El día que decidí coger el tren, un dos de septiembre, me enfrentaba a todo un mundo al que no estaba acostumbrado.
Al bajar del tren, junto con mis cascos, y mi cartera, además de las llaves del piso, cojo un bus de línea hasta el centro, y de ahí, callejeo hasta el pequeño y estrecho callejón donde me alojaba.
Abro la puerta y lo primero que hago es abrir el cuadro de la luz, para encender los aparatos electrónicos. Lo primero que me encuentro es un mueble a la izquierda, donde hay un cuenco para poner las llaves. En este, hay una carta, y las llaves del trastero. Cojo la carta y la pongo sobre la mesa del salón. En este estaban todos lo paquetes que había estado enviando desde que volví a Asturias.
Descorro la cortina. Abro el ventanal, y subo la persiana. Me encuentro la terraza, que da a la calle. Para que os ubiquéis, si miro hacia la derecha, puedo ver el centro comercial "El corte inglés". Ubicados pues, prosigo.
Mientras observo el "paisaje", recuerdo la carta que me había encontrado momentos antes. Entro en el piso, me tiro sobre el sofá y la abro.
"Querido Daniel:
Se que esto que haces es duro, y por eso, antes de irme, he decidido dejarte algo para que no se te haga tan cuesta arriba. En tu habitación, he dejado una tarjeta regalo, de esas, para que puedas comer este mes, y he hablado con un amigo, para que te cuelen en un bar. Tienes todos los detalles en tu habitación. La nevera esta llena. Me he hecho cargo de los gastos de la comunidad, y de la luz, este mes, así que no debes preocuparte. En el trastero, tengo una vieja bicicleta, que con un poco de grasa, podrás usar para transportarte. Creo que no se me olvida nada. Si ocurre algo, o tienes algún problema, en el frigorífico hay un papel con mi teléfono fijo.
Pd: En el cuarto "B", hay una muchacha de tu edad, que por lo que he escuchado, va a ir a tu instituto. Si te interesa, pásate por su piso, para presentarte y decir que me he mudado, ya que su madre es la presi de la comunidad. Te deseo mucha suerte."
Cierro la carta y me levanto del sofá.
-Pues que guay. Me ducharé, iré a comprar algo. Haré un bizcocho de esos "de sobre" e iré a saludar a la presi.- Dije para mi mismo, y empecé a desempacar mis cosas.
Lo primero que hice fue entrar a mi cuarto. Desembalo la caja que pone "posters y decoración".
Empiezo a sacar posters. Uno de "slipknot", otro de "Sword Art Online", y demás. Cuando esta hecho. Saco la caja que pone "PC". Saco el ordenador y lo monto en el despacho. Y así sucesivamente hasta que termino de desempacar todas las cajas. En cuanto a todos los libros que envié, están todos en una caja, junto a mis mangas y cómics. Los coloco en la estantería del despacho, y monto los altavoces del ordenador. Así con todo, hasta que acabo de organizar y desempacar todo.
-Bueno, pues todo desempacado. Ahora solo me queda organizar la ropa, ponerla en el armario. Contratar el internet. Hacer de comer. Y hacer la cama. Eso es importante. Ah, y tirar la basura.
Meto todo el cartón de las cajas y todo el plástico de embalar (plástico de burbujas) en una bolsa grande de basura, y la dejo junto a la puerta. Mi piso, ya se va pareciendo mas a una casa, y menos a un fumadero de crack.
Abro la puerta de mi habitación, bueno, lo de "mi habitación", es relativo, ya que solo hay una habitación. Encuentro el somier, y un colchón apoyado en el armario. Lo pongo sobre la cama a duras penas, e intento colocar mi ropa sobre el, de forma ordenada y normal.
Primero agrupo camisetas, y lo subdivido en: manga corta y manga larga. Luego los pantalones, lo mismo: pantalones cortos y largos. Luego, sudaderas, y para finalizar, calzoncillos y calcetines.
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Mi vida como estudiante
Teen FictionPues si, como muchos estudiantes, mis intereses difieren de los de mis progenitores, y por eso, y gracias a la ayuda de un pariente, me mudo a otra ciudad para poder estudiar lo que realmente me interesa.