XVI - Un extraño mensaje

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-Entonces quedamos en eso, la mitad al entrar y la mitad al salir.

-En efecto, pase a recoger su llave al rededor de las ocho.

-Ok, muchas gracias.- Digo, y finalizo la llamada. 

-Buenos días, ¿quien era a estas horas?

-Nada, una tía lejana, que se ha puesto enferma,y me han dicho que me llegue a verla, el próximo fin de semana. Le han dado un mes como mucho.

-Que pena, ¿no? Si quieres nos llegamos a verla el sábado.

-Vale.

-Bueno, yo me voy que tengo examen, así que no me esperes para almorzar. El último del curso. ¿Quieres que te lleve?

-No hace falta. He dormido poco y necesito despejarme, así que iré en bici.

-Vale, pero ten cuidado a la vuelta, que hace mucho calor. 

-Lo tendré en cuenta. Suerte en el examen.- Digo, y le doy un beso.

Sale de casa, y al cerrar la puerta, un sonido muy conocido, emana de mi smartphone. Es la "bat-señal", alguien me requiere a través de mi teléfono móvil. No creo que sea importante, ya que son las ocho de la mañana, pero, no importa, acudo a la llamada raudo y veloz.

El mensaje es de un número desconocido.

*Hola, ¿eres Dani, el novio de Alicia?*

*Si, el mismo. ¿Quien eres tu?*

*Me llamo Marina, soy una compañera de Alicia, no se si sabrás que dentro de unos días es su cumpleaños. Por eso, sus amigos, hemos decidido celebrarle una fiesta sorpresa, y nos gustaría que nos ayudases*

*Hola Marina. Me hace mucha ilusión la idea, y me gustaría participar, pero ahora mismo no tengo tiempo, si puedes llamame sobre las dos y media del mediodía, y me explicas los detalles.*

*Ok, no te preocupes, te meto en el grupo para que te conozcas a al resto.*

*Genial. Me tengo que ir. Adiós.*

*Adiós.*

Tras cerrar la aplicación. Cojo mi mochila, y con mi bici, pongo rumbo al instituto. Mientras llego, empiezo a darle vueltas a todo lo de la fiesta sorpresa. Además, ha dicho dentro de unos días, y supongo que no sabrá que es mañana.Espero que no lo jodan todo.

Ah, es verdad, que no os he contado nada. Bueno, es que es un secreto. Sabéis que mi tía se está muriendo, ¿no? Pues no, no tengo ninguna tía que se esté muriendo. La llamada era para confirmar una reserva en el hostal en un pueblo a las afueras de la ciudad, porque es el cumple de Alicia. Pero es una sorpresa, no se lo digáis a nadie, y menos a Alicia.


Mientras vuelvo a casa, mi teléfono suena, con la típica canción estándar que suelen traer todos los móviles. Me detengo bajo un árbol. Me pongo los auriculares y activo el modo "manos libres".

 -¿Quien es?

-Soy Marina, hemos hablado esta mañana por mensaje.

-Ah, si, es verdad. Bueno, ilumíname.

-Esta tarde, sobre las nueve y media. Te envío la ubicación por mensaje. Lo único que tienes que hacer es coger el tres, frente al corte ingles, y contar cinco paradas. Ahí te bajas, y sigues el mapa. 

-Genial, ¿solo tengo que hacer eso?

-Cuando estemos todos, limpiaremos un poco el local, y diré las funciones de cada uno, para que se lleve a cabo la sorpresa.

-Bueno, tiene mucho sentido. Estoy llegando a mi casa, luego nos vemos. 

-Adiós.- Y cuelga.

¿Que coño acaba de pasar? Creo que nada bueno. 

Sigo con mi camino hasta el bar. Al llegar, saludo a Fermín, y me pongo a trabajar. Hoy no tengo mucho trabajo, pero el pobre Fermín no puede lavar los platos, o eso dice, y, por desgracia, me toca estar en la cocina.  En realidad me gusta, ya que no me hace mucha ilusión lo de atender a los clientes.

