Capítulo 9: El te abandono!

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El sábado había llegado, el día de la reunión.

— Andrea ¿a dónde vas? —pregunto Irina ya casi llega la hora de la cena.

— Ya vuelvo tengo algo importante que hacer, será muy rápido, no tienes que preocuparte.

— Ok, espero no te tardes.

Andrea se dirigió al banco para impedir que Samuel llegara a la cena. Samuel estaba a punto de salir bajo al estacionamiento y se asubio a su auto, estaba a punto de salir cuando vio que alguien estaba frente a su auto, era Andrea que no al parecer no se movería de allí, Samuel se bajó del auto.

— Estás loca, sigues con lo mismo, voy a ir a la cena y punto, así que quitare de enfrente.

— No me voy a quitar, solo piénsalo, no se... dame tiempo para resolver esto.

— ¿Resolver esto? Eso no tiene solución acaso no has pensado en que no lo vas a poder ocultar por siempre, tu madre tiene que entender que ellos se aman, aunque pensándolo bien creo que nunca lo hará, como no lo hizo conmigo.

— Ese no fue el problema, nosotros...

— No estoy para hablar de nosotros, ya no me importa, te lo dije ese día por teléfono y no me interesa remover todo, no quisiera nada que ver contigo pero mira el destino que nos vuelve a juntar, tus hermanas enamoradas de mis hermanos, quien lo diría, solo te digo una cosa, no voy a permitir que tu madre o tu lastimen a mis hermanos, y quítate de enfrente.

Andrea solo escucho todo lo que dijo Samuel y no sabía porque no había reaccionado, no había podido decir una sola palabra en su defensa, solo se quitó de enfrente, vio como Samuel salía rumbo a su casa, una lágrima cayó sobre su mejilla, se limpió esa lágrima con su mano. Andrea entonces se subió a su auto y lo siguió.

Ya llegando al rancho Andrea se bajó rápidamente casi al mismo tiempo que Samuel, sabía que no había vuelta atrás, Andrea corrió, sobrepaso a Samuel y entro primero.

— Estoy aquí, justo a tiempo.

— Que bueno que estas aquí Andrea —dijo Sofía.

— Mama aun no baja pero ya que llegaste y Samuel también —dijo Irina cuando Samuel ya había entrado.

— Sentémonos en la sala todos —dijo Sofía.

Cayetana estaba bajando las escaleras cuando los vio.

— Mucho gusto —dijo al ver a Arturo y Flavio, pero cuando vio a Samuel— pero que significa esto.

— Mucho gusto señora Cayetana, soy Samuel Gallardo, el hermano mayor de Flavio y Arturo los novios de sus hermosas hijas —dijo serio.

— ¿Andrea tú lo sabias?

— Mamá no hagas esto —dijo suplicante.

— ¡No! no voy a permitir esto, se largan de mi casa los tres.

Irina y Sofía no entendían nada, solo se veían impresionadas.

— Ya veo como es la situación señora, usted sigue siendo la misma, como no somos millonarios no cumplimos con el estándar que quiere para sus hijas.

— Usted no tiene el derecho de hablarme así, dije que se largarán.

— ¡Mamá Ya basta! —dijo Andrea— no voy a permitir que hagas esto, Flavio y Arturo son buenas personas, yo los apoyo y si no estás de acuerdo, entonces ellas tendrán que irse con ellos, eso quieres que se vayan y sean felices sin ti.

Cayetana le pegó una cachetada a Andrea, ella solo se tocó la mejilla y la vio.

— Quiero hablar contigo ahora mismo en mi despacho, y ustedes se largan de aquí ahora mismo, espero que cuando salga ya no están aquí —dijo y se marchó, Andrea se dirigió a sus hermanas.

— No se preocupen yo voy a solucionar esto, es mejor que les digan a ellos que se vayan, no quiero más problemas esta noche, luego hablaremos —vio a Samuel y entro al despacho.

Flavio, Arturo y Samuel se fueron un poco desconcertados, no querían pero ellas prometieron que hablarían con su mamá y Andrea.

— ¿Sabías esto Andrea?

— Lo supe hace unos días.

— ¿Y vas a apoyarlas?

— ¿Por qué no?

— Porque esos son los hermanos del hombre que te hizo mucho daño, te abandono cuando tú decidiste irte con él lejos, solo quería tu dinero, pero cuando supo que yo no iba a permitírselo, se largó, sin ti.

— No tienes que recordármelo, lo sé, pero ellos son iguales a Samuel, no lo entiendes.

— No lo voy a permitir.

— Yo tampoco, no voy a permitir que haga que mis hermanas paguen por un error que yo cometí.

— No Andrea, ¡no!

— No mamá, no voy a permitir que les hagas daño a mis hermanas.

— ¿Por qué dices eso?

— Quieres saberlo, tengo guardado esto desde hace tiempo, es cierto Samuel me abandonó y eso me dolió, pero tú en lugar de ayudarme, lo único que hiciste durante mucho tiempo fue recordarme día a día lo que él me hizo haciendo que sufriera más, en verdad me hubiera gustado largarme de aquí luego de lo que paso, pero no tenía a nadie más, entonces me tuve que quedar, porque tú sigues de una u otra forma manipulándome a tu antojo, siempre me recuerdas lo que paso y no mamá no lo voy a permitir, hare lo que sea para que mis hermanas no sufran como yo —dijo y salió del despacho.

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Gracias  a todos por leer y los lindos comentarios que me dejan en serio me animan ustedes son geniales los odoro, bueno esto va avanzando y para serles sincera sentia que no cuajaba la historia pero creo que voy por el camino correcto ^^ 

espero poder subir unos capis más dentro de unos días. 

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