Lunes.

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Hoy volvía a clases, y no estaba alegre, me sentía neutral. Volví a despertar en la cueva. Todos volvían a mirarme extraño en casa. 

 Luego de bañarme y elegir algo que escondiera mis recientes cicatrices, me puse a desayunar. 

- ¿Terminaste? Debemos irnos, te llevare de camino a mi trabajo, apúrate Hada, es tarde para mí. - Dice papá viendo compulsivamente su reloj.

- Ya casi. - digo engullendo todo de prisa.

Mi papá es arquitecto y su trabajo a veces lo deja muy ocupado que pasa 2 días seguidos en su oficina, haciendo cálculos, midiendo y realizando planos. Cosas difíciles que le quitaban el tiempo, por eso sus jefes adaptaron su oficina y ahora es una habitación con baño incluido y un escritorio. Nunca sabíamos si volvería de trabajar ese día, o en dos mas. Pero obviamente es muy bien pagado.

En ese momento tocan el timbre y mi padre abre la puerta. 

- ¿Qué tal señor? Vine a recoger a Hada para el instituto. - Mierda.

- Oh bien, gracias chico, ¿sabes? Estoy llegando tarde a trabajar, nos vemos luego pequeña, no se retrasen mucho. - Y así es como mi padre me abandonó en la primera oportunidad que tuvo. Ronald me miraba desde la puerta principal. Terminé de masticar los cereales, tragué y me puse de pie.

- ¿Qué haces aquí?  - espeté.

- Prometí recogerte. - lo digo encogiéndose de hombros, como si fuera lo más obvio del mundo.

- Dije que desaparecieras. -  lo desafié con la mirada.

- Resulta que no pienso hacerlo. - se pasó la mano por el rostro, como un gesto de exasperación - Bien, lo siento ¿si? Sé que se amaban y que probablemente sea insuperable para ti. Pero todos hablan de él con tanta devoción, que he llegado a cuestionarme si harían lo mismo por mi y la respuesta fue que no. Y a su vez ví todo lo que el dejó, todo lo que rompió y él comenzó a caerme mal. Incluso mis padres sufren por su muerte, es insólito saber que ellos lloran por la muerte de mi mejor amigo cuando yo no lo hago.

- El no nos dejó, el murió. No fue a propósito. Ronny, ¿te escuchas? Todos sabemos que Derek no era perfecto, solo que duele en desmesura. A todos, incluso a ti, solo que tu no dejas que eso salga y es un gran error. Intenta liberarte a ti mismo - me acerqué y puse mi mano sobre su brazo.

-Tengo celos, ¿sabes? él siempre tuvo todo, siempre lograba todas mis ambiciones, empezando por ti. Y el murió, e incluso cuando no está sigue siendo mejor que yo. Me siento atormentado por creer esto, porque el era mi amigo y era una buena persona, solo que no puedo dejar de pensar que el me robó lo que estaba destinado a ser para mi. - Dijo volviendo a pasar su mano sobre su cara.

-Eres un verdadero idiota por creer eso, pero me sucedió algo parecido con Olivia, solo que él nunca fue miserable contigo, la única solución a eso es que se perdonen. Y ni sé por qué hablo tan fríamente sobre un asunto así. - hice una especie de cadena con mis dedos y comencé a jugar con ellos.

-Quizá luego, necesitamos ir a la escuela.

Fui a recoger mi mochila y salimos fuera de la casa, la cerré con mi copia, y encendió su motocicleta, me monté y aceleró tan rápido que me fui hacia atrás, y como acto reflejo me prendí de su torso.

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Esto era lo mismo cada año, los primeros 3 días consistían en darle la bienvenida a los de primer año, pero yo nunca había ido a una.Siempre estaba encerrada en la dirección hablando con el director Jeffrey Spudd, un hombre jovial, de barba candado y cuerpo atlético,resultaba ser un agradable acompañante. Así que cuando llegamos, me dirigí hacia allí, salude a la señorita Penny, la secretaria y entré. Allí estaba el director, acompañado de una mujer rubia,ojos cafés, nariz y boca promedio, de altura promedio y caderas anchas.

Nadie más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora