Derribar el muro.

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Uno mas en el equipo.

El origen de todo.

Capítulo 6




Suspiró mirando el uniforme. Era tan distinto al de su escuela anterior, que se sintió raro incluso antes de ponérselo.

–Tetsuya, ¿Te falta mucho? –La voz de su madre tras la puerta de su cuarto le hizo darse prisa, aunque sabía que aún tenía tiempo de sobra.

Había vuelto a su casa, aunque no es que le hiciera especial ilusión, pero al regresar de sus vacaciones con la abuela, le estaban esperando en la estación.

No le preguntaron nada, simplemente murmuraron un "volvamos a casa" que él asintió en silencio.

No quería volver a jugar, ni encontrarse con nada ni nadie que le recordara su relación con Daiki, era lo mejor para su mente.

Sus padres le habían inscrito en Seirin, sin contar con él, y Tetsuya agradeció el poder cambiar de aires. Gente nueva, ambiente nuevo, clases nuevas... todo en su vida era nuevo, no es que fuera mejor, pero no era lo mismo.

Volvió a su cuarto, conservado como una capsula del tiempo todo el tiempo que había estado fuera. No quiso pensar en su madre, en mitad de su habitación buscandole, o entrando cada día para limpiar... Pasó una tarde cambiando los porters, quitando fotos del espejo, reemplazándolas por las que había hecho en verano, campos de flores, una nube con forma de barco, bichitos, maderas corroidas... paz.

Su abuela se instaló en el cuarto de invitados junto al suyo. Adoraba tenerla cerca, así, la incomodidad por los silencios de sus padres ni si quiera eran tenidos en cuenta. Ni las miradas que su madre le echaba, tratando de preguntarle cosas que luego sus labios no pronunciaban.

Se colgó la chaqueta del uniforme en el antebrazo y bajó por la escalera. Como era el primer día de clase, no había que llevar libros, era mas una toma de contacto con las clases, los profesores, los clubes.

Tenía claro que no iba a apuntarse a nada, solo quería ir a clase, aprobar y pasar por la secundaria como un suspiro, nada mas.

En el silencio de la cocina, su móvil sonó.

–Hola Himuro. –Saludó a su amigo con una sonrisa. – ¿Sabes que aquí son las siete de la madrugada, no?

–Uy, lo siento. –Se burló. –Solo quería darte suerte en tu primer día de clase. ¿Cómo lo llevas?

–Lo llevo, que no es poco. –Se sentó en un lado, tranquilo.

–¿Tienes el plano y la lista de clases, no?... Seguro que te pierdes....

–Sí mamá, tengo todo... hasta el dinero para el almuerzo....

–¿Te apuntarás al club de basket, no?... He oído que es nuevo, pero son buenos...

–No voy a jugar... no quiero hacerlo.  –Negó mas serio.

–Pues yo creo que deberías... Solo necesitas buenos compañeros. Recuerda que es un trabajo en equipo, y no en solitario... me gusta tu basket, ya te lo dije, pero con un buen compañero para apoyarte, bueno, serías tan bueno como para ganar a esos pretenciosos, tu sabes...

–Me lo pensaré ¿Vale?. –Entendía su postura, es solo, que no tenía confianza en si mismo para jugar de nuevo... y dudaba mucho que existiera alguien tan bueno como ... él....

Uno mas en el equipo: El origen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora