Capítulo 2: Yo solo digo que salgas con él

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 Los meses fueron pasando y tanto Sofía como Irina siguieron saliendo con esos chicos que conocieron en la fiesta, ellas estaban muy felices y Cayetana estaba muy intrigada con quienes estaban saliendo sus hijas.

—Sabes algo de quienes son los chicos con quienes tus hermanas están saliendo Andrea—le preguntó Cayetana.

— No mucho mamá solo que los conocieron en una fiesta del hipódromo, imagino que son algunos inversionistas, no sé.

— Espero que tengan una buena posición social.

— ¡Mamá!, ellas tiene derecho a ser felices con quienes ellas quieran, pero sobretodo que las amen como ellas se merecen.

— Andrea —dijo enojada— no estás hablando en serio, imagina que sean unos buenos para nada, lo único que quieren los hombres sin ni un centavo es perseguir la fortuna de chicas como tus hermanas, que acaso no lo recuerdas —era obvio que Cayetana se refería a algo que solo ella dos sabían.

— Ya mamá basta, no necesitamos hablar de cosas que ya están en el pasado.

— Esta bien hija, prometí que no lo haría y lo voy a cumplir.

— Mamá estas suponiendo y enojándote por cosas que aún no sabes si son ciertas, mejor espera a que ellas te los presenten y listo.

— Y tú crees que ellas quieras presentármelos, porque no lo han hecho hasta ahora, eso solo me dice que saben que yo no estaré de acuerdo.

— Tendremos que esperar ellas nos los presentaran cuando ellas crean que será el momento correcto.

—Espero que no sea por mucho tiempo —dijo y se marchó a su despacho.

Andrea también tenía curiosidad de quienes se trataban, pero no le importaba que sus hermanas no se los presentaran porque veía que sus hermanas eran felices, y con respecto a lo que le había dicho su madre, de nuevo su madre había revivido algo que Andrea no quería, sin embargo lo que Cayetana no sabía era que Andrea no había olvidado todo lo que paso hace algunos años.

Mientras tanto en el rancho Alcazar donde vivían los hermanos Gallardo, Flavio y Arturo hablaban.

— Oye Flavio, Samuel ya en estos días está a punto de llegar, el mismo lo dijo hace unos meses, cualquier día nos da la sorpresa ya ves que siempre fue así, no avisa exactamente qué día.

— Si Arturo la verdad es que ya quiero que vuelva, nos hizo tanta falta todos estos años.

— Y lo más importante es que según me dijo, ya no se irá de nuevo.

— Espero sea así, ya han pasado mucho tiempo desde que se fue a España y bueno lo vemos cada año que vamos a visitar allá, sé que está estudiando y trabajando duro para darnos lo mejor ya que como dice él es el hermano mayor tiene que cuidar de nosotros y aunque ahora ya estamos grandes y nosotros también ya tenemos un trabajo, igual nos hace falta nuestro hermano.

— Sí que bueno seremos de nuevos los tres hermanos.

Samuel aun en su hotel en España listo para salir rumbo a Houston, de nuevo pensaba en que al llegar allá tenía que enfrentarse a muchas cosas de su pasado que aún estaban presentes, el recuerdo de esa mujer que había amado tanto pero que también le hizo tanto daño, pero tenía que volver no solo por enfrentar esa parte de su vida sino por sus hermanos, ellos le habían contado que en los últimos meses habían encontrado a dos chicas hermosas y que estaban enamorados de ellas y quería conocerlas, estaba dispuesto a enfrentar todo por sus hermanos.

Se preguntaba qué haría si de regreso se encontraba con esa mujer, posiblemente ella ya habría encontrado con un hombre que cumpliera con todos sus caprichos, entonces se preguntaba también porque luego de todos esos años aún seguía pensando en ella, tal vez porque nunca pudo decirle todas las cosas que sentía y todo el daño que le había causado. Mientas en el rancho del Junco.

— Andrea —dijo Cayetana.

— Mamá —respondió Andrea.

— De dónde vienes. —pregunto nuevamente su madre.

— De las caballerizas mamá, estoy muy cansada pero todo está ya bien, ya di instrucciones para el ganado que acabamos de comprar y que pronto vendrán.

— Andrea haces un buen trabajo gracias, te he dicho que eres mi orgullo.

— No tienes que agradecer mamá, yo hago esto porque siempre quise seguir con el trabajo arduo que papá hizo con el rancho, ahora me toca a mí sacarlo adelante.

— Lo se

— Me voy a dar una ducha mamá permiso.

— Andrea antes de que te vayas, quiero contarte que conocí al dueño del rancho "El Rincón" acaban de llegar a vivir acá y parece que se van a quedar a vivir por mucho tiempo y sabes una cosa, tienen un hijo muy guapo casi de tu edad, porque no sales con él.

— ¿Qué?

— Si, lo conocí, es muy guapo, muy responsable y de buena familia.

— Mamá sabes que yo...

— Andrea no has salido desde hace... hace mucho tiempo.

— Y no tengo intención de hacerlo, tengo mucho trabajo aquí en el rancho

— No te estoy diciendo que te cases con él, solo digo que salgas con él y si luego se da algo más pues estaría genial.

— Y si no.

— Andrea por favor, es solo una cena.

— ¿O sea que ya la programaste?

— No pude resistirme, esa clases de personas es con quienes nosotros nos debemos relacionarnos.

— Lo voy a pensar —dijo marchándose a su cuarto.

— Esta bien Andrea.

Su madre esperaba que ella aceptara y deseaba aún más que Andrea si se convertirá en el novio de ese chico llamado Horacio, porque Andrea se había vuelto para su madre la mejor de las hijas, su hija predilecta y no permitiría que le sucediera de nuevo lo que paso hace años.

—Andreita, espero que aceptes, porque no voy a permitir que aparezca otro bueno para nada en tu vida como hace años, no lo voy a permitir —dijo en voz baja hablando sola en la sala.


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Gracias por leer ^o^

DEJARTE DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora