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"Puedes tener el talento, pero mientras tu voluntad no contribuya, estarás perdido"

—Yazmin H.C.

Los discos, recortes de revistas, las imágenes impresas, mis dibujos e imágenes guardadas en la memoria del celular y en mi computadora... y sobre todo los recuerdos, eran lo único que me quedaba de One Direction.

Por más que buscaba en el navegador y en las redes sociales, no había rastro alguno de que One Direction existió alguna vez.

Cuando salí de la preparatoria y vi a mi madre sentada esperándome, le pregunté si sabía quién era One Direction y ella negó con la cabeza. Le pregunté si sabía quién era Harry Styles, Niall Horan, Louis Tomlinson, Liam Payne o Zayn Malik, y también lo negó argumentando que dejara de inventar nombres tan raros que no podía pronunciar.

Durante todo el trayecto de vuelta a casa caminé con la mirada gacha, los puños cerrados y los ojos cristalizados maldiciendo a quién quiera que fuera el autor de este estúpido juego de las escondidas.

Al llegar a casa, fui corriendo a mi habitación alegando que tenía mucho que estudiar si quería aprobar el examen de este próximo viernes. No mentí, pues realmente tenía mucho que estudiar pero no hice eso, lo que hice fue tirarme a la cama y llorar.

Lo sé, fue un acto cobarde y estúpido.

Después de confesar su dolor a la almohada, Diana cayó en un profundo sueño. Mientras tanto, a unos cuántos kilómetros de su casa se hallaba Daniela, su mejor amiga... llorando por lo mismo... y quizá había más personas como Diana y Daniela que también lloraban desconsoladamente por lo mismo... ¿quién sabe?

Esta mañana, después de maquillarme bajé al comedor, siendo recibida por un jugo de naranja y unas tostadas con mantequilla sobre un plato, listos para ser consumidos por mí.

Me sentía devastada mentalmente, toda la semana la había pasado estudiando para el examen de conocimiento, las inscripciones serían este miércoles y presentaría el viernes. Y, si lograba pasar ese examen, otra prueba se sumaría: el TOEFL.

Era algo muy apresurado, pero la escuela que organizaba aquello era nueva en Londres y prometía una excelente educación y un excelente ambiente de estudio, y qué mejor que reunir a los mejores estudiantes de algunos países para invitarlos con una beca a estudiar un semestre allí.

La idea resultaba sumamente atractiva, pero el proceso para ganar aquello era estresante; mas, aún así valía la pena.

—¿Cómo te sientes Daniela? —preguntó su madre mientras limpiaba la cocina y se disponía a salir a regar el suelo.

—Un poco cansada pero puedo sobrellevarlo —dijo dándole un sorbo a mi jugo de naranja.

—Me alegro, verás que valdrá la pena todo el esfuerzo —añadió antes de salir por la puerta trasera.

La relación de Daniela con su madre no era tan estrecha. Ella cumplía su deber como hija obedeciéndola y ella cumplía su deber como madre cuidándola, pero nada más. Muy pocas veces había realmente amor maternal. Daniela estaba consciente de que su madre la quería, pero muy pocas veces lo demostraba; y quizá, ese era uno de los detonantes por las cuales quería irse a estudiar a otro país, o mejor aún, a otro continente.

Cuando llegó a clases, fue directo a sentarse a su lugar de siempre y empezó a platicar con sus amigas acerca de las buenas nuevas sobre One Direction, pero no creyó que le dijeran tal atrocidad:

—¿Quién es One Direction?

De pronto pareció como si todo el mundo se hubiera fumado algo y ese algo les hubiera matado las pocas neuronas que tienen.

11:11 🌠 Our wishesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora