Estábamos en su habitación, ambos en silencio agarrados de la mano; no era incómodo, al contrario, era bastante agradable.
— ¿Puedo preguntarte algo? — rompió el silencio al fin.
—Por supuesto — respondí.
Se levantó de su camilla situándose frente a mí.
Fruncí el ceño, ¿qué estaba haciendo?
Imité su acción haciendo que ambos quedáramos a centímetros.
Quise retroceder por instinto y nervios, pero la silla que estaba justo detrás de mí me lo impedía.
Mi corazón empezaba a palpitar cada vez más rápido, tal vez esta podría ser mi oportunidad.
— ¿Me amas?— preguntó mirándome penetrantemente a los ojos.
Su inesperada pregunta y su intensa mirada me llevaron a hacer algo que ni si quiera tuve tiempo de pensar dos veces si debía de haber reaccionado así o no.
La había besado.
Había besado aquellos suaves y cálidos labios que ansiaba por tocar desde hacía meses.
Fue el beso más perfecto que había dado en toda mi jodida vida.
Nos separamos con los labios rojos, un poco hinchados, pero con una sonrisa sobre estos aún.
La miré a los ojos, tal y como ella había hecho segundos antes.
— ¿Eso responde a tu pregunta?
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Hospital lover.
NouvellesProméteme algo: siempre creerás en la frase: "Si fueron hechos para estar juntos, el destino de encargará de unirlos.", porque amigo, es jodidamente cierto eso. No importa la mala vida que tengas, el destino siempre se encargará de juntarte con la p...