Capítulo 9

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El fin de semana lo pase con mi padre y mi hermanita. Fuimos al parque que quería Mack para jugar, luego nuestro padre nos llevo a cenar a un local de comida mexicana. Vamos, un fin de semana familiar. 

Ya era domingo por la noche y mañana tenía que faltar a clase para ir al hospital para otra revisión. Por eso estaba ahora hablando con Phoebe por móvil para avisarla. Respeto a la otra noche, cuando les confesé todo, nadie volvió a mencionarlo. 

— Cassie, ¿sigues ahí?   

— ¿Eh? Sí, sí. Lo siento  —conteste saliendo de mi ensoñación—.  

Phoebe soltó una risa. 

— Oye... hay una cosa que quería comentarte desde el viernes por la noche.

— Dime.

— ¿Qué es lo que hay entre tú y Ryder? 

Me quede literalmente sin habla al escuchar su pregunta. ¿Como que qué hay entre yo y Ryder? Bueno, es cierto que fue el primero en enterarse sobre que tengo leucemia y que prometio mantenerlo en secreto hasta que me sienta preparada para contarlo. También siento que desde esa tarde en el hospital, de alguna forma, nos volvimos más cercanos. No sé como explicarlo pero sé que puedo confiar en él. 

— ¿Cassie? ¿Sigues ahí?

— Sí, perdona. Pero tú pregunta me tomo por sorpresa. Es decir, no entiendo que es lo que quieres decir con esa pregunta. 

La escuche soltar un bufido por el otro lado de la linea. 

— ¿En serio, Cassie? ¿Me ves cara de tonta? El sábado por la noche vi como se interpuso entre tu y Kyle, y también como luego te llevo de ahí. No estoy ciega. 

— Bueno... si, es verdad. Pero eso no quiere decir que hay algo entre nosotros. 

— Cassie, querida, estamos hablando de Ryder. Lo conozco desde que teníamos pañales. El no haría eso simplemente porque si. 

Al notar mi silencio siguió. 

— Además, también me di cuenta que en su casa, cuando estabas contando tú pasado, estabais cogidos de las manos. Y ya sé que como os encontrasteis en el hospital blah blah blah y como el descubrió sobre tu enfermedad blah blah blah y que después de eso os volvisteis más cercanos o lo que sea. Y todo esto solo sirve para afirmar, otra vez, de que entre vosotros hay algo. 

Cuando termino no pude retener la risa que desde hace un rato llevaba reteniendo. 

— ¿Ya terminaste? —conseguí decir entre risas.

— ¡Cassie! —exclamo indignada—. ¡Estoy hablando en serio! 

— Ya, cálmate. Mira, no sé lo que tu cabecita esta imaginando pero entre Ryder y yo no hay y nunca habrá nada. Eso, te lo puedo asegurar. 

— Pfff... si, ya, claro. Porque tú lo digas —podría apostar lo que sea que en este mismo momento esta rodando los ojos—. No porque tú digas que no hay nada signifique que no hay nada. 

— Phoebe, te adoro pero deja de leer tantas historia románticas —se escucharon dos suaves golpes en mi puerta y seguidamente mi padre asomo su cabeza por la puerta—. Te tengo que dejar. Hablamos mañana. 

— Vale, pero que te quede claro que esta conversación no ha terminado aquí. 

Y me colgó. Solté otra risa mientras negaba con la cabeza. Phoebe y su gran imaginación. 

The Last BreathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora