—Ya se está despertando— comenta alguien.
Empiezo a abrir los párpados.
—¡Aria!— exclama ¿Apolo? Espera, ¿qué hace aquí?
—Hey, no la toques— la voz de mi hermano resuena en la habitación.
—Soy el doctor...— responde serio mi Apolo.
—Es mi hermana— reclama mi hermano.
No puedo con el peso de mis párpados y me vuelvo a dormir.
Me vuelvo a despertar por segunda vez, pero esta vez sí me levanto. Estoy en la enfermería y no hay nadie.
—Aria, ya estás despierta— exclama alguien que no alcanzó a ver.
Bueno, al menos creía que no había nadie.
Volteo mi cabeza para encontrarme con una Annabeth muy emocionada dirigiéndose a mí. Al llegar a mi lado me abraza.
—No. Me. Dejas. Respirar— digo con dificultad.
—Disculpa— dice retrocediendo.
Tanteo mi cuello por instinto y recuerdo el collar, mas... ¡El collar no está!
—¡Por Zeus!— escupo alterada—. ¿Dónde está el collar?— pregunto.
Annabeth me mira confundida.
—Necesito ese collar— digo preocupada.
Intentó bajar de la camilla pero Annie me detiene.
—No, no vas por el collar— dice frunciendo el ceño—. Fue muy peligroso lo que hiciste.
Recolecto todas mis fuerzas e intentó trasladarme a otro lugar. Lo que funciona perfectamente, y me trasladó a... ¿La casa grande? Tengo la peor suerte del mundo. Y para empeorarlo, justamente me encuentro con Quirón, el señor D, Percy, Jason y Reyna.
—¡Aria!— exclaman todos.
—¡Deberías estar en la enfermería!— dice Dionisio con voz de preocupación fingida pero en el fondo, muy en el fondo, preocupado de verdad.
Volteo para salir por la puerta pero me encuentro cara a cara con Annabeth. ¡Cómo corre esta chica! Y detrás suyo a Maura, Riley, Emily y Alex.
—Tú no te vas de aquí— me advierte Annie.
Miro a mi alrededor. Tengo que averiguar lo que sigue, pues presiento que lo que vi no es toda la historia. Sigo mirando hasta que... ¡Por mi padre! Encuentro el collar colgando en el cuello de Percy.
Desaparezco y vuelvo a reaparecer detrás de mi hermano. Todo el mundo se asusta ya que no esperaban eso de mi parte. Y rápidamente, casi enorgulleciendo a Hermes, cojo el collar del cuello de mi hermano. Pero antes de lograr sacarlo de su cuello, él coge el dije a la misma vez que yo y por segunda vez todo se vuelve negro.
Despierto, o eso creo, y ahora me encuentro cerca del templo de Zeus cuando estaba en todo su esplendor. Siento a alguien bien agarrado de mi brazo.
—Hermano, tranquilo— le digo dulcemente—. Ya me ha pasado esto antes.
—Es-estamos, digo, hemos retrocedido en el tiempo— titubea.
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Una nueva diosa en el Olimpo
FanfictionSi creían que la mitología griega terminó hace más de tres mil años, estaban muy equivocados, hay una nueva diosa en el Olimpo, y lo está alborotando. Y se ha propuesto a cambiar las reglas antiguas, esas misma que han regido a los dioses hace más d...