Between LOVE & REVENGE

DOBLES INTENCIONES

Disclaimer: Los personajes de Naruto pertenecen al gran Masashi Kishimoto-San, la historia descrita a continuación es producto de mi loca imaginación. Un día me dio por escribirla, y aquí está, "Entre el amor y la venganza".

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DOBLES INTENCIONES

- ¿Qué haces aquí? -Preguntó Tsunade mientras tomaba un sorbo de té.

Sakura se acercó a ella, se sentó en la alfombra y apoyó la cabeza en el regazo de su ex mentora. La rubia comenzó una suave caricia a través de las hebras rosadas de su más querida estudiante, no necesitaba que le respondiera, sabía lo que significaba, nuevamente volvía a atormentarla su pasado, siempre fue igual.

-En este momento me alegro que no te hayas muerto. Solo tú sabes cómo calmar mis demonios. -Tsunade permaneció en silencio y continuó con la caricia. Para Sakura ella siempre fue como una madre, pero aquello no impidió que en algún determinado momento decidiera dañarla, todo porque se sintió acorralada.

-No debí presionarte, en parte también fue mi culpa de que actuaras de esa forma. -La rosada se abrazó con fuerza a ella y dejó escapar las lágrimas que aún no se había permitido soltar. - ¿Por qué el vestido está rasgado Sakura? -La Haruno se removió un tanto nerviosa, le avergonzaba decirle que nuevamente se había dejado llevar por sus instintos. Levantó la vista y se miraron, la más joven la apartó al sentirse expuesta. -Comprendo. -Completó la Senju dejando de lado las preguntas y retomando la caricia que reconfortaba el alma de su pequeña.

Para Tsunade Sakura era como una hija, la que nunca tuvo, pero era la hija de su amado y la mujer que ocupó su lugar, Mebuki. Solo tuvo dos amores en su vida, Dan Katō, su amor de adolescencia y Kizashi Haruno. El primero murió joven y el segundo, por miedo a pasar por lo de Dan lo lanzó a los brazos de su prima, casi hermana, porque sí, era la madrina de Sakura pero también eran familia, parte de su sangre corría por las venas de la mujer de pelo rosa.

Siempre fueron muy unidas, se atrevía a decir que fue más la madre de su pequeña que la propia Mebuki. Su prima vivía viajando durante toda la infancia de Sakura. Incluso fue ella la que la acogió en sus brazos luego de aquel terrible acontecimiento que la distanció aún más de sus padres. Su niña era todo lo que tenía en la vida, y así fuera una asesina, ella la amaba, jamás podría entregarla a las autoridades, solo necesitaba amor, comprensión, todo lo que sus padres no le brindaron en la etapa más importante de su vida, su niñez.

No tenía la culpa de ser como era, se decía constantemente Tsunade. Cuando vivió como Harper siempre fue velando por el bienestar de la joven Haruno, incluso ahora siendo una mujer y la notaba perdida, necesitaba de ella, su tía Harper, para salir de ese estado depresivo. Madara ya no estaba, no sería más mala influencia para ella, porque sí, ella hacía todo para sentirse querida, mientras más personas le tuvieran afecto, mejor se sentiría, por ello no se conformaba con el amor de Itachi, necesitaba ser reconocida, admirada; de una forma extraña que nunca descifró ella había cautivado al Uchiha, eso la ató a él los últimos quince años de su vida.

-Gracias por estar siempre a mi lado. No lo merezco, y aun así tú sigues aquí, ¿Por qué eres tan buena conmigo? -Preguntó sorbiendo por la nariz, cual niña pequeña.

-Porque te quiero Sakura, esa siempre será mi respuesta. Nunca te abandonaré, no mientras viva. -La Haruno asintió, reflexionando las palabras de su querida madrina, en ella siempre hallaría el apoyo y comprensión que nunca nadie le dio. Confiaba en ella, pudo haberla delatado y poner fin a todo, pero soportó pacientemente cada trago amargo.

-Sabes, me gusta Kakashi. -Soltó de golpe, haciendo que la rubia detuviera abruptamente la caricia en la corta melena de la de ojos verdes. - ¿Sucede algo? -Preguntó encarando a la Senju. Ésta cubrió su rostro con las manos, ¿Qué había hecho mal? Pensó la mayor para sus adentros, volvía a caer en eso... pero con Kakashi no sería igual, se exponía a ser descubierta de algún modo. Ella no quería que su niña -Como aún le decía- corriera peligro al estar al completo escrutinio del Hatake, ella lo conocía muy bien, cualquier cosa sacaría de esto.