IV - Empieza el instituto

23 4 1
                                    

Un sonido agudo despierta mis sentidos, y seguidamente, la canción: "The final episode", del grupo de heavy metal: "Asking Alexandria". Tras pararla, y maldecir un par de veces el despertador, me levanto.

-Bueno, a despertarse, que empieza el instituto.- Digo, mientras descorro la cortina, y subo la persiana.

Me visto rápidamente, y voy al salón a desayunar. Descorro la cortina del salón, subo la persiana, y me asomo al balcón. Llevo un par de días pensando en comprar un par de sillones y una mesa, para el mismo, pero como ni si quiera he cobrado el primer mes, solo puedo valerme de mi cuenta y de la tarjeta regalo de mi pariente, la cual se está vaciando a un ritmo alarmante. Por suerte, Fermín me suele invitar a comer en el bar, así que por la comida no hay problema. 

Hago el desayuno. Una tortilla francesa, con un par de tostadas, y un café. Me lavo la cara, me lavo los dientes, y me peino. Tras echarme algo de colonia. Cojo la mochila, las llaves, el móvil y la cartera, además de los auriculares, que suelen ir conmigo siempre. 

Cierro la puerta y cojo el ascensor, para bajar al sótano. En el sótano, están los trasteros. Abro el que se corresponde con mi piso, y el único que se abre con la llave de mi trastero. Dentro, encuentro la bici de mi pariente, y el casco que he comprado hace un par de días. Cojo la bici, y subo por las escaleras hasta la planta superior. 

Ahí me espera Ernesto, con su singular sonrisa, y su traje negro, el cual permanece mirando al horizonte por unos segundos hasta que digo:

-Buenos días don Ernesto. 

-Buenos días señor Daniel.

-¿Como se encuentra en esta agradable mañana?

-Perfectamente, gracias por preguntar.

-Yo me alegro. ¿Ha bajado ya Almudena?

-La señorita bajó hace ocho minutos, y justo después, bajó el señor Juan, a su paseo matutino por la ciudad.

-Muchas gracias don Ernesto. Espero que no se le haga pesada la mañana. 

-Páselo bien en el instituto.

-Gracias, y adiós.- Digo mientras salgo por el portal, y cojo la gran avenida central de Córdoba.

Son como las nueve y media, y todavía quedan restos de la hora punta. Algunos atascos, y gente a la que no le gustan las bicicletas. Hay tramos en los que debo bajarme e ir a pie porque es insoportable, pero por fin llego a la avenida de mi instituto. Cojo un par de callejones, y aparezco en la puerta.

Es mi primer día. Tiene que ser algo que se recuerde, porque lo primero, es dar buena impresión a los profesores. Por eso, hoy vengo con is mejores galas. Una camiseta negra de la serie "SAO", una sudadera negra de "Death Note", con la silueta de "Riuk" a la espalda, y unos vaqueros cortos. 

Al llegar a la puerta, veo los típicos grupos de gente, que van con su charla matutina, de vuelta al colegio. Veo a amigos reencontrarse, y nadie que reconozca, ni me suene. Ni si quiera veo a Almudena, pero no importa, cuanto mas alejada esté de mi, mejor. He venido aquí para estudiar, no para hacer amigos y salir con ellos por las tardes.

Entro, y dejo la bici en el típico lugar para aparcarlas. Le pongo el candado, y me voy para dentro. Subo las escaleras de la entrada, hasta una especie de tablones, donde están puestos los nombres, y las clases. Me ha tocado en "1ºB", junto con veintiocho personas más. En el cartel, anuncian que la hora de entrar a las clases es a las diez y media. Faltan como diez minutos, así que decido buscar mi clase, y si me pierdo, preguntar a alguien.

Subo escaleras, recorro pasillos, doy vueltas, recorro pasillos, bajo escaleras, hasta que me canso. De casualidad, unas chicas, están hablando, justo donde me he parado.

-Perdonad, ¿sabéis donde puedo encontrar la clase de"1ºB"?

-¿Bachiller o E.S.O.?

-Bachiller.

-Al fondo del pasillo, tuerces a la izquierda, subes, tuerces a la derecha, y estarás en el pasillo de bachiller. Lo demás, es encontrar la clase.

-Muy bien, muchas gracias.

-No hay de que.- Dice la chica, y avanzo hacia el lugar indicado. 

Entro en el pasillo, y encuentro la clase. Todos están entrando. Entro, cojo un sitio individual, en la penúltima fila, y me siento. Casi nadie se ha percatado de mi presencia, así que las cosas, empiezan bien. El grupo empieza a sentarse, y el profesor se decide a presentarse.

Por la expresión de la gente, puedo deducir, o que el profesor es nuevo, y nadie le conoce, o que casi todo el mundo en nuevo, y nadie le conoce. En resumen, que casi todos empezamos de cero. 

-Bien, empecemos. Mi nombre es Pedro, y voy a ser vuestro tutor, en lo que que resta de curso. Y para empezar, os diré lo básico.- Dice, mientras se acerca a la puerta, y la abre.- Esto es de libre elección, así que el o la que decida irse, está en su derecho.- Empezamos bien.

En ese momento, un chico, algo mas alto que yo, y con unas pintas de chungo, que echan hacia atrás, entra en la clase. 

-Se podría llegar antes.- Dice el tutor.

-Comeme la p*lla.

-Esa no es una actitud correcta.- Dice el tutor. Me mira, y se acerca a mi.

-Quita de mi sitio.- Hay tensión, pero no me altero.

-No.- Digo firmemente.

-Tu quieres que te reviente la cara a ostias, ¿no?

-Por tu comentario, puedo deducir, que llevas mucho tiempo aquí.- Digo.

-Dos años, ¿algo mas?

-Entonces, ¿eres mayor de edad?

-Si. Al final te meto en la boca.- Dice, y levanta el puño. 

Agarro su brazo. Lo giro, y con un movimiento rápido, se lo pongo en la espalda, y lo tumbo en el suelo.

-Tus muertos. Cuando me levante, te voy a matar.

-¡Si te digo que es mi sito, es que es mi p*to sitio! ¡¿Te enteras?!

-Si.- Dice casi llorando.

-Pues la próxima vez, te parto el brazo.- Digo, y tiro un poco mas hacia arriba, para que sufra un poco mas, y luego lo suelto.

Los profesores de guardia, aparecen, y se lo llevan.

-Bueno, continúe la clase, si es tan amable.- Digo, y el tutor, sigue con la explicación. 

-Pues, como iba diciendo, esto es voluntario. Nadie está obligado a venir, así que si alguien tiene intenciones de venir con la actitud misma a la de vuestro compañero, mejor que no vengáis. Habiendo dicho esto, ¿alguien tiene alguna duda?

-No.- Responden al unísono.

Tras eso, nos explica, como van a estar organizadas las clases, nos horarios, las clases por la tarde y demás. Esto plantea un reto para mi, y no es el primero. En una semana y media, es fin de mes, y tengo que empezar a pagar luz, agua, etc. 

Me agobio solo de pensarlo. Por eso, hoy he decidido hacer horas extra en el bar, para ganarme un extra a final de mes. 




Mi vida como estudianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora