Era sábado por la tarde y una pelirroja de salvajes rulos, pensaba pasar un tranquilo día, mirando películas o jugando videojuegos, en su casa ya que hacia mucho frío como para salir.
Pero una visita inesperada termino con su día de tranquilidad. El desesperado atrás de la puerta, no dejaba de tocar el timbre como un lunático y Mérida mentalmente supuso de quien se trataba.Abrió la puerta y el pequeño castaño entro sin siquiera saludar.
Mérida suspiro, cerrando la puerta pero antes pudo ver a un par de chicas corriendo en la calle en busca de su presa que acababa de escapar con éxito.-Peque, ya estas en zona segura. Ninguna loca a menos que decee morir vendrá aca, te lo aseguro- Dijo Mérida Burlona mientras se cruzaba de brazos.
Hiccup quien se encontraba escondido atrás del sofa, asomo su cabeza para confirmar si lo que dijo su amiga de la infancia era cierto, y así fue.-Gracias Meri, me salvaste el pellejo- Dijo suspirando y acercándose a la pelirroja, quien lo tomo del cuello, sorprendiendo al castaño.
-Mas que tu pellejo, yo diría que acabo de salvar tu virginidad- Dijo comenzando a reír por lo rojo que se estaba poniendo el pequeño Hiccup.
-Meri, sos mas desubicada que payaso en un velorio- Dijo sonriendo, siempre que se encontraban estos dos comenzaban una batalla de frases sin fin.
-Y vos mas inoportuno que escena de porno en una película familiar- se miraron desafiantes por unos segundos, pero no resistieron la tentación y comenzaron a reír como locos.
-Hace tiempo que me tenias abandonada- Decía Mérida fingiendo estar dolida, mientras se sentaba en el sillón y luego se sentó Hiccup a su lado.
-Lo siento Meri, sabes que con el tema de la revista y la sesiones de foto no tengo tiempo para nada- Suspiro cansado.
-Eso y agregando que ahora sos la razón del celo de todas las perras de la escuela- dijo con una risa leve, se dio vuelta para mirar a Hiccup a la cara.
-Prefiero no tocar ese tema- Dijo con una expresión de fastidio. Mérida comenzó a reir y sacudió amistosamente a Hiccup de los hombros.
-Bueno, es Hora de divertirnos ¿Jugamos videojuegos o jugamos a la guerra vikinga como cuando eramos chicos?- Dijo la pelirroja con cierta malicia. Hiccup la miro asustado y se aparto de ella.
-NO-Nego rápidamente, mientras levantaba sus manos en defensa propia -Sos muy bruta jugando a la guerra de vikingos, todavía me acuerdo cuando me sacaste un diente, por pegarme con un palo- Dijo acusando a Mérida con la mirada, como si todavía la odiara por ese momento.
-Ei, tenia mis razones. Te habías robado mis dulces- Dijo la pelirroja que de un salto se había parado en el sillón, Hiccup reía.
Mérida siempre había sido así de activa. Cuando apenas se conocieron, el pequeño castaño solo tenia 5 años, mientras que la pelirroja era un año mayor.
Los padres de ambos se conocieron en un club de alta clase social dedicada a la colección de artefactos vikingos, un día ambas familias se juntaron a cenar y ahí fue donde ambas criaturas cruzaron por primera vez miradas. Hiccup siempre fue un chico timido y si no fuese por la personalidad inquieta y curiosa de Mérida, jamas habrían sido amigos.-Yo no me robe tus dulces- le siguió el juego Hiccup, también parándose en el sillón.
-Si lo hiciste!- Le grito comenzando a saltar. La pelirroja siempre que se encontraba con el castaño dejaba salir su lado mas infantil.
-Noup. Estoy siendo injustamente culpado, ¡Exijo un abogado!- Dijo gritando a la nada.
-En la guerras de vikingos, los jueces no existen. Acá las cosas se arreglan EN PELEAS DE VIDA O MUERTE- Sin poder cubrirse Merida salto encima de Hiccup, cayendo ambos en el mullido sofá.
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La Venganza Del Orgullo Rey [Frostcup]
FanficEl orgulloso Rey Frost ha sido derrocado de su trono. Esta furioso... Un simple plebeyo en las artes de la sensualidad le arrebato todo. Desea venganza... Pero él no contara con que sus sentimientos se interpongan en su camino hacia su venganza. "Ju...