5. Un Conejo secuestra zanahorias. Descanso de odio

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Eran ya las 10 de la mañana, el albino se encontraba sentado en su banco, fingiendo prestar atención. Estaba realmente feliz, ya que su compañero de tortura hacia días que no aparecía por el instituto, además de que su condena de quedarse mas tarde ahí, había sido removida por un tiempo. Nada podía borrar la altanera sonrisa del oji-celeste. Todo era alegría hasta que el director mando a llamarlo, fue ahí donde su corta felicidad murió.

El castaño, en cambio, se encontraba aislado en su cuarto negándose a salir. Estaba recostado en la cama, tapado por completo con la colcha, pensando en porque le sucedían todas estas cosas, si el era bueno con todos.

No quería hablar con nadie, ni con sus padres, ni con Astrid, tampoco con punzel o Anna; y mucho menos con Guy. No es como si estuviera enojado con él, pero ahora solo deseaba estar solo, solo con la compañía de su fiel felino Chimuelo.
Quien como si entendiera a su humano, lo consolaba con un suave ronroneo.

Estaba todo en silencio y así era como quería estar Hiccup. Pero esa tranquilidad no tardo mucho en esfumarse, unos fuertes golpes en la puerta lo hicieron saltar del susto.

-Hicc, somos nosotras. Abri, tenemos noticias-Era la alegre voz de Punzel y no tardo en hacerse presente la de Anna.

-Hiccup, vamos abre. No podes estar todo el día deprimido. Nos preocupas- dijo con un tono de compasión. El pequeño castaño, pensaba en negarse y seguir con su depresión pero al final y al cabo, no pudo decir que no.

Se levanto de la cama, saco la traba y le abrió a sus castañas amigas, quienes al verlo se alegraron y no dudaron ni un segundo en mostrarle su aprecio con un abrazo.

-Menos mal, pensé que jamas abrirías las puerta- Dijo Punzel, mientras soltaba a Hiccup y se sentaba en la cama.

-Nos tenias muy preocupadas -Anna se sentó en el suelo y apoyó su espalda en la pata de la cama.
Hiccup las miro y les sonrió, ahora se sentía mal por preocupar a las personas que quería. Sintiéndose un completo torpe.

-Lo siento chicas, no quería preocuparlas- Se disculpó, completamente apenado.

-Oh Hiccupy, no te tendrías que estar disculpandote con nosotras. Con el que tendrías que disculparte es con el pobre de Guy- Dijo Punzel en un suspiro.

-Es cierto, después de enterarse de la foto infiltrada de la revista. Se sintió culpable y ahora esta destruido echándose la culpa de todo- Comentó Anna y Punziel solo le dio la razón.

-Chicas, acaso vinieron a ayudarme o a empeorar mi situación. Porque si es por lo segundo lo están haciendo de 10- dijo Hiccup con una sonrisa fría.
Las jóvenes al instante se arrepintieron de lo que dijeron, venían a ayudar a su amigo no a incentivar su lado emo.

-Tenes razón, vinimos acá para darte unas geniales noticias- Cambio el tema Anna.

-Es verdad, Hicc. La revista que tenia la foto, fue sacada de la venta- Dijo Punzel, los ojos del castaños se abrieron como dos platos.

-¿Qué?¿¡Encerio!?- Poco a poco una sonrisa de verdadera felicidad se comenzó a dibujar en el rostro del castaño.

-Si, no sabemos bien como sucedió pero todas las copias de las revistas fueron confiscadas ¿No es genial?- Anna alzó los brazos en señal de entusiasmo. Hiccup sentía como sus esperanzas renacían de nuevo, pero no tardaron en volver a morir.

-Pero eso no es nada, ¿Que hay de los medios de comunicación o las redes sociales? La foto seguramente ya debe estar circulando por todos lados- Dijo con un tono de tristeza. Las chicas no dijeron nada, ya que sabían que su amigo tenia razón.

-Los medios de comunicación firmaron un contrato de confidencialidad y hackearon las cuentas que hicieron publica la foto en las redes sociales. Esa foto nunca existió, ya me encargue de que se borrara de la faz de la tierra- Hiccup se sorprendió al escuchar esa voz tan familiar para él. Se giro lentamente y se encontró con Guy apoyado en el umbral de la puerta.

La Venganza Del Orgullo Rey [Frostcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora