Capítulo 8

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Respire hondo antes de comenzar a hablar. 

  — El chico de la fiesta es mi ex-novio, Kyle. Digamos que no tuvimos un buen final —dije mirando el suelo—.

  — Bueno, eso fue más que obvio por como le gritaste  —comentó Zac riéndose levemente intentando calamar el ambiente—.

  — Kyle fue alguien muy importante para mi. Confiaba en él como en nadie más   —suspire—. Ya sé que mi reacción os sorprendió pero no puedo aguantar estar cerca suyo después de lo que me hizo. 

  — ¿Qué es lo que te hizo exactamente, Cassie? —preguntó esta vez Phoebe—.

De repente me tense. Si les iba a contar mi historia con Kyle lo justo sería contarles sin ocultar otros detalles como mi enfermedad. Miré de reojo a Ryder, él estaba mirando un punto fijo de la pared como si no estuviera del todo presente en el cuarto. Miré a cada uno de mis amigos antes de empezar con mi historia. 

  — Cuando tenía 16 años durante la clase de gimnasia me desmaye. Avisaron a mi padre y él me llevó al hospital para que me hagan unos análisis para ver a qué se debía mi repentino desmayo. Después de un análisis de sangre descubrieron que... que yo tenía...    —sentí como Ryder se tensaba a mi lado, seguramente no se esperaba que también les contara sobre mi enfermedad. Trague nerviosa buscando las fuerzas necesarias para decirles. Sentí como una mano cogía la mía y entrelazaba nuestros dedos mientras que con el pulgar acariciaba mi mano. Miré nuestras manos enlazadas y luego miré a Ryder, él seguía viendo un punto fijo de la pared mientras que su pulgar seguía acariciando mi mano. Ese gesto me tranquilizo y me dio la fuerza necesaria para seguir—. Tengo leucemia. Tras ese análisis descubrieron que tenía leucemia mieloide crónica. En realidad, ya tenía leucemia antes de que me lo diagnosticaran solo que las síntomas aparecieron más tarde. Resulta que para cuando lo detectaron yo ya estaba entrando en la segunda fase de la enfermedad donde es más difícil controlarlo. Así que los médicos nos dijeron que tenemos que tener en mente la posibilidad de que no puedan controlar su avance. 

>Cuando les conté a mis amigos más cercanos sobre mi enfermedad, empezaron a apartarse de mi y después de poco tiempo todo el instituto se enteró sobre lo mio. Todos los días recibía miradas de lastima y escuchaba como las personas cuchicheaban a mi alrededor. Me quede completamente sola. Bueno, tenía a Kyle. Al principio, obviamente le afecto pero aún así permaneció a mi lado y dijo que lo íbamos a afrontar juntos. Pero después de un mes de saber  sobre mi leucemia desapareció. Se fue sin decirme siquiera adiós, solo dejo una misera carta en la que decía que me quería y por eso se alejaba porque no soportaría llegar a perderme. Fue entonces cuando mi mundo se derrumbo, la única persona que pensé que jamás me abandonaría también me abandonó. 

>Después de unos meses a mi padre le transfirieron aquí por el trabajo. Así que lo tomé como una nueva oportunidad de empezar de cero, donde nadie me conoce y nadie sabe sobre mi enfermedad. Hasta que apareció Kyle. Me costó mucho superarle y me da miedo volver revivir el pasado. 

Para cuando termine de contarles toda mi historia sentí como algunas lágrimas resbalaban por mi mejilla. 

De repente sentí unos brazos abrazarme con fuerza. Phoebe lloraba mientras me apretaba cada vez más entre sus brazos. 

 — Debió ser horrible pasar por todo eso  —dijo entre sollozos—. Ahora nos tienes a nosotros y te aseguro que nosotros no te abandonaremos.    

Se aparto un poco de mi, lo justo como para poder mirarme a la cara y me sonrió aún con lágrimas en los ojos. Sentí mis labios temblar. La abrace fuertemente y empece a sollozar con mi cara escondida en su hombro. Ya no podía controlar las lagrimas que salían de mis ojos. Estaba asustada. Asustada de que si les contaba me iban a abandonar también. Pero me equivoque. 

Segundos después sentí varios brazos más unirse a nuestro abrazo.

***

Ryder paró el coche delante de mi casa dejando el interior del vehículo en silencio. 

Después de que les conté todo a mis amigos les pedí perdón por no contarles antes y, por suerte, han sido comprensivos conmigo y no se enfadaron. Luego cada uno se marcho a su casa. Ryder se ofreció a acompañarme a casa ya que era tarde. 

 — Gracias por lo de hoy —Ryder me miró y negó con la cabeza.

—  No hice nada como para que me agradezcas. 

— ¡Claro que si! Si no hubiera sido por ti no sé si hubiera tenido el coraje para contarles hoy. 

Ryder se mantuvo en silencio así que proseguí. 

— No nos conocemos desde hace mucho y aún así mantuviste en secreto lo de mi enfermedad cuando estabas en todo tu derecho de contarles porque les conoces desde mucho más tiempo que a mi. Pero no lo hiciste. También me defendiste ante Gina. Y esta noche también con el tema de Kyle. No sé si tienes algún motivo o simplemente por pena pero te estoy agradecida. 

Mire a Ryder esperando que diga algo pero el mantenía la mirada fija en el volante. Como no tenía nada más que decir me despedí de él y salí del coche dirigiéndome hacia la entrada de mi casa. Escuche el coche arrancar mientras me disponía abrir la puerta, cuando le escuche llamarme. Me gire para verlo. 

— No fue por pena. 

Con esto último dicho se fue dejándome anonada.   






The Last BreathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora