Slythendor. [Dramione. Harry Potter]

Trabajo.

Trabajo.

Ron estaba molesto, Harry enojado, y Trevor celoso. Y Hermione estaba enterada de eso, tanto era así que se atrevió a preguntarles que era lo que les sucedía apoyando fuertemente el libro en la mesa del Gran Comedor.

-¿Y bien? ¿Piensan decirme por qué esas caras largas?

-No nos gusta que te pases todo el día con Malfoy. - soltó Ron rápidamente.

-¿Acaso ahora te cae mejor? ¿Qué sigue? ¿Que lo invites a tu casa? - preguntó con el ceño fruncido Harry.

Hermione los miró sorprendida. Y enojada; muy enojada. Trevor siguió con la mirada clavada en su libro, leyendo sin leer mientras Hermione lo miraba expectante.

-¿No vas a acotar nada? - preguntó de forma furiosa.

Trevor se limitó a encogerse de hombros y a pasar la página de su libro, como si el asunto le importase lo mas mínimo.

-Bien. - Comentó la chica todavía enfurecida. - Que os quede más que claro: Malfoy y yo nunca seremos amigos. Ni siquiera compañeros. Él es un idiota, y me da igual que a ustedes todo lo que esté relacionado con él. Y si pasó mi tiempo con él - agregó rápidamente al ver como Ron iba a protestar- es porque la situación lo requiere, no porque yo lo desee. No se dan una idea cuanto detesto estar con él. - Aquello que decía era verdad en parte. Ella admitía para si sola que le agradaba estar en compañía de Draco cuando éste no era un idiota egocéntrico; y aquello se presentaba en muy pocas ocasiones. De todas maneras, eso era una confesión que nunca iba a hacer.

-Al parecer, a él si le gusta tu compañía, dado que siempre busca una excusa para estar contigo. - Acotó Harry en voz baja.

-¡Eso no es cierto! - replicó la chica.

-Ya ya, dejen en paz a Hermione. - dijo de pronto Trevor, cerrando su libro con total delicadeza. Granger se lo agradeció internamente.

-¿De que lado estas tú? - inquirió el pelirrojo, ahora enojado con el morocho.

Trevor pestañeó incrédulo, y luego se echó a reír.

-¿Lado? ¿Acaso hay un bando? No estoy del lado de nadie...

-¿Lo veis? Aprendan de él.- interrumpió orgullosa la chica, dispuesta a seguir con su lectura. Pero lo que había comentado Trevor no terminaba allí.

-No tengo bando porque claramente no hay uno: ambos buscan excusas para estar juntos. - concluyó.

Hermione lo observó y luego de unos segundos reaccionó lanzándole su libro por la cabeza.

-¡Es un libro pesado! - exclamó sorprendido Trevor.

-Que te jodan. - respondió ella.

Harry y Ron observaron la escena con gracia: su amiga había agarrado el cuaderno del chico y ahora lo perseguía a lo largo de toda la mesa del Gran Comedor, mientras que él reía a carcajadas mientras la escuchaba decir lo que sus oídos mas anhelaban oír:

-¡Que no me llevo bien con Malfoy! ¡Dejen de inventar cosas! ¡Yo lo detesto!

Y los chicos rápidamente se unieron a la risa de Trevor contagiando luego de un rato a Hermione, quién atinó a golpearlos en la cabeza al no poder dar con Trevor.

A todo esto, en una esquina de la ultima y más alejada más, un Draco molesto los observaba receloso.