Locura Encarcelada

Capítulo 9: Cazadores cazados

Después de que los guardias se fueran, aprovechamos Mike y yo para investigar todo, fuimos mirando a todos lados viendo cada herramienta de tortura mas increíble que la anterior porque yo sabia de objetos para hacer sufrir, soy muy curioso, sobretodo si te trata de temas oscuros. Reconocí una guillotina al fondo, un desgarrador de senos, un jaula, unos hierros para quemar a la víctima... y muchas más...
No sabíamos la hora que era exactamente, pero teníamos miedo por que nos podían pillar pero a la vez teníamos mucha curiosidad.
Nos fijamos en un hombre que estaba encarcelado, solo estaba él. Estaba hablando sobre de quien estaba al otro lado de las rejas, nosotros le suplicamos silencio porque no queríamos llamar la atención de los guardias...
Pero al inmediato el hombre paro de hablar, y no solo eso, sino que además reconoció nuestras voces... nosotros no podíamos decir lo mismo ya que estaba con un saco en la cabeza con apenas agujeros , atado de pies y manos, no obstante de estar prácticamente inmóvil, estaba encadenado en una silla de madera...
Me dijo Mike que buscara en los escritorios del fondo y él buscaría cerca de la puerta (La llave de la celda).
Busque en los cajones y apenas había cosas... apenas... encontré armas.
y Mike me dijo desde la otra punta "¡Lo encontré!".
Encontró un llavero enorme con ... quizás... 20 llaves ahí.
una a una fue probando y encontró la correcta, abrió la puerta con cuidado aunque con un poco de ruido... y le quito el saco de la cabeza, era Rubén...
Justo lo que esperábamos, aunque deducíamos que estaba ya muerto, pero se ve que sus compañeros de celda se le adelantaron.
Curiosamente Rubén sonrió al vernos, y al momento les dije "Chicos... he visto armas en los cajo..."
Algo me mudo en segundos, el ruido de la puerta hacia la cárcel, habían entrado unos guardias...
yo con unos nervios increíbles cerré la puerta de la celda muy rápido, por desgracia eso hizo mucho mucho ruido y alertó mas a los guardias...
Y no tardaron pocos segundos en pillarnos...