𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙿𝚛𝚒𝚗𝚌𝚎𝚜𝚜 ➸𝚂𝚎𝚘𝚔𝙹𝚒𝚗

𝔼𝕡𝕚𝕤𝕠𝕕𝕚𝕠 𝟙

𝟽:𝟹𝟶 𝙰𝙼.

Había llegado el idea menos esperado para mi, el día en que mi hermano se iba de viaje, dejándome completamente sola en casa.
Toda la semana la pasamos genial, jugamos hasta media noche, comimos lo que queríamos; fue una semana hermosa.

—¿En serio tienes que irte?.—Topé ligeramente la ropa de mi hermano, jalándola un poco, para que este me mirara.

—Si.—Sonrío.

—¿Cuantas veces tienes que viajar?.—Bajo lentamente su rostro.—Hace casi 2 meses que te fuiste.

—Lamentó dejarte tanto tiempo Solá.—Acarició lentamente la mejilla de su pequeña hermana.—Pero sabes que es algo necesario. Tengo que trabajar para mantener a ambos.

—Tienes razón.—Arrugo ligeramente sus labios, haciendo un puchero.—Solo prométeme que regresarás con bien.

—No me iré al servicio militar.—Carcajeó pero al ver la cara triste de su hermana, se callo.—Solo viajero por trabajo, no es como si algo malo me fuera a pasar.

—Pero por precaución, por favor cuídate.—Sonrío débilmente.

—Lo haré.—Sonrío ampliamente.—Prometo que iré con bien y regresaré de la misma manera.

—Te amo hermano.

—También te amo, mi pequeña hermanita.—Sonrío ampliamente.

Termino de empacar y cerro la maleta, la tomó entre sus manos y salió por la puerta de la habitación.
Mi corazón se estrujaba al verlo irse, pero ambos sabíamos que era para un bien.

Toda chica aprovecharía a hacer fiestas, llamar a su novio y disfrutar la casa sola, pero yo no era así. Yo era una completa antisocial, que no tenía ningún amigo, como para hacer fiestas tan alocadas.
No tenía novio, por estar enamorada del mejor amigo de mi hermano, KimSeokJin era su nombre; Un hombre alto, con hombros anchos y unos labios apetitosos; Un hombre lleno de inocencia y pureza a su vez. Alguien que contaba chistes malos, pero te hacía reír con esa extraña risa de limpia vidrios, gracias a ese hombre, mis expectativas de hombres, están sobre los cielos. Nadie era como Kim SeokJin.

Baje hacia la sala y tome el control remoto, pondría algo de música para pasarla bien.
Quería sentir la música en mi cuerpo.

No era muy buena expresándome con mi cuerpo, pues no tenía a alguien que me enseñara a expresar la música con mi cuerpo. La única persona que podía ayudarme, era ParkJiMin, otro amigo de mi hermano, pero tristemente también es una persona muy ocupada, que apenas tiene tiempo de dormir.

Pero conozco a una persona la cual siempre tiene tiempo, las 24 horas del día, es una persona despreocupada de la vida.
Tome mi teléfono y la llame.

El teléfono sonó y sonó, hasta que fue atendido.

—¿Hola?.—Su voz sonó a travez del teléfono.

—¿Como estas Yessica?.—Sonrío ampliamente.

—Hola mi amor.—Sonreí involuntariamente.—¿Como estas hermosa?.

—Estoy un poco triste por la salida de mi hermano, pero de ahí en fuera.—Sonrío ampliamente.—Estoy excelente, ¿Y tú?.

—Me da mucho gusto preciosa. También me encuentro en perfectas condiciones, pero platícame, ¿A que se debe tu extraña llamada?.

—Quería pedirte un favor.

—Dime.

—¿Podrías venir, a pasar la tarde conmigo?.