Capítulo 2.

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—Entonces, quien haga menor tiempo de aquí hasta la otra banca, ¿gana?
—Sí, Chris —le contestó Hayley—. Y es claro que ganaré yo —dijo guiñándole un ojo.
—Lo que digas, Simmons —soltó una breve risa y extendió su mano para estrecharla "amistosamente".
—En tres, dos, uno...
—¡Vamos!
Hayley comenzó a patinar lo más rápido que pudo. Agarró ventaja fácilmente, mientras que Christopher tenía dificultades con su patineta.
—¡Hayley! —le gritó desde atrás. "No va a distraerme..." pensaba Hayley.
—¡Hayley! —"no lo hará..."
—¡Hayley! —escuchaba la voz de Christopher más cerca.
—¡Qué! —gritó Hayley volteando a su lado derecho donde ya estaba Chris.
Éste nada más la saludo mientras que ella le sacó la lengua, y una vez más fue lo peor que pudo hacer...
—¡Hayley, voltea! —señaló Christopher enfrente de ella y al fijar nuevamente su vista enfrente se percató del chico que iba pasando con su perro.
Soltó un grito y trató de frenar lo más rápido que pudo, aunque prácticamente fue en vano, pues había chocado con el chico. Y ahora estaba encima de él... Frente a frente. Mientras que el perro del chico salió corriendo directo a la resbaladilla del parque.

—Dios, lo siento mucho —se levantó inmediatamente Hayley súper apenada.

—¡Mi perro! —dijo el chico, aún en el piso.
—Yo lo traigo, no te preocupes —le dijo Hayley dándole la mano para ayudarlo a levantarse del suelo.
—Hayley —la llamó Christopher—. ¿Estás bien?
—Sí, sí, Christopher, ayúdame a atrapar al perro.

Como pudo, se quitó los patines y quedando en calcetines, tomó de la mano de Chris y ambos fueron corriendo a la parte de los juegos del parque, donde encontraron al perro del chico, intentando subir la resbaladilla. Christopher lo tomó de su correa, éste no se opuso y aprovecharon para llevarlo de vuelta con el chico. Quien se acercaba a ellos.


—Tu perro —le entregó en manos a éste.
—Gracias—dijo el chico sonriendo.
—Oye, lamento mucho haberte... ¿Atropellado? —dijo Hayley con algo de culpa.
—No te preocupes, creo que fui yo quien debió verte venir
—Mucho gusto me llamo Christopher Beckett —se presentó amistosamente Chris.
—Yo soy Hayley Simmons
—Mucho gusto soy Dylan —respondió.
—Oye Dylan, ¿vives cerca? —preguntó con curiosidad Hayley.
—Hayley... —dijo entre dientes Chris, dándole un leve golpe en su brazo.
—No te preocupes Chris —dijo Dylan entre risas—. Y sÍ, vivo a dos cuadras de aquí.
—Qué casualidad —contestó Chris—. Hayley y yo vivimos también muy cerca de aquí
—Wow entonces podemos vernos más seguido... ¿No? —propuso Hayley por lo que sintió la mirada fulminante de Chris en ella.
—Nosotros ya nos vamos Dylan... —concluyó Chris.
—Bueno adiós —se despidió Dylan.
—Adiós Dylan —le sonrió Hayley.
—Adiós Hayley —le devolvió la sonrisa.



Christopher la acompañaba de regreso a su casa. Mientras, ella se preguntaba por qué él no hablaba o bromeaba como siempre suele hacer cuando van juntos.
—Chris... ¿estás... Celoso? —preguntó curiosa.
—¿Yo... Celoso? —contestó en tono sarcástico.
—Por qué estás... ¿Muy callado entonces? —insistió.
—Mira Hayley... primero te caes encima de él, luego propones que tenemos que verlo más seguido, eh... ¿Insinúas que estoy celoso?
—Cuando dije que "tenemos que vernos más seguido"... No te incluí a ti —contestó ella tratando de contener su risa. Quería bromear.
—Con que a esas vamos...—chasqueó la lengua Chris—pues ya llegamos hasta tu calle, y creo que muy bien sabes cómo llegar, sino háblale a Dylan. Adiós

—Chris... Era una broma —dijo finalmente cuando él ya se había ido.
Dejándola ahí parada en la esquina de su calle.

Hayley se sentía algo triste y no sabía por qué, hasta que de camino a su casa pensando en lo mismo, pudo entenderlo, esta era la primera vez que se había "peleado" con un amigo... su primer amigo.

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