Sam.

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Querida Lola: Estoy siendo literal.

Y es en serio, estoy siendo realmente literal. Mi mamá es prostituta. ¿Jamás te lo había contado?

Bueno, creo que es hora de que lo haga entonces: oye Lola, mi madre es una puta.

¡Uf! El peso que me he quitado de encima ha sido enorme. Gracias al cielo. Lo dije.

Y por si te lo preguntas, no, no me siento realmente mal ¿Sabes? Es un trabajo. Y genera dinero. Dinero que utiliza para alimentarme. Para mandarme a estudiar. Para suplir mis necesidades banales como un helado o el internet, por citar lo más importante, o para pagar los recibos de la casa.

África es una buena persona. Ha sido una madre ejemplar en todo lo que la palabra da la posibilidad de abarcar. En cuanto a lo de una persona moralmente bien construida, pues bueno, eso se lo dejo a la sociedad. De todas maneras no me meto en sus cosas. Lo único que a mí me incumbe es nuestra relación de madre-hijo. Lejos de eso, su trabajo es su trabajo y no tengo ni puta idea de cómo carajos van las cosas por sus asuntos.

Por cierto, África. Así se llama mamá.

¿Genial, no?

Yo suelo molestarla a veces porque le digo que tiene un nombre de continente. Por eso, cuando tú me mandaste lo del brote de ébola lo primero que hice fue reírme como pordiosero y hacerle burla cuando regresó a casa por la noche.

Me dio un sopapo con su cartera y me dijo que solo babosadas aprendía en internet.

Me perviertes Lola.

¡Mala influencia!

(¬_¬)

Por cierto, ya tengo la cuenta de Skype.

Mañana.

8:30 PM.

Tú.

Yo.

Videollamada.

Con ansiedad por verte, el sexy de Sam.

PD: #Ola_Ke_Ase #Yo_Tambien_Odio_Twitter #Tus_Hashtags_Son_Adorables.

Lithium (Una memoria)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora