10. Paso Mucho Para Un Solo Sabado

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Después de la charla entre Hiccup y Jack. El albino se encamino a la casa de Mérida con una sonrisa de victoria y egocentrismo.
Se sentía realmente bien y no parecía tener ningún remordimiento por la cruel decisión que tomo.
No tardo mucho en llegar a la rustica casa de dos pisos, cruzó el pequeño jardín delantero y agarró el picaporte de la puerta principal, con la intensión de adentrarse al hogar para escapar del terrible frío que estaba comenzando a hacerse notar.

Se adentro a la casa sin pedir permiso alguno, camino hasta el salón para poder contarle de su magnifica actuación a sus mas confiables amigos, pero no encontró a nadie.
Registro bien el salón, la cocina y el comedor, pero no había rastro ni de la pelirroja, ni del peligrisaceo.

-¿Donde demonios se metieron?- Dijo entre molesto y preocupado. Subió las escaleras y justo cuando piso el ultimo escalon, vio a su amigo tratando de trabar la puerta del baño con su voluptuoso cuerpo.

-¿Conejo? ¿Que haces?- La voz de Jack, hizo que Dan se percatara que el albino había llegado.

-oh, EH... Que oportuno. Volviste- No pudo terminar su frase que fue interrumpido por el fuerte empujón que provino desde dentro del baño. Casi logra tumbarlo, pero milagrosamente pudo volver a trabar la puerta.

-¿Quien esta ahi?- Pregunto el Albino temiendo a la respuesta.

-Una salvaje en su periodo, con problemas de ira descontrolada y esquizofrenia. Es en extremo peligrosa- Dijo entre asustado y burlón- A menos que en los pliegues de tu ropa de nene caprichoso tengas un tranquilizante para humanos...- Otra vez el mismo empujón, que Conejo pudo controlar.- Retracto lo dicho, un tranquilizante pero para oso, caballo, ballena, hipopótamo... ¡¡¡¡¡Ocelote!!!!!- Un estruendoso golpe se escuchó, sobre la puerta.

-Te estoy escuchando. Maldito hijo de puta- hizo una pequeña pausa y volvió a gritar- Tu madre es una santa, ¡vos sos la puta acá!- Jack tuvo que retener una carcajada que quiso escapar de su garganta, pareciese que la pelirroja todavía no sabia que él se encontraba viendo el cómico espectáculo.

- Olvida el tranquilizante, trae la pala. Si la noqueo, salvare muchas vidas inocentes-

-Conejo cabeza de nuez. Retrasado come huevos. O te dignas a dejarme salir o ya te pones a escribir tu testamento- Dijo entre forcejeos. Conejo miro a Jack con una cara que mostró verdadero miedo.

-No quiero morir, hay tantas cosas que quiero hacer. Mañana me llega la jaula tamaño humano, con los accesorios "Domando a tu Oka salvaje" que compre por Mercado Libre- Dijo lamentándose y luego se quedo pensando un momento- Oh era ¿Oku?, ¿Ake?, ¿Loki?... ¿Eko? Mmmh .... Oh, oh! Ya me acorde, era Uke!... Aunque no se bien que demonios significa Uke-.

-¿Jaula? ¿Para que quieres una Jaula?- Pregunto Jack. Y conejo lo miro como si su pregunta tuviera la respuesta mas obvia del mundo.

-Es para Guy, es obvio. Voy intentar enamorarlo con mi sensualidad y si no lo logro, cosa que veo imposible. Siempre esta el plan B- Dijo alegre de su genialidad- Secuestrarlo y esconderlo en el sótano antes de alguien mas se de cuenta de su inmensa ternura-.

- A veces me das miedo- Dijo Jack con una leve sonrisa. Era la primera vez que el albino veía a su amigo tan empeñado en captar la atención de alguien. ¿Acaso ya se volvió loco?

-Dan, ¿Jack volvió? Sacame, YA de acá. Quiero partirle su blanca dentadura de un puñetazo- Mérida volvió a hablar y comenzó a forcejear aun mas fuerte.

-¡Maldito cerebro de escarcha. Ya veras cuando salga de aquí, te golpearé tan fuerte que ni dios te reconocera!- Grito furiosa.

-¿Por qué esta tan enojada? Hasta donde se no hice nada- Intento justificarse Jack. Conejo solo lo miro algo nervioso.

La Venganza Del Orgullo Rey [Frostcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora