En común.
Había pasado media hora desde que Draco había tomado asiento en el frío cemento de la Sala de los Menesteres. Los alumnos estaban bastantes sumidos en sus prácticas de hechizos, y a él no se le tenía permitido hacer nada.
Bueno, o al menos eso pensaba él; ni siquiera tuvo el coraje o el descaro de preguntar si en verdad no podía participar. Pero prefería mantenerse allí callado, observando, fingiendo que todo eso le aburría como los mil demonios y que en verdad no estaba interesado en lo absoluto, cosa que no era cierta.
Luego de intentar diez posiciones distintas para que su trasero no se acalambre ni su cuello quede duro, se encontró observando con asombro como varios de los presentes lograban ejecutar con éxito los hechizos que Potter les indicaba hacer.
Y estaba pensando en ponerlo en práctica cuando se encontrara solo cuando Wicket se sentó a su lado, dejando caer su cuerpo como peso muerto.
-Vaya día. – Soltó con un suspiro. Draco volteó levemente su rostro para girarlo pero luego volvió la vista al frente, fingiendo no importarle. Trevor sonrió ante su acto infantil. –Oh vamos, no seas inmaduro. – Dijo golpeándolo en el hombro.
-No seas pesado. – Se quejó el otro.
-Tienes una cara de muerte fatal. ¿No quieres unirte a la clase para tener un poco de diversión? – Preguntó animado. Sí claro, como si Draco fuese a caer en su trampa.
-¿Lo tomas como algo divertido? ¿Aprender hechizos? – Preguntó fingiendo decepción. Trevor se encogió de hombros.
-No es algo que no sepa. No tengo que esmerarme mucho en aprender esto. – Murmuró, manteniendo fija su mirada en los ojos grises de su compañero.
-Ah, pero eso no le quita que esto sea por diversión. –Sentenció el otro, firme y seguro de sus palabras. Trevor alzó una de sus pobladas cejas negras, sorprendido ante la actitud del rubio.
-¿Te importa acaso el porqué de esto?
Draco hizo un mohín con sus labios sin ser consciente de su acto y clavó al vista al frente avergonzado, sin observar nada en realidad.
-Contesta. – Pidió Wicket, interesándose en su reacción.
-¿Es que acaso está mal el interesarme en esto? – Preguntó levemente ofendido y deprimido.
-Es raro, teniendo en cuenta que lo hacemos para defendernos...bueno, ya sabes. – Dijo, temeroso de terminar la oración y arruinar el momento. Trevor no se sentía ni con las ganas ni con las fuerzas de discutir.
Draco, al escuchar y notar que el morocho no pudo concluir la frase, sonrió cínicamente, dando por sabido que él sabía la verdad.
-¿Te da miedo decirlo? – Preguntó con sorna.
Trevor apretó sus labios, formando una línea con ellos. Llevó sus rodillas a su pecho y las rodeó con sus brazos, observando el salón calladamente, sumido en sus pensamientos.
Draco suspiró al cabo de unos minutos en los que ninguno emitió palabra alguna. Tal vez era el excelente momento para sacarse aquello que tenía afuera, aquello que dijo en un momento de ira y que lo estaba carcomiendo desde entonces.
-Escucha... - Empezó, no sabiendo muy bien que decir. – Sé que estuve mal, y yo...bueno, yo... - Fue interrumpido por una risa ronca de Trevor, quién lo miraba a través de su flequillo como si de una presa se tratara.
-Estoy tentado en hacer que sigas hablando hasta que pidas disculpas, pero incluso yo tengo un límite. – Le hizo ver, regalándole una sonrisa que Draco no sabía si considerarla dulce o siniestra.
-Yo... ¿incluso no vas a preguntar el cómo lo sé? – Inquirió incrédulo, y sus cejas se fruncieron cuando Trevor alzó y bajó los hombros en un movimiento casi imperceptible.
-No necesito preguntar. – Confesó.
-Ah. – Fue todo lo que tuvo para decir Malfoy.
El silencio volvió a reinar entre ambos mientras observaban a su alrededor fingiendo sumo interés, cuando en realidad otra era la situación.
Trevor ubicó su barbilla entre el hueco que quedaba de su posición fetal y cerró los ojos, fatigado por todos los pensamientos y recuerdos que estaban viniendo a su mente. Fue Draco quien se encargó de sacarlo de su mundo.
-Tienen un gran espíritu para formar este ejército. – Comentó de forma espontanea el rubio, estirando sus piernas y sosteniendo su peso con su brazos extendidos ubicados hacia atrás. – Aún así, lamento informaros que la tienen jodida. Incluso no puedo asegurarles que ganen la batalla.
Trevor lo observó en silencio, y se percató de que el cuerpo de Draco se encontraba en verdad rígido y tenso, y sus ojos poseían un brillo que nunca antes había visto. ¿Acaso eran lágrimas?
-Tal vez no la batalla, pero si la guerra. – Aseguró el morocho con una sonrisa sincera.
-Voldemort tiene un gran ejército también. Tiene muchos fieles a sus espaldas, más ahora que ha vuelto y vuelve a sembrar terror en los traidores. – Aquellas palabras las recitó de memoria, como si fuese una frase que estuviese acostumbrado a oír.
-No tienes por qué preocuparte por nosotros. Sabemos defendernos. ¿Te olvidas, acaso, que hay un asesino entre nosotros? – Preguntó, o más bien, escupió las palabras con frialdad. Draco se sintió menor a su lado.
-Yo... - intentó explicarse, pero Trevor llevaba muchas cosas guardadas en su interior, y le pareció encontrar en Draco a la persona indicada para desahogarse.
-Tú deberías tener una puta y mínima idea de que se siente estar en mi situación.
Malfoy volvió a fruncir el entrecejo y lo miró sin entender.
-¿A qué te refieres?
-No te hagas el idiota. Si sabes que cometí asesinato, ¿te crees que soy tan idiota de no poder atar cabos y conocer la verdad? - Preguntó mordazmente. Draco se quedó callado. - ¡Contesta, joder!
-¿Y te crees que yo no sé tú verdad también, Trevor? – Preguntó siguiéndole el juego. Él no se iba a mostrar inferior y dolido frente a él. Y no únicamente a él, sino frente a nadie.
-Y es por eso que te digo que tú deberías tener una idea de cómo me siento en este puto momento. – Suspiró, exaltado.
-Lo que nunca entendí es porque él todavía no vino a ti. – Comentó Draco más calmado, sintiendo como más de un par de ojos se posaban en ellos por los gritos de segundos atrás.
-¿Y quién dice que nunca vinieron a por mí, ah? - Preguntó luego de estar unos momentos en silencio. - ¿Quién dijo que Voldemort no envió a otros de sus lacayos en busca de mis traidores padres mortífagos, y no pudiendo llegar a ellos, vinieron a por mí? Te equivocas, Draco. No sabes toda la verdad sobre mí.
N/A: ¿Alguna fan de Coldplay por aquí?
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Slythendor. [Dramione. Harry Potter]
FanfictionCuando Slytherin y Gryffindor se unen en el mismo juego, nunca podrá haber dos ganadores. Harto de los problemas que los alumnos de Hogwarts le ocasionaban, Dumbledore decide poner una solución a la situación: unir las Casas para que todos aprendan...