Salí de la casa de Jorge y corrí, corrí, y corrí lo más rápido que pude. Probablemente me veía muy mal ahora mismo, pero me sentía muchísimo peor.
"Te quiero, Martina, siempre te he querido." Esas palabras se repetían mil veces en mi cabeza. ¿Cómo podía creer eso? Él todos estos años ha estado con otras chicas, él... ¿Por qué se fijaría en mí? ¿Si me quiere por qué nunca se atrevió a decirme nada?Llegué a casa y me encerré en mi habitación. Me recosté en la pared y lloré, como nunca. ¿Y si me quiere? ¿Por qué me ha hecho sufrir todo este tiempo? No lo entiendo, ¡no entiendo nada!
Los días en la escuela eran infernales, Jorge no había ido ninguno de estos días. Sólo quiero que esté bien... No sé si esto es mi culpa. No he hablado con nadie, ni siquiera con mis mejores amigos. Ruggero y Mercedes han venido muchas veces a casa y yo sólo evito el tema, no quiero hablar de eso.
Me encontraba en mi habitación viendo televisión y Fran tocó la puerta. Todavía no nos hablábamos por lo sucedido hace tiempo. Nos habíamos alejado, otra vez.
-Tini... -Dijo y entró. No le diré más nada por llamarme así, ¡ya que de igual manera lo hará!
-¿Qué quieres, Fran?
-Vale, ¿por qué están todos tan deprimidos últimamente? Mi mejor amigo, mi herman...
-¿Jorge? ¿Qué pasa con él? -Oh Dios, me sentía culpable. Muy culpable.
-No lo sé. Él lleva mucho tiempo así, lo hemos invitado a fiestas e incluso a algunos clubes con chicas, ya sabes, muy calientes. Él lo rechaza todo, sólo sale de su casa para ensayar con la banda, ha escrito muchas canciones. Para mí, está enamorado. No hay nada más que lo pueda poner así.
-¿Enamorado? Pero, ¿él está bien? ¿Por qué no ha ido a la escuela?
-Nos graduamos mañana, Martina. No le afecta en nada que no haya ido estos días. ¿Por qué tantas preguntas?
-Curiosidad.
-¿Y qué coño te pasa a ti? Te he notado muy triste últimamente.
-No es tu problema, ¿sí? Voy a hacer una llamada, ¿podrías salir de mi habitación? - Él suspiró y salió. Llamé a mi mejor amiga diciendo que necesitaba contarle todo. Quince minutos después, me encontraba en su casa desahogándome. Podía ser muy rápida cuando se trataba de esto.
-Martina... ¿Cómo pudiste decirle eso? Para él no fue nada fácil confesártelo. Él te quiere, pero es un imbécil que no sabe cómo demostrarlo y se guardó todos esos sentimientos.
-Yo no sé... -Dije entrecortada- No es fácil creerlo, ¿sabes? Es como si el maldito mujeriego que te gusta, se ha pasado todo este tiempo con... ¡Chicas! Con todas las que él se les dé la gana. Y después, te dice que siempre te ha querido.
-Martina... Él hace mucho, te besó. Luego lo alejaste, ¡te alejaste de todo! Recuerdo todas las veces donde lo trataste tan mal... Él simplemente se preocupó por ti. -Yo suspiré- No, Martina, no puedes negar que ese chico se preocupa por ti, porque lo hace y mucho.
-¿Qué tengo que hacer, Mercedes? Yo también lo quiero. ¡Lo quiero y muchísimo!
-Simple. Mañana se lo vas a decir.
-¿QUÉ? ¡No, no, no y no!
-Martina, ustedes dos deberían darse una maldita oportunidad. Así que mañana, lo buscarás y hablarás con él. Estoy segura de que él está mal.
-Dios... -Sequé mis lágrimas- Lo haré.
-Mañana te tienes que ver jodidamente perfecta, Martina.
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Eres Mia, Pequeña
FanficMartina Stoessel, Jorge Blanco. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos las estatura. Nunca estaban igual, tenían ideas diferentes. Él era dueño de sí mismo, ella una niña insegu...