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-Ikebukuro, 4 meses antes-

Departamento de Shinra y Celty

7 de febrero, altas horas de la noche

Durante el camino a casa del médico, Izaya pensaba que no estaba muy alejado de saber quién podría ser Anónimo. Tenía que ser alguien habilidoso en cuanto al uso de la pluma. ¿Se trataría de algún mecanógrafo, secretaria u otra persona con un trabajo que implicara mover las manos con sutileza? Sería algo anticuado dado que vivían en la época de las máquinas, pero nada excluía a personas de edad avanzada.

Al presente momento, Izaya había hecho una lista de posibles candidatos (la lista reposaba en el folder que llevaba en mano), entre los que se contaban inconformes ex miembros del Awakusu. Izaya esperó que Anónimo fuera alguien nuevo porque no estaba de ánimos para mayores decepciones.

—¿Orihara-kun? —saludó Shinra, invitándolo a pasar a la sala.

—Es Izaya —repuso el informante sentándose en el sillón más grande. Como siempre sucedía, Izaya dio muestras de sentirse bastante cómodo en compañía del médico.

—Izaya —repitió Shinra para hacerse al hábito porque, habiéndolo llamado por su apellido durante la escuela secundaria, Shinra encontraba un tanto difícil dirigirse a él por su nombre de pila. Viendo que Izaya no había ido a visitarlo por una consulta, tomó asiento frente a su amigo. En realidad, era de los pocos amigos que tenía. A veces se preguntaba si eso era bueno o malo.

—¿Necesitas algo? —preguntó Shinra con aire curioso.

—Sí, información —dijo Izaya como si resultara lo más obvio del mundo.

—¿Está relacionado con el Awakusu?

¿Quién lo diría? ¿Te las das de detective?

—No. Es sobre nuestros compañeros de Raira.

—¿Eh?

—Intento hacer conexiones entre una mujer asesinada y cierta persona que ha tenido a bien proponerme un juego. ¿Recuerdas a Hiroki-san?

—¿Takanashi-san?

—La misma.

—Recuerdo que solía sentarse detrás de ti. ¿Por qué...?

—En verdad que tienes una memoria excelente. No por nada eres médico. Sí, Hiroki Takanashi ha sido encontrada muerta en casa de Shizu-chan. Me mostré curioso por ello y Shiki-san me ha confirmado su identidad.

Shinra no volvió a interrumpir pese a lo intrigantes que le resultaban las palabras de Izaya. Esperó a que éste siguiera relatando el resto de aquel suceso. Aun así, no dudaba que apenas se fuera Izaya, no tardaría en llamar a Shizuo.

—Sucede que al parecer es necesario sepa más de esa mujer. En realidad, apenas recuerdo su rostro, lo cual es extraño, pero supongo que me he empeñado en guardar datos más útiles. Vine para pedirte que me prestes tu anuario.

—¿No guardas el tuyo?

Izaya pareció ofenderse porque lo consideraran una persona nostálgica.

—No lo tengo —dijo Shinra buscando su taza de café.

—¿Quién lo tiene?

Shinra no preguntó cómo sabía que lo había prestado. No se molestó en mentir.

—Lo tiene Shizuo.

Izaya se puso serio de pronto, pero trató de poner nuevamente una expresión relajada. Quiso marcharse, pero no tardó en hacerse escuchar el timbre de la entrada. Shinra se levantó para recibir al recién llegado, que esperaba se tratara de Celty.

El Segundo del InformanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora