Capítulo 12

21 4 0
                                    

— Quiero hablar contigo. Explicarte...

— No hay nada que explicar —le interrumpí—. Te fuiste. 

— ¡Tenía mis razones! 

Iba a replicarle cuando me fije que había alumnos mirando nuestra discusión.

— Vayamos a un lugar más privado que estamos montando un espectáculo. 

Dicho eso me gire hacia la salida del instituto sin girarme para ver si me estaba siguiendo o no. Me dirigí a un parque cercano y ya ahí me di la vuelta para enfrentar a Kyle. 

— Escucha —empece— no quiero saber más de ti. No me importan tus excusas ni explicaciones. Ya formas del pasado y quiero que así se quede.    

— Cass...

— ¡No me llames así! ¡No tienes derecho!

— Mira, sé que no estuvo bien lo que hice. Pero entiéndeme, estaba asustado. Solo pensar en la idea de perderte me volvía loco.

— Eso no justifica tú egoísmo y cobardía. Si tanto sufrías a mi lado habérmelo dicho en la cara, no en una misera carta. 

— ¡Pero me arrepentí! Cassandra, no te imaginas cuanto lamento haberte dejado. Si podría volver al pasado...

— Pero no puedes. Nada va a cambiar el echo de que te fuiste, de que me abandonaste cuando más te necesitaba —mi voz se escuchaba entrecortada por el sollozo que estaba intentando retener. No iba a llorar delante de él—.

— Déjame arreglarlo. Déjame reparar el daño que te hice en el pasado. Esta vez no huiré, quiero permaneces a tu lado.

— Ya es muy tarde para eso. 

— Cassandra, por favor—suplico—. Dame una segunda oportunidad. Yo te sigo queriendo. Nunca deje de hacerlo. 

— Pero el problema Kyle es que yo ya no te quiero. Mataste todo el amor que sentía por ti el día que te marchaste. 

Kyle me miraba con los ojos llorosos. Suplicándome con la mirada para que le perdonase, para que le de una segunda oportunidad. Pero ya era muy tarde.   

— Por favor, no me vuelvas a buscar. 

— Cassandra...

— Adiós, Kyle. 

Le mire una vez más y me marche con las lagrimas deslizándose por mi mejilla sin parar. Camine hasta alejarme lo suficiente del parque donde deje a Kyle. Me apoye en la pared de un edificio y me deslice hasta sentarme en el suelo. Abrace mis piernas con las manos y escondí mi cabeza en mis rodillas. Y llore. Llore por Kyle, llore por mi, por nosotros. A pesar de que ya no le quería como antes, me seguía doliendo. 

No se cuanto tiempo estuve allí pero en un momento dado comenzó a llover. Mire el cielo nublado sintiendo como las gotas de la lluvia caían en mi cara mezclándose con mis lágrimas. 

Me levante y comencé a caminar hacia mi casa. Para cuando llegué estaba toda empapada por la lluvia. Me metí al cuarto de baño para darme una ducha caliente. 

El resto del día lo pase metida en mi cama hasta que llego la noche y me quede dormida.

***

Al día siguiente cuando fui a clase mis amigos me bombardearon de preguntas sobre lo pasado ayer con Kyle. Phoebe y Molly les contaron, y se preocuparon. Les calme contando lo que paso.

— Pues espero y no vuelva a aparecer porque sino me encargare yo misma de que desaparezca de faz de la tierra —dijo Phoebe soltando un leve gruñido.

La mire con horror. No había visto la faceta asesina de Phoebe. Hasta ahora me pareció una persona alegre y amable. 

Al percatarse de mi mirