La Venganza Del Orgullo Rey [Frostcup]

2. La Vida del Inofensivo Nerd

La alarma comenzó a sonar y el pequeño castaño que se encontraba descansando en su gigantesca cama comenzó a despertar.
Sin despegar la cara de la almohada empezó a estirar el brazo tratando de apagar al molestó ruido que interrumpió su plácido sueño.

-¡Cállate, de una puta vez, maldito aparato!- Grito malhumorado, harto del ruido. Como no encontraba el botón decidió lanzar al pobre aparato hacia una pared, haciendo mil pedazos al despertador.
Volvió a acurrucarse en su cómoda cama dispuesto a conciliar nuevamente el sueño. Pero una pequeña bola de pelo oscura y de brillantes ojos verdes comenzó a lamer el rostro del pobre castaño que solo deseaba volver a dormir.

-Chimuelo basta- El oji-verde corrió al felino hacia su costado haciendo que cayera al piso. Pero el gato era demasiado insistente volviendo a subir cada vez que el castaño lo corría.
Después de la quinta vez consecutiva, el castaño se rindió, se sentó en la cama y acaricio al felino, el cual respondió a sus caricias con un suave ronroneo.
Estaba por levantarse de la cama cuando alguien toco la puerta, y sin esperar a que el castaño diera permiso una rubia se adentro a la amplia habitación.

-A ver flojo, es mejor que te levantes rápido. No quiero volver a llegar tarde- Le recrimino la rubia cruzadas de brazos, mirando al castaño con leve molestia.
Astrid Hofferson famosa modelo de ropa, una rubia oji-celeste, de 17 años ruda, poco femenina pero con una belleza de diosa. Ella nunca asistió a una escuela ya que sus padres contrataban tutores privados, ahora mismo esta trabajando para la empresa de moda Vikingo H, la cual trabaja desde sus 13 años. Allí conoció a Hiccup, al principio peleaban como perros y gatos pero con el tiempo se volvieron más unidos, casi inseparables.

-Buenos Días Hiccup, ¿Como amaneciste?. Buenos dias Astrid, para el culo pero me alegro que te preocupara- Dijo sarcásticamente mientras, se levantaba de la cama y se acercaba a Astrid la que se reía por el comentario de su único amigo.

-Menos bromas mas preparación, te estaré esperando abajo para desayunar, no tardes- dijo para luego abandonar la habitación cerrando la puerta y dejando solos a Hiccup y chimuelo.
El oji-verde se dirigió hacia el baño que había dentro de su cuarto, prendió la radio y tomo una larga ducha, después de un rato salio, se cambió con lo primero que vio, se acerco a su escritorio y agarro las cosas que necesitaría en el día. Estaba apunto de abandonar la habitación cuando recordó que estaba dejando algo muy importante, se dio vuelta y agarro de su mesa de noche el estuche con sus anteojos de marco rojo.
Bajo lo mas rápido que pudo las escaleras, se había tardado mucho y no tenia ganas de aguantar a Astrid quejándose de que era mas lento que un perezoso y esas cosas.
Llego al gran comedor y vio no solo a la rubia, sino que también a su padre y su madre sentados en la larga mesa repleta de comida.
Se sentó al lado de la rubia, quien lo miraba acusandoramente. Una sirvienta trajo un plato con hotcakes y una tasa de chocolatada. El oji-verde le agradeció y comenzó a devorar el desayuno.

-Buenos Días hijo, hoy vamos a tener una día bastante lleno de trabajo. Es por eso que le dije a Astrid que viniera primero a casa- le comentaba su padre sin despegar la vista del artículo de reseña hacia su nueva entrega de ropa de otoño.

-Creo que lo mejor seria que faltes a la escuela hijito- le dijo su madre con el tono mas dulce posible. Pero eso no evito que el castaño se ahogara con un trozo de hotcakes.

-¿¡Qué!? Mamá no puedo. Tendré examen de Química y no quiero faltar- Le suplicó Hiccup.

Valka, lo miro dudosa, si fuera por ella y su esposo su hijo tendría a los mejores tutores de toda la ciudad, siendo los dueños de una de las más grandes empresas de moda, pueden darse el lujo de cualquier cosa, pero su único hijo solo deseaba una vida común y corriente de adolescente, asistiendo a una escuela pública. Al principio estaban en contra a la locura de su hijo, pero como fue tanto el deseo de Hiccup no les quedo otra mas que aceptar, poniéndole una condición, que seria la cara de la revista de moda junto con Astrid.