Peter lo sabía. Ahora sí que todos se enterarían, pero eso no era lo que me preocupaba.. ¡Fran! Él se enteraría y ni siquiera quiero pensar que pasará.
¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?
-Pero Fran...
-Shh. No va a pasar nada. Él tendrá que aceptarlo. -Dijo dándome un beso en la frente.
-No quiero pensar en eso. Tampoco quiero verlo, no quiero ir a casa. -Dije haciendo un puchero. Jorge sonrió.
-No pensaba en llevarte a casa. -No le preguntaría donde pensaba llevarme, sabía que no me diría. Sólo sonreí. Minutos después llegamos a una casa grandísima. Era hermosa.
-¿Dónde estamos? -Dije mientras caminábamos de la mano.
-Te voy a presentar a mi banda. Aquí es donde practicamos. Entramos a una pequeña casa que había en el jardín. Estaba bastante nerviosa, quería darles una buena impresión a sus amigos.
-Hey, imbéciles. -Dijo Jorge saludándolos y yo solo reí. Ellos se acercaron a nosotros y nos saludaron, los tres tenían su mirada fija en mí. -Ella es Martina. -Dijo apretando mi mano para darme seguridad.
-¿Esta no es la chica que estaba justo afuera del escenario cuando salimos? Claro, sí. Todo tiene sentido ahora, no volvimos a ver a Jorge después de eso. -¡Oh, Dios! Estaba segura que me había sonrojado, con tan sólo recordar nuestro primer beso después de muchos años. Todos rieron, incluso Jorge, y yo escondí mi cara en su pecho por simple vergüenza mientras reía también.
-Martina, ellos son Diego, Xabiani y Damien. -Jorge dijo sus nombres mientras me señalaba a cada uno. Diego era rubio con ojos verdes, tenía muchos tatuajes. Xabiani y Damien eran bastante parecidos, los dos tenían el cabello castaño claro con ojos mieles, supongo que son hermanos.
-Hola. -Dije dándoles mi mejor sonrisa.
-¿Quién iba a pensar que nuestro querido Jorge tendría algo serio con una chica? -Le dijo Xabiani a Diego.
-La chica debe ser especial. -Dijo Damien.
-La chica es especial. -Dijo Jorge mientras me daba un beso en la mejilla.
Todos estábamos sentados hablando. Estos chicos eran muy agradables, me encantaba que Jorge me dejara entrar en su mundo, que me presentara todos sus amigos, que me dejara conocerlo.
-Mañana iremos al American Club, practicamos lo suficiente y estoy más que convencido de que nos irá bastante bien. -Dijo Damien.
-Sí y quiero que vengas, Martina. -Dijo Jorge mirándome- Si quieres puedes invitar a Mercedes.
-Me verán allá. -Sonreí y ellos igual. Seguimos hablando de cualquier tema que saliera en la conversación. Estaba pasando una muy buena tarde. Hasta que, un solo comentario, pareció arruinarlo todo.
-Tu madre llamó hace poco, Jorge. -Dijo Diego.
-¿Mi madre? ¿Qué dijo? -Le preguntó.
-Sí, dijo que quería hablar contigo urgente. Es sobre tu padre. -Jorge soltó mi mano y se levantó con furia. Saliendo y cerrando la puerta de un portazo.
Estaba completamente confundida. ¿Qué acababa de pasar? Los chicos se veían perdidos en su pensamiento después de lo que acababa de pasar. Me levanté a punto de salir
-Lo de su padre, no es su tema favorito. No creo que sea buena idea que vayas a hablar con él. -No entendía qué pasaba y por qué se puso así. Tendría que averiguarlo.
-Lo siento chicos, pero, necesito hablar con él. -Dije saliendo. Caminé por el jardín de la casa y lo vi, estaba sentado en una banca, fumando. Él me miró y al instante esquivó mi mirada.
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Eres Mia, Pequeña
FanfictionMartina Stoessel, Jorge Blanco. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos las estatura. Nunca estaban igual, tenían ideas diferentes. Él era dueño de sí mismo, ella una niña insegu...