Capítulo 26
Harry aparcó el coche frente a mi casa.
—Listo, llegamos —dijo.
—¿Me acompañas? —hice cara de perrito y el rio.
—¿Tu madre está?
—Sí —dije distraída al ver a alguien moverse a lo lejos—. Hazza, hay alguien tras ese árbol —señalé.
—No veo a nadie —dijo mirando hacia donde había indicado.
—Deberíamos aparcar en un lado más... Privado.
Harry alzó una ceja y me miró con una sonrisa
—... Por si es un paparazzi, tonto —completé.
Sonrió y puso en marcha el Mercedes.
Le indiqué por donde aparcar. Era la casa de una vieja vecina que por razones desconocidas había abandonado hace un tiempo. Siempre me causaba escalofríos pasar cerca de aquel lugar por alguna extraña razón, lo bueno era que tenía un gran espacio verde en el cual se podría parquear perfectamente un Mercedes que quiera pasar por desapercibido.
—No sé cómo agradecerte, lo que has hecho por mí, en serio...
—¿Otra vez dirás un discurso para que yo te bese? —interrumpió.
—¿Qué? —reí con nervios—. No, sólo no sé cómo pagarte esto, en serio estoy muy agradecida.
—Yo sí sé cómo me lo puedes pagar —dijo haciendo mover sus cejas y me causó gracia.
—No, Styles, no de esa manera —sonreí
—Después encontraré la forma de que me pagues.
Sonreí y busqué mi bolso. El bolso lo había dejado en los asientos traseros. Busqué con calma y luego me empecé a desesperar.
—¿Qué buscas? —dijo Harry.
—Mi bolso. Recuerdo haberlo dejado aquí.
—¿Qué?, ¿estás segura?
—Estoy segura.
Gruñí con rabia y me metí en los asientos de atrás. La mitad de mi cuerpo estaba atrás y la otra en el asiento del copiloto en posición de gato.
—¡Qué trasero! Me gustaría darte unas nalgadas.
Solté una carcajada y le hice cara rara.
—¿Por qué no hiciste esto? —dijo mostrándome como se bajaba del auto y entraba a la parte trasera.
—Pues, ya estoy aquí y me demoré menos que tú —me defendí.
Entró y cerró la puerta. Ambos estábamos en el asiento trasero buscando el pedazo de bolso que no quería aparecer. Había muchos toques. Me agaché a buscar al lado de las piernas de Harry, el pasaba cerca de mis pechos intentando agarrarse de algo, pasaba su cara muy cerca de la mía, ambos teníamos esa sonrisa estúpida pero ninguno decía nada. Quedé de rodillas mirando hacia atrás y él sentado mirando hacia el frente después de nuestro juego... bueno, búsqueda.
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Sólo una fan más
Hayran KurguSus sueños más locos y desenfrenados con sus banda favorita se hicieron realidad el día en que fue a su concierto, pero Daniela nunca creyó que esto fuese posible. Una seria de cosas se van presentando mientras se conocen. Un triángulo amoroso difíc...