Por fin. Una tarde mas que se pasa. Salgo de currar, me voy a casa, a ducharme, y, preparar la cena para ir a tomar por el culo, a limpiar el local, del cual todavía no me ha llegado la ubicación. El pan de cada día, señores.

Voy siguiendo el mapa. Parece como si estuviera jugando al mítico juego de pokemon, el cual se ha hecho viral. Al torcer una esquina, un grupo de personas, algo mayores que yo, se agrupan frente a un local cerrado. Me acerco a ellos, y presupongo que será para lo de la fiesta.

-Buenas, es para lo de la fiesta de Alicia, ¿no?

-Si, dice una de las chicas. Yo soy Marina, encantada.

-Oh, por fin nos conocemos. Soy Dani, mucho gusto.

-Bueno, pues ya estamos todos, así que entremos. 

Entramos, en la lúgubre estancia.

-El local es de un familiar, así que no os desfaséis mucho.

-Tranquila, yo prometo no desfasarme, pero el Jäger no promete nada.- Dice un chico al fondo.

-Joder, que sucio, yo paso de limpiar.- Me giro, y miro al chico.

-¿Que pasas de limpiar? Me he pasado seis horas en el instituto, nada mas salir, me he ido a trabajar, durante siete largas horas, y sin comer nada. Ahora mismo, mi novia está en mi casa esperándome, mientras se come la cena que le he preparado, y yo podría estar allí tirandomela, pero no, estoy aquí para limpiar el local, ahora limpia.- Digo cabreado.

-A sus ordenes.- Dice, y agarra una fregona con miedo.

El resto le toma la palabra.  Marina nos organiza. Uno de los chavales ha traído las sillas en su coche, y las hemos desapilado,  limpiado y apilado de nuevo en hileras de diez.

Montamos y limpiamos la barra, e incluso limpiamos el w.c., cosa que no me esperaba que tuviese. Tras acabarlo todo, alguien aparece con un par de bolsas y varias mesas plegables, las cuales montamos y limpiamos. 

Las bolsas traían el alcohol, el cual habían pagado entre varios de ellos. Marina nos ha recordado que debíamos abonar el importe de la fiesta, el cual asciende a diez euros por cabeza, que incluye, comida bebida, y alquiler del local.

Acabamos cerca de las once y media. Y yo ya estoy desesperado. Todo el mundo se va, y marina, muy amablemente se ofrece a llevarme. Por el camino me va diciendo lo que tengo que hacer. Me deja en la puerta del edificio, y subo, por el ascensor hasta mi casa. La once cincuenta y ocho. Llego justo a tiempo.

Introduzco la llave en la cerradura. Abro. Las luces están apagadas. Cincuenta y nueve. Alicia esta durmiendo. Entro en mi habitación, cojo la caja, y salgo. Entro en su habitación de nuevo. 

-Alicia, despierta.

-(Voz de somnolienta) ¿Que quieres? Tengo sueño.

-Toma esto.

-¿Que es? - Pregunta mientras lo coge.

-No lo abras todavía.

-Vale.- Dice.

-A ver, cinco, cuatro, tres, dos, uno... Feliz cumpleaños. Ahora puedes abrirlo.

-Gracias. A ver, ¿que es?- Tensión típica de pre-regalo.

-Descúbrelo tu misma.- Lo abre.

-Joder, ¿esto es de "Tous"?- "Tous" es una marca de joyas muy conocida, y cara, muuuuy cara.

-Si, plata de la buena.

-Muchas gracias, no se como agradecerte.- Dice emocionada.

-No tienes que hacerlo.

-Bueno, ¿quien sabe?- Dice. Y su expresión cambia.


Y bueno, el resto, supongo...

Supongo que os lo podéis imaginar...



Mi vida como estudianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora