-Buenos días.
-Buenos días, ¿por que traes esa sonrisa?
-Nada, solo que acabo de encontrar una colección de libros, que llevo varias semanas intentando comprar, a mitad de precio, y me he emocionado.
-Te encanta leer, ¿verdad?
-No te haces una idea.
-Cambiando de tema, ya tengo la lista de la compra hecha, y los horarios de limpieza y demás, la paso a un pendrive y en cuanto pueda, la imprimo en una papelería.
-Vale, como prefieras. Te he dejado el desayuno, me voy a trabajar.
-Vale, yo me quedo limpiando, y a las una me voy que he quedado para estudiar.
-Entonces, ¿no almuerzas aquí?
-No creo. Sabes, deberías venirte, seguro que un grupo de universitarias podrá ayudarte en tus estudios.
-Genial, pues cuando acabe en el bar, subo, cojo la mochila, y me llego a su casa.
-Vale.
-Me voy, que Fermín me espera, junto con los cuatro gatos de siempre.
-Pásalo bien.
-Lo mismo digo.
Finalizo la conversación. Y me voy a trabajar. Saludo a Ernesto, y cruzo la calle, hasta llegar al establecimiento, en el cual trabajo. Entro, saludo a todos los presentes, y comienzo mi jornada, mientras Fermín, se va de vuelta a su casa.
Friego la "cocina", y la dejo preparada para el almuerzo. Limpio la barra, y algunas mesas, mientras sirvo las ocupadas. La mañana pasa muy lentamente, y el número de clientes asciende a seis. Ya no queda ninguno.
Hago como que limpio, pero, no se que hacer. Me paso las horas muertas sin hacer nada, hasta que a las dos, Fermín llega, y mi turno, al fin, finaliza.
Salgo de trabajar, subo a casa corriendo, me ducho, y recibo la dirección de la casa vía whatsapp.
Cojo un autobús, y pongo rumbo hacia la casa donde había quedado. EL bus me deja muy cerca de la casa, así que al bajar, solo tengo que torcer una calle, y timbrar. Es el segundo, tercera puerta. Una chica, contesta al interfono.
-¿Si? ¿Quien es?
-Hola, soy Daniel, Alicia me dijo que viniera.
-Ah, venga, eres tu. Sube, pero no uses el ascensor, que está estropeado.
-Vale.
La puerta se abre, y entro al edificio. Alguien, está saliendo a la vez que yo entro, le saludo, me devuelve el saludo, y continuamos cada uno por nuestro lado. Subo las escaleras, y al llegar hasta el segundo piso, una chica, mas alta que yo, y con tono amable, me invita a pasar.
Al entrar, Alicia, está de espaldas, y varias chicas, están junto a ella, mientras repasan unas ecuaciones, casi inteligibles para mi. Parece idioma "marciano".
-Hola Alicia.- Digo, mientras le un brazo por el hombro. Ella me devuelve el saludo con un beso.
-Hola, no te esperaba tan pronto.
-Pues aquí estoy.
-Oye, entonces, ¿es tu novio?- Dice una de ellas.
-Si. Llevamos una semana.- Dice ella, en tono amable.
-No me lo creo.- Dice otra, la cual está saliendo dela cocina con un cuenco enorme lleno de palomitas-. ¿Queréis?
-Oh, si. Gracias.- Digo, mientras cojo un par de ellas.
-Entonces, ¿lo habéis hecho ya?- Dice una de ellas.
-Venga, dejad de decir tonterías, y vamos a empezar.- Dice otra de ellas.
Comenzamos por: economía, una asignatura que no se me da muy bien, y de la cual, tengo un par de ejercicios, y un examen para el próximo viernes.
-Entonces, esta incógnita, pasa aquí, y así, obtenemos el resultado.
-¿Tan fácil?
-Si, en realidad, esto es solo aplicar fórmulas.
Una de las chicas, entra en el salón, con una botella de whisky, y nos invita a dejar los estudios, y a hacer un pequeño descanso para charlar, y comer algo, que han pasado tres horas desde que llegué. Supongo que este es el ritmo de las universitarias.
-Bueno, tengo una pregunta, y espero que no os ofenda, pero, ¿si ella es mayor de edad, y tu eres menor, y estáis saliendo, eso no era delito o algo así?- Dice la que va por la mitad de la botella de whisky.
-Técnicamente no, sería un delito, en el caso, de que ella, abusara sexualmente de mí, ya que al ser menor, sería una doble condena, pero, al tener dieciséis, ya me puedo casar, y tener relaciones sexuales consentidas con ella, y, a su vez, ella conmigo.
-¿Te has planteado estudiar derecho?
-No se lo ha planteado, vino aquí por eso.- Dice Alicia.
-Te verías bien con una toga.
-Bueno, no se...
-Chicas, ahora es mi novio, dejadle.- Dice Alicia, muy convencida.
-Escuchad, tengo que irme en veinte minutos.- Dice la dueña del piso-. ¿Podéis ayudarme a recoger?
Dicho y hecho, tras decir eso, nos pusimos a recoger todo lo que habíamos dejado en medio, y en diez minutos, estaba, como si acabásemos de llegar. Nos despedimos, y cada uno se fue a su casa.
-Oye, has estado muy bien, creo que serás un gran abogado.
-Tu tampoco lo has hecho mal, no pensaba que pudieses saber tanto sobre matemáticas.
-Eso me alaga. Por cierto, ¿que vamos a hacer? ¿Vamos a tomar algo, o prefieres ir a casa?
-Lo tengo todo pensado. Vamos a casa, pongo a descargar una película, la que tu quieras, y mientras se descarga, limpiamos la casa, y hacemos la cena. Después, bajo al bazar de ahí al lado, compro ganchitos y chuches, y vemos la película tranquilamente después de cenar, ¿que opinas?
-Me parece perfecto, de todas maneras, no tenía ganas de salir.
-Pues rumbo a casa.
-Oye, si vas a ser abogado, ¿no deberías dejar de evadir la ley descargando películas de manera ilegal?
-He dicho que quiero ser abogado, pero no soy tonto.
-Buena respuesta.
Y así, concluimos la tarde de sábado, tras esto, nos aguarda una noche de cine, y puede que de algo más. Por si acaso, hay preservativos en el cajón de mi escritorio...
* * *
-Buenos días, por fin es sábado, doy por finalizada la semana.
-Buenos días, ¿a que se debe tanta energía?
-No se, solo me he tomado un par de cafés un un redbull, llevo toda la noche sin dormir.
-Eres un bestia. Bueno, cambiando de tema, tu no tenías novia, ¿no?
-No, ¿por que lo preguntas?
-Nada, por si querías salir conmigo.
-¿Pregunta o afirmación?
-Pregunta.
-Sabes, llevo toda la noche, pensando en como declararme.
-¿Enserio? Pensé que ibas a decir que no.
-Pues te equivocabas, te quiero.
-Lo mismo digo.- Dice. Se levanta, me abraza, y me besa. Ardo en deseos de contarle esto al chaval que se sienta delante de mí, en clase.
Pues sí, amigos, esto llega cuando menos te lo esperas, pero, una llamada inesperada mientras veíamos una película, haría que se diese la vuelta a la tortilla. Pero eso lo descubriremos en el próximo capítulo. Estén atentos y no cambien de canal.
ESTÁS LEYENDO
Mi vida como estudiante
Novela JuvenilPues si, como muchos estudiantes, mis intereses difieren de los de mis progenitores, y por eso, y gracias a la ayuda de un pariente, me mudo a otra ciudad para poder estudiar lo que realmente me interesa.