7. Alabad Al Nuevo Rey. La venganza Comienza

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Un Rey sentado en su trono de oro solido con incrustaciones de piedras preciosas, observaba el hermoso salón con una sonrisa egocéntrica, los pilares de mármol pulido se extendían hasta lo mas alto, la larga mesa repleta de los mas exquisitos manjares, las decoraciones de época medieval dignas de un rey como él y no olvidemos a las hermosas doncellas con poca ropa que harían lo que fuera por el albino, por su rey.

Todo marchaba bien, las doncellas alimentaban a su rey, le brindaban bailes eróticos y llenaban sus egocéntricos tímpanos de cumplidos lascivos. Hasta que la gran puerta principal se abrió dando paso a una hermosa peli grisácea con una mascara de coneja, sus prominentes pechos cautivaron toda la atención del rey oji azul y ella sin vergüenza alguna se sentó en su regazo, cosa que tampoco el rey rechazó.

Esta llevaba un traje de conejita muy provocativo, el joven albino comenzó a recorrer el cuerpo de la traviesa coneja con sus manos, desde sus piernas hasta su cuello. Lo único que le molestaba era esa maldita mascara que no le dejaba ver su rostro.

-Hola, hermosura. Haz sido una coneja muuuuy mala y voy a castigarte como se debe- Dijo seductoramente. Agarro la mascara que llevaba puesta y se la quito lentamente.

-Haceme lo que quieras papi- Dijo horrorizando al albino. Era rostro de Dan con expresión de excitación total.

Del mismo susto, el rey salto del trono y cayo de relleno en el suelo. Cerro los ojos del dolor y cuando los volvió a abrir pudo observar con alivió su cuarto.

-Solo fue una pesadilla. Una horrible, horrible pesadilla- Dijo secando el sudor de su frente, de solo recordar eso le recorría un escalofrío por todo su cuerpo.

Eran apenas las 8:00 am, tenía tiempo de sobra. Así que decidió tomar una larga ducha, para olvidar ese tenebroso sueño.

Después de un rato salio y se vistió con una remera negra, su buzo favorito de color azul con diseños de escarcha en la capucha, hombros y pecho, unos pantalones marrón claro y sus zapatillas del mismo color que el buzo.

Bajo y se dirigió a la cocina, se preparo un sándwich bien cargado de todo, ya que tenia un hambre de muerte. Mientras comía su desayunó, su celular sonó y atendió sin fijarse quien era.

-Hello?- Dijo dándole otro mordisco a su sabroso sándwich.

-It's meeeeeee- Comenzó a cantar conejo, del otro lado de la linea.
Al escuchar la voz de su amigo, volvió a su memoria la desagradable escena del sueño haciendo que se atragantara.

-Rey? Albino? Mi narcisista amigo? Hola? Ya te moriste? Si es así yo me quedo con jacky- Comenzó a decir conejo al no escuchar una respuesta o al menos un insulto de su amigo.

-Jamas en esta ni en otra vida imbécil- Respondió Jack, ni muerto entregaría a su pequeño jacky, recibiendo como respuesta de conejo un "ouwww".

-Como sea, Jack te llamaba para decirte si nos podías pasar a buscar a mi y a Mérida ¿Siiiii?- Dijo lo ultimo con un tono de suplica.

-Bien, dentro de 15 minutos paso por ahí. Mas te vale estar listo o sino te dejare abandonado- corto Jack dándole el ultimo mordisco a lo que le quedaba de sándwich.

Tomo su mochila y se dirigió a su Jacky. No tardo mucho en llegar a la casa de Conejo, ya que vivían en el mismo barrió. Toco la bocina y espero a que sus dos lunáticos amigos salieran de la casa.

-¡Yo voy adelante!- Escucho el grito de Conejo.

-¡Jamás!- Esa fue Mérida.

Jack no entendía nada hasta que la puerta de la casa se abrió de golpe y sus dos amigos vinieran a todo lo que daban hacia su dirección.
Conejo empujo a Mérida haciendo que la joven cayera de golpe hacia atrás.

La Venganza Del Orgullo Rey [Frostcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora