogarle por completo, lo conseguí, creeme que lo hice. - Dijo Mike con el rostro ... muerto.
No solo eso dijo, sino continuó contando Mike.
-Recuerdo bien mis fantasías con su sangre , le arañaba el abdomen hasta ver sus deliciosas tripas y esos huesos que pronto pasarían a mi estomago... cortándolo en rodajas, comerme cada trozo de su piel cada día y mansturbandome en la bañera porque me bañaría con sus órganos y parte de su sangre... pero... tan solo eran fantasías que nunca conseguiré cumplir...
Después de esto, Mike puso una cara de enfado tremenda y se puso a dar puñetazos a las paredes y a golpear de todo menos a mi...
Estaba atónito por lo que había escuchado pero tenia a la vez miedo por acercarme a él.
«Se me escapo que bastardo, se me escapo!!!!» eso fue lo único que recordé antes de ... desmayarme...

Locura EncarceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora