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Ok, lo de haber vuelto a la normalidad no duró ni tres días cuando todo se volvió a ir a la basura de nuevo.

La última vez que salí por las puertas del hospital, había sido con una gran sonrisa y lleno de felicidad.

Ahora, estaba a punto de salir de aquel hospital, pero no con las mismas emociones; ahora lleno de temor y pánico.

Pero, no temor por algo, sino de alguien.

¿De quién?

De "Izzie".

Cuando estaba llegando al piso donde se encontraba su habitación, la primera impresión me dejó en shock y paralizado durante unos segundos.

Al final del pasillo, Izzie se encontraba encima de una enfermera gritándole y golpeándola, rodeada de enfermeros y doctores (mi padre entre ellos) tratando de parar los golpes. La enfermera no hacía nada más que pedir ayuda a gritos y se podía observar que Izzie era la única que traía sangre en sus manos; no tenía idea de si era de ella o de la enfermera, pero la idea de que no fuera de ella de un cierto modo me aterrorizaba.

Pero eso no fue lo peor.

Justo cuando reaccioné y corrí a toda velocidad hacia ellas, mi novia me miró penetrantemente a los ojos. Podía jurar que se veían de un tono rojo y negro. No era ella, era otra persona apoderándose de mí Izzie.

Después de haber cruzado miradas unos segundos, ella se encontraba encima, pero ahora de mí. Me arañaba, me daba puñetazos en el pecho, trataba de hacerme daño de todas las formas posibles.

Pero no me dolió ninguno de sus golpes, ella era demasiado débil como para hacerme daño físicamente. La única cosa que sí me dolió como si me hubieran arrojado desde lo más alto del hospital, fue el hecho de que me gritara en la cara dos palabras crueles y fuertes.

"Te odio"

Hospital lover.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora