Between LOVE & REVENGE

ALL FALL DOWN

Disclaimer: Los personajes de Naruto pertenecen al gran Masashi Kishimoto-San, la historia descrita a continuación es producto de mi loca imaginación. Un día me dio por escribirla, y aquí está, "Entre el amor y la venganza".

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Holaaa meus amores, ¿Adivinen quién está de vuelta? Aquí les traigo el último capítulo de esta historia, me tomó un día entero terminarla mientras ordenaba las locas secuencias. Espero no decepcionarlos. Gracias por continuar allí mis fieles lectores.

Disfruten de la lectura.

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ALL FALL DOWN

Se sentía indefensa, tiraba con fuerza de sus manos buscando un modo de deslizarlas entre las esposas de metal, pero todo intento resultaba inútil, ¿Cuándo Kakashi la había descubierto? ¿Cuándo había dejado de ser una testigo para convertirse en la sospechosa principal? Miles de preguntas azotaban la perturbada mente de la mujer.

Llevaba horas en ese sitio, según el reloj eran las nueve de la mañana, pasó la noche entera en vela, según había escuchado ese día le darían de alta, su herida no significaba ningún peligro, pues no había afectado a nada más que la movilidad de su brazo.

Dolía como mil demonios, pero ella estaba acostumbrada al dolor, eso no la iba a doblegar. Solo debía esperar el momento oportuno para escapar. ¿Dónde estaría Tsunade? Era lo que la mujer no paraba de preguntarse, esa traidora sabía lo que tenía que hacer en cuanto la atraparan, tenía todo planeado.

Al parecer todo tenía que hacerlo ella, porque no podía contar con nadie.

A través de las persianas pudo notar lo solitaria que se hallaba su puerta, ¿A dónde habían idos los agentes que custodiaban la entrada a la habitación?

En sus manos tenía el botón que le dieron para que llamara a una enfermera en caso de necesitar ayuda. Sonrió maliciosa, ésta sin duda era una oportunidad que no podía desaprovechar.

Tal como supuso, enseguida una joven enfermera entró a la habitación, trató de hacerse la afligida, dejando correr una que otra lágrima por sus mejillas, se le daba bien llorar.

-Buenos días, ¿En qué puedo ayudarle? -Preguntó la sonriente enfermera-. Vaya, eso no le hará bien a sus articulaciones. -Dijo con el ceño fruncido, mientras inspeccionaba sus manos prisioneras en la camilla-. ¿Ocurre algo por lo que lleve estas esposas?

Sakura negó y continuó llorando.

-Me están acusando de algo que yo no hice, la policía me tiene aquí prisionera por culpa de una psicópata que asesinó a mi amiga. Ella le disparó y yo -comenzó a llorar desconsoladamente-, yo tomé el arma cuando la vi tirada en el suelo. Fue una trampa para incriminarme. -Tomó un respiro entre su teatro--. Me hirieron porque empecé a grita y me trajeron aquí, hoy me llevarán a la cárcel y ella, la asesina, quedará libre. Soy muy pobre y ella muy rica, me va a hundir.

-Cálmese, todo se va a solucionar. La policía va a investigar y usted va a salir bien parada en esta terrible confusión. No se agite, se lastimará la herida.

-No me entiendes, si no salgo de aquí me condenarán y esa mujer logrará su objetivo. Tiene comprada a la policía con su dinero, yo soy inmigrante, nadie me va a creer en un tribunal donde mi palabra no valdrá lo mismo que la de una nativa. Tienes que ayudarme a salir de aquí, ella está abajo, tengo que hacerla confesar.

-Pero, ¿Qué puedo hacer yo? -Preguntó la joven enfermera a quien se le partía el alma ver a una inocente vivir una injusticia, ella mejor que nadie sabía lo que era ser una extranjera en ese país.