Capítulo 19 (C)

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            Con ayuda de un amigo de Thadeus, un amigo “X” porque cuando Nikkie lo vio no parecía la clase de gente con la que él se juntase, pudieron entrar en el hotel y registrarse con nombres falsos sin que nadie preguntara nada ni que los vendiesen a la prensa por un poco de publicidad y algún que otro billete de por medio.

            Subieron a la habitación “314” y Nikkie se sentó en la cama, que era dura e incómoda en comparación al confort al que estaba acostumbrada en el palacio.

—Todavía sigo sin entender, ¿Por qué hacen esto por mi? Puedes decirlo, me he portado verdaderamente horrible, con ambos —admitió Nikkie abrazándose a sí misma mientras apartaba a toda costa la mirada de Thadeus.

            —No importa porqué —se limita a responder Thadeus mientras marca el número de Benn una vez más.

            —Es que no lo entiendo, lo mejor que podría pasarte es que yo me marque…lejos de aquí…así me olvidarías y…—se detiene y se pega la vuelta antes de que él pueda verla llorando.

            Thadeus se acerca y la abraza.

            —Yo te quiero, Nikkie…igual que Benn. Lo que sientes por nosotros —sin poder evitarlo, blanquea los ojos de manera escéptica.

            —Lo ves? Tú piensas que soy una basura, es así —lloriquea mientras se dirige fuera de la habitación.  No alcanza a poder irse que Thadeus la arrastra de vuelta adentro.

            —No puedes salir de aquí…la prensa está por doquier —explica con hastío señalando la televisión.

            —No me importa —dice Nikkie cruzándose de brazos, pero no vuelve a intentar irse.

            Thadeus la mira y deja su teléfono sobre la cama.

            —Benn no responde. Además, no eres la única que no es una santa. Benn y yo, ambos tenemos nuestras cosas.

            —Si, es cierto. Pero yo desencadené todo. Absolutamente todo.

            —Eres una mártir —rió.

            —Y tu tienes un corazón muy grande y eres muy estúpido si aún estás dispuesto a estar o queres estar conmigo.

            Thadeus de repente se echó hacia atrás como si se hubiese perdido una parte de la conversación.  Iba a hablar pero Nikkie siguió por lo que se quedó callado.

            —No sé exactamente en qué momento todo comenzó a ir mal, siempre había sido simple —soltó una risita y torció el gesto—, bueno no, pero por lo menos nos teníamos el uno al otro y…

            —Y?  y luego tu decidiste arruinarlo todo…engañándome, estropeando el compromiso.

            —Hey, lo siento…ojala nunca hubiera sentido como sentí, pero Benn…él es distinto y yo…

            —Entiendo, preferiste…

            —Preferí…

            —No, dejame terminar. Acabo de terminar de entender todo, Nicole.

            —No! No es así, no puedes entender nada, porque ni siquiera yo lo entiendo. ¿Cómo puedes amar a dos personas a la vez? —se detuvo y su expresión se ensombreció.

            Thadeus apretó los labios en una dura línea y todo su cuero se tensó.

            —No quise decir eso, Thadeus, por favor —suplicó entre lágrimas.

            —No puedo estar aquí, contigo. Quedate aquí y no salgas sola…no tienes, no tienes seguridad de ningún tipo. Benn vendrá y se quedará contigo —parecía que hablar le suponía un esfuerzo enorme, y respiraba agitadamente. Nikkie supo que estaba a punto de llorar.

            —NO! No quiero quedarme aquí, sola. Lamento lo que dije…pero.

            —Tenía la esperanza, estúpida esperanza por cierto —sonrió sarcásticamente—, de una segunda oportunidad para nosotros, veo que eso jamás será factible.

            —Thadeus…lo siento.

            —¿No puedes elegir? Perfecto, yo lo haré por ti.

            Nikkie niega con la cabeza mientras seca sus lágrimas.

            —¿Qué vas a hacer?

            —Hacerme cargo de Lidia y tu quédate con Benn. Se merecen el uno al otro…

            Acto seguido tira al suelo una pequeña caja de “Tiffany’s” y sale de la habitación dejando la puerta abierta. Nikkie no se atreve a recogerla pero sabe perfectamente de que se trataba, un anillo de compromiso.

Universidad de Princesas 2(SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora