11:11 a.m.

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"Un soñador es aquel que solo puede hallar su camino a la luz de la luna, y su castigo es que ve el amanecer antes que el resto del mundo"

—Oscar Wilde.


¿Desde cuándo mi vida se convirtió en el acto de un titiritero?

Sé que estoy destrozada y a punto de desfallecer. No sé en qué momento perdí el control de mi vida. Mis acciones y mi cuerpo son poseídos por mis irresponsabilidades y obsesiones... O al menos es lo que me dicen todos.


La chica castaña, hecha un lío de confusiones y frustraciones se tiró a su cama. De nuevo había llegado agotada de la preparatoria. Sus calificaciones no mejoraban, se quedaba constantemente dormida en clases, llegaba tarde y olvidaba las tareas. Ella estaba condicionada, a punto de perder la beca que tanto había anhelado desde pequeña para estudiar lo que tanto le apasionaba y que, por cuestiones del destino había recibido hace tres años una beca milagrosamente gracias a ser una chica talento. Ella es parte de ese dos por ciento de la población de su país.

A pesar de todas aquellos "defectos" a simple vista, Diana es poseedora de virtudes monumentales: es una experta en soñar despierta, es seria en momento que lo requieren, perseverante hasta los huesos, honesta en su forma más cruda, sensata incluso dormida, apasionada... y sobre todo, directioner. Sí, ella era fan de la boyband británica irlandesa, One Direction. Y a pesar de no saber a qué quería dedicarse el resto de su vida, de dos cosas estaba segura a sus jóvenes diecisiete años. 1) Quiere dedicarse a lo que más le apasiona, ayudar a las personas y ser reconocida por todos en todo el mundo. 2) Quiere conocer One Direction, a esos cinco chicos que lY salvaron la vida.

Esos cinco chicos que, muy desafortunadamente hace medio año se convirtieron en cuatro; siempre fueron uno de los pilares que hoy sostienen su vida, cuando sus padres no estaban para ella, cuando sus amigos no estaban para ella, ellos siempre lo estuvieron para ella. Era maravillosa la manera en la que ellos lograban llegar a su corazón con melodías y letras a través del tiempo y el espacio. Sin un roce cuerpo a cuerpo, ellos lograban erizar su piel y latir su corazón. Le daban fuerza y seguridad para cumplir sus sueños al igual que ellos lo hicieron. Ella podía hacer todo lo que ella quisiera porque ellos siempre le hacían sentir especial con el simple hecho de ser directioner. Ellos siempre le decían lo hermosa que es aún sin conocerla.

Cada vez que miraba hacia atrás, exactamente al momento en que había terminado su tarea un domingo por la noche y todavía le quedaban algunos megabytes para navegar por la red, sonreía; porque había tomado una de las mejores decisiones de su vida. Pudo entrar a cualquier página para jugar un juego, pero decidió ingresar a youtube para saciar su curiosidad del por qué todos hablaban de esa nueva banda de moda, que ni su nombre recordaba. Le dio click al primer video que apareció y su vida cambió para siempre, quedó embelesada por tales rostros, música y palabras.

Ella observó sus pósters, todos ellos eran de aquellos cinco chicos. Aún no se había atrevido a pegar uno donde solo estuvieran los cuatro, pero el hueco en el tapiz de su habitación, al lado de la mesa de su laptop, indicaba que muy pronto sería llenado.

Diana siempre soñaba despierta y confiaba ilusamente en que algún día su sueño de conocer a sus salvadores se vería realizado.

Ella sonrió, dulce y traviesa; tomó su laptop y lo posó sobre sus piernas dispuesta como todas las tardes después de llegar de la preparatoria, a entrar a twitter.

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