Me despierto. Salgo de la cama, y me visto. Son las ocho de la mañana. Me hago un café, y salgo a correr.
Suelo hacerlo los fines de semana, ya que entre semana, no tengo tiempo.
Mientras corro, voy repasando lo que debo hacer hoy. Primero, limpiar el piso, luego, comprar, preparar el almuerzo, y estudiar el resto del día. Lo malo, es no poder leer mis nuevas adquisiciones. Tengo unas ganas enormes de empezar a leer "Los juegos del hambre", y eso que me llegaron ayer.
Al volver, Ernesto, está esperando en la puerta.
-Buenos días don Ernesto.- Digo al entrar.
-Buenos días señor Daniel, ¿ha acabado su jornada de deporte matutina?
-Si, como todos los fines de semana.
-¿Leyó usted algo anoche?
-No, estaba algo cansado y me acosté temprano.
-Bueno, espero, que me dé noticias muy pronto.
-No creo, ya que hoy tengo que estudiar, pero intentaré sacar un hueco para leer.
-Espero que se le dé bien el día.
-Gracias, igualmente. Adiós.- Digo, y cojo el ascensor hacia mi casa.
Mi casa. No me había percatado hasta ahora, pero esta es mi casa. Me la he ganado con el sudor de mi frente. Me gusta.
-Buenos días.- Dije al entrar-. ¿Como has pasado la noche?- Le digo al pez, mientras le echo de comer.
Me ducho, y me cambio. Son las diez, y tengo que limpiar. Me pongo a ello. Primero, pongo algo de música. Luego, abro las ventanas para que se ventile el piso, y para finalizar, empiezo a recoger y limpiar mi casa.
No pasa mucho, hasta que acabo de recoger y limpiar todo el piso. Después de eso, hago una lista de lo que necesito comprar, y salgo a hacer las compras.
Mientras camino, voy recordando, lo que tengo que comprar. Refrescos, carne, unas pizzas, servilletas, pan, algo de sal, y unos fideos, ya que quiero hacer sopa para el lunes. Hago las compras con tranquilidad, y, aun así, vuelvo a casa antes de lo esperado.
Salgo del comercio en cuestión, y me dirijo hacia mi edifico, cargado con varias bolsas. Al entrar en el portal, me encuentro a Almudena, la cual lleva unas bolsas de basura en sus manos.
-Buenos días Dani.
-Buenos días Almudena, ¿que tal estas?
-Genial, tirando la basura.
-Interesante.
-Ah, esta tarde, he quedado con algunas amigas, ¿te apetece venir?
-Puede que tenga algo que estudiar, pero no importa, iré encantado.
-Genial, a las ocho paso a buscarte.
-Estaré esperando.- Digo, y subo hacia mi casa.
Entro en el ascensor, y pulso el botón que indicaba el número de la planta en la que se encontraba mi casa, y las puertas del ascensor, se cierran, y este sube, con su peculiar sonido.
La puertas se abren, saco las compras, y se vuelven a cerrar tras de mi. Abro la puerta de mi casa, entro, dejando las bolsas sobre la cocina, y me tumbo en el sofá.
Tengo que estudiar, y quiero estar cómodo, pero, hace mucho calor. Me levanto, abro la ventana, y decido poner la comida.
Pongo a calentar las albóndigas, mientras voy colocando los utensilios necesarios para la comida. Enciendo la tele, cojo un refresco de cola, de la nevera, y me siento en el sofá, a esperar a que la comida esté lista.
Cuando están preparadas, caliento la salsa de tomate en el microondas, y la esparzo por encima de las albóndigas, como si me fuera la vida en ello. Esparzo también un poco de queso en polvo, y comienzo la ingesta de los alimentos anteriormente citados.
Mientras que veo la televisión, un programa me llama la atención. Trata sobre fantasmas, y avistamientos de fantasmas en pisos y residencias de estudiantes. Decido no darle mas importancia de la que tiene, y, pongo el noticiario nacional. No hay mas que accidentes y cosas sin importancia, así que recojo la mesa, la cocina, y empiezo a memorizar fechas, formulas, y filósofos antiguos.
Me pongo una alarma en el móvil, para tener tiempo de acicalarme antes de la salida de esta tarde.
Tras pasar unas horas, la alarma de mi móvil suena, y, con eso, finalizo mi sesión de estudio. Me ducho, me visto, y me como un sándwich, antes de salir.
El timbre de mi casa, suena, y, Almudena aparece.
-Buenas tardes Dani.
-Buenas tardes. Hoy vienes genial.
-Lo mismo te digo. Voy a ver si te presento a alguna de mis amigas, a ver si cuela, y ligas con ella.
-No hace falta.
-Si no es por ti, es por ellas, que les hacen falta novios.
-Bueno, haré el esfuerzo, ¿nos vamos?- Digo, y salimos del piso.
Hoy está muy elegante, lleva un vestido azul, el pelo suelto, y unos pendientes del miso color, está perfecta. Bajamos por el ascensor, y salimos a la calle, donde se encuentran unas cuatro chicas, de mi edad, las cuales se presentan, y ofrecen la posibilidad de ir a un local cercano, a consumir productos alcohólicos.
Ante la aprobación de todos, nos ponemos en marcha.
-Bueno, Dani, ¿como es vivir solo.
-Es duro. Por una parte es genial, ya que no hay reglas, pero por otra, es un coñazo, ya que las reglas, tienes que imponerlas tu. Hay que alternar trabajo y estudio. A veces, tienes que estar hasta tarde trabajando, otras hasta tarde, estudiando...- Digo.
-Puff, tiene pinta de ser chungo.- Dice una de ellas.
-Ah, ¿hoy donde vamos? Que nuestra cafetería de siempre, esta cerrada por reforma.- Dice otra.
-Joder, que putada, ¿no?- Digo.
-Supongo. Bueno, podemos buscar otro sitio.
Y con esa frase, empezó la búsqueda del nuevo lugar para cenar. No hemos tardado mucho en encontrarlo, así que pedimos algo, y nos vamos a dar una vuelta por la ciudad...
He de decir, que, pese a que llevo un mes sin subir, no tengo ninguna excusa. No me he encontrado con las suficientes fuerzas como para escribir un capítulo. Pero, como no quiero aburriros con mi vida, escribo esto, para decir que posiblemente, no esté muy activo, ya que se acerca la recta final del curso, y debo estudiar mucho. También, quiero decir, que a parte de esta historia, estoy escribiendo también, la segunda parte de "memorias de un vendedor de armas", y estoy con otro proyecto, el cual conoceréis mas adelante, hacia finales de Junio, o, principios de Julio. Disfrutad el capítulo tanto como yo he disfrutado haciéndolo.
Un saludo, Waixin999.
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Mi vida como estudiante
Fiksi RemajaPues si, como muchos estudiantes, mis intereses difieren de los de mis progenitores, y por eso, y gracias a la ayuda de un pariente, me mudo a otra ciudad para poder estudiar lo que realmente me interesa.