Capitulo 6.

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—Dylan Anderson... ¿Qué haces aquí? —se acercó a él y lo abrazó.


—Pues mi hermano menor tuvo un problema en la escuela así que lo tuvieron que cambiar aquí por quedarle a mi mamá más cerca y ella me dijo que lo mejor era que igual me cambiaran aquí para terminar el resto del año... así que... ya estoy aquí

—Wow —fue lo único que pudo decir, para luego separarse de él.
—Busco la clase de Historia, sabes dón...
—Yo tengo esa clase —lo interrumpí de la emoción—. Vamos —comenzó a caminar al salón
—Como órdenes Hayley —río y comenzó a seguirla.

Aprovechó con la llegada de Dylan, justificar su retraso de cinco minutos, de esta clase.
—Es que venía al salón cuando tocaron, y lo encontré en el pasillo... Buscando su casillero y salón y pues... La hice de guía —fue exactamente lo que le dijo al maestro.
—Pasen —se hizo a un lado y nos dejó entrar.

Mientras iban a sentarse hasta el fondo, Dylan podía sentir la mirada de varias chicas en él, por lo que lo Hayley lo tomó del brazo y no lo soltó hasta llegar a sus lugares.


El maestro había dejado una actividad de enlistar las principales causas de la Segunda Guerra Mundial. Ella hacía su tarea cuando sintió que su celular vibraba. Lo sacó de su mochila y vio que era un mensaje de Christopher.

[Chris💞]
Oye Hayley... ¿Crees que hoy habrá malteadas en la cafetería?😋


No lo sé, pero si hay, ¿me invitas una? 😘

[Chris💞]
Claro pequeña👼🏼

Ya no le respondió, guardó su celular y decidió terminar su tarea.
Cuando tocaron para el receso, acompañó a Dylan hasta la cafetería, donde vería a Christopher. O más bien dónde vería a su malteada.

—Sabes Hayley, siento que no le caigo bien a Christopher —dijo Dylan mientras pagaba su hamburguesa y su botella de agua.

Ella no le quería mencionar a Dylan, que Christopher estudiaba aquí, aunque quizá y lo sospechara. Pero aceptémoslo, en algún maldito momento se encontrarían. Y lo más seguro es que sería hoy mismo. Aquí en la cafetería.

—¿Por qué lo dices? —preguntó ella mientras caminaban hacia una mesa del fondo.
—No sé... La forma en que me mira siempre, no sé... ¿Con desagrado?... —ambos se sentaron y él abrió su botella de agua.
—Pues... —ella no sabía que decir—. Yo digo o bueno, no es que le caigas mal, es solo que...
—¡Hayley! —escuchó a Christopher detrás de ella.

"No ahora, por favor..." pensaba ella.

—Mmm... Hablando del Rey de Roma... —Dylan le dio una mordida a su hamburguesa.
—Espérame un momento —le dijo en voz baja a Dylan.

Se levantó de la mesa y suspiró. Se acercó a Christopher, quien ahora estaba en el último lugar de la fila de la cafetería.
—Creí que saldrías más temprano —dijo colocándose alado de él.
—Es sólo que tarde en terminar de resolver algunos problemas de la clase de Matemáticas —la fila avanzaba más rápido—. ¿ya desayunaste?
—No aún no, estaba...—¿le digo la verdad?... pensó.
—Estabas...—Christopher alzó una ceja—. Hayley —toco con su dedo índice su nariz.
—Christopher lo diré fácil, la cosa es que hoy en la mañana después de despedirme de ti, en el pasillo me encontré a Dylan y resulta que por culpa de su hermanito ahora estudia aquí y ahora mismo está sentado en la mesa del fondo —señaló donde estaba Dylan—. Y sé que a ti no te cae bien y por eso no lo había mencionado —trató de recuperar el aire, había hablado muy rápido.
—Okey... Hablaste tan rápido —volteo a ver a Dylan y nuevamente poso sus ojos en los de ella—. Así que... ¿Ahora tendré que verlo todos los días?
—Pues...
—¿Que va a querer? —interrumpió la señora de la cafetería.
—Dos malteadas de fresa —contesto sonriente Christopher, pero luego, esa sonrisa se borró al voltear a verla—. Entonces ahora estudia aquí...
—Sí... —esperó junto a él mientras preparaban las malteadas. Ninguno de los dos habló.

—Aquí tienen—nos entregó las malteadas—. son tres dólares con cincuenta
—Gracias —Christopher pago. Y Hayley tomó de su malteada.

Volteó a ver a Dylan, que aún seguía en la mesa. Le hizo señas de que ya iba, para que no se levantara de la mesa.
Una vez que estaban fuera de la fila, quiso hablarle a Christopher.
—Oye Christopher... Dylan me está esperando —sorbió otro poco de su malteada—. Gracias de nuevo —se volteó e iba a caminar pero se Chris se dignó a hablarle
—Ya vi que te está esperando
—¿Sí? —volvió a voltearse.
—Sí —se acercó y le dio un beso en la mejilla. Volteó a ver a Dylan quien rápido quitó su mirada de ellos—. Vamos Hayley, quiero saludarlo

"Mierda. Lo que había sospechado que pasaría..." decía para sus adentros.

Se acercaron hasta la mesa donde estaba Dylan, cuando se sentaron, Hayley alcanzó a ver la mirada de Dylan de fastidio... Hacia Christopher.

—No sabía que vendían malteadas aquí —dijo Dylan.
—Están deliciosas —sonrió Hayley—. ¿Quieres probar? —le acercó de su vaso.
—Ah... —notó inseguridad en Dylan para tomar el vaso.
—Espera —puso su mano Christopher en la mesa—. Yo no quiero que pases saliva con este —recorrió su mirada en Dylan—. Yo me arriesgaré por ti Hayley, le daré a probar de la mía —sorbió un poco de la él— ¿quieres probar? —dijo imitando la voz de Hayley que a su criterio no se parecía en nada.

—No gracias —le devolvió el vaso a Christopher.
—¿Y por qué te cambiaron aquí Dylan? —quiso cambiar de tema Christopher. Aunque él ya supiera, quiso oírlo de su parte.
—Pues...—Dylan recargo su espalda en la silla—. Digamos que me busque problemas y me expulsaron
—El chico malo...—Chris Chasqueo la lengua—. No puedo creer que tu amigo sea tan mentiroso, Hayley, tú me contaste que fue porque a su hermano lo cambiaron de escuela... —miró a Dylan de nuevo—. Bueno, yo tengo entrenamiento después del receso y necesito cambiarme —se levantó de la silla—. Te veo en la salida para acompañarte a tu casa —se acercó y le dio un beso en la frente—. Adiós

Cuando Christopher se alejó, Dylan volvió a hablar.


—¿Y desde cuando son novios? —asentó sus codos en la mesa, y colocó su barbilla en su mano derecha.
—Qué... —dijo reaccionando después de aquel beso de parte de Christopher— ¿yo y él? —se echó a reír—. No salimos
—Ajá —río sarcásticamente.
—Enserio —contestó lo más seria que pudo.
—Lo que tú digas — alzó sus manos en señal de rendición.

¡RIIING!

Vamos a clases —dijo entre risas.

Terminó de tomarse los dos vasos de malteada. El de ella y el que había olvidado Christopher.


El resto de las clases se la pasó bromeando con Dylan. Desde la perspectiva de Hayley, su vida era interesante.
Pudo notar que, en más de una ocasión, Bridget los veía... O más bien a Dylan.
Toleró una vez que le coquetee a Christopher... Pero a Dylan no, ni una sola vez, sino, tendrá que conocer a la verdadera Hayley Miranda Simmons.

Cuando tocaron el timbre de salida. Ella se despidió de Dylan.
Habían acordado de verse en la tarde en el parque. De la misma manera que le había mandado un mensaje a Christopher, diciéndole lo mismo.

"Exacto, ambos saben que los veré a la misma hora, en el mismo lugar, pero tanto como Dylan no sabe que irá Christopher, Christopher no sabe que irá Dylan." Sonreía Hayley de camino a casa mientras ideaba su plan.

Más que amigos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora