"Las decisiones eran solamente el comienzo de algo; cuando alguien tomaba una decisión, estaba zambulléndose en una poderosa corriente que llevaba a la persona hasta un lugar que jamás hubiera soñado en el momento de decidirse"
-Paulo Coelho (fragmento tomado de El Alquimista).
Al salir de las clases y llegar a casa, Diana y Daniela reanudaron su conversación. Diana le contó cada detalle de su deseo a Daniela. Ella temía en el fondo que Dani la juzgara, pero afortunadamente no lo hizo. No sabía si era porque no terminaba de creer que Diana había causado aquello o porque era su mejor amiga y la comprendía.
-¡No puedo creerlo! -exclamo Daniela por décima octava vez en el día-. Todo suena tan surreal... pero no imposible. O sea, todos creemos que el 11:11 es mágico, pero no a tal grado de poder cumplir uno de tus deseos. ¿Por qué no deseaste que me casara con Niall eh?
Diana rio alegre ante el retorcido comentario, Dani nunca dejaría al rubio en paz.
-Ya, ya. Lo sé -Diana suspiró por vigésima quinta vez en el día-. Pero lo que más me desconcierta es ¿por qué tú y yo? ¿Por qué solo nosotras los recordamos?
-Quizá no seamos las únicas -respondió Daniela en un susurro casi inaudible poniéndose seria de repente.
-¿Qué quieres decir? Ya le he preguntado a docenas de personas a mi alrededor y todas me tachan de loca y mentirosa.
-Bueno, es que entiendo porque tú los recuerdas; si realmente es por el deseo que pediste obviamente los vas a recordar, pero no entiendo porque yo también.
-Quizá es porque eres muy cercana a mí.
-Quizá... o quizá, entre las siete mil millones de personas que hay en el mundo hay otra u otras que también los recuerdan.
-¿Pero de qué dependen que los recuerden o no? -inquirió Diana.
-Esa es la pregunta a la cual aún no tengo respuesta.
Y entre observaciones e hipótesis, ambas amigas se sumergieron en una interminable conversación dónde, cada planteamiento propuesto, era igual de improbable que el otro. Pronto dieron las siete y la hora de la cena llegó.
-Bueno, creo que ya es muy noche y tienes que estudiar Diana -dijo Dani empezando la despedida.
-No, ambas tenemos que estudiar, aún no me olvido de ese examen que me platicaste el mes pasado.
-Tienes razón, yo también debo de estudiar -Dani rio-, pero ya no lo haré hasta mañana. Me duele la cabeza de tanto pensar en ese asunto.
-Sí, a mi también -concordó Diana.
-Mejor mañana seguimos hablando ¿vale tía? -De nuevo Daniela imitó falsamente un acento español.
-Tú y tus intentos fallidos de parecer española -dijo Diana entre risas.
-¡Hey! -Protestó Daniela- Joder tía, que me sale mejor que a ti.
-Si claro, lo que digas -respondió Diana altanera.
-Bueno, ya a dormir.
-De acuerdo, hasta mañana Dani. Que descanses.
-Igualmente Diana. Te amo mucho -gritó Dani mandando un sonoro beso.
-Yo también Dani -respondí y estaba a punto de colgar cuando de repente se me ocurrió decir algo-. ¡Espera Dani!
-¿Qué pasó?
-Solo te quería decir que no pienses tanto en la causa del deseo. Aún no estamos seguras si la causa fue la hora, y de todos modos ya está hecho. Lo que necesitamos es hallar una solución.
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11:11 🌠 Our wishes
Подростковая литератураANTES ME GUSTARÍA HACER ESTA SUPER MEGA MPORTANTE ACLARACIÓN: Aunque esta historia tiene como base a One Direction y sus fans, creo que seas o hayas sido un directioner o no, disfrutarás de esta historia porque a fin de cuentas, ESTA NO ES UNA HISTO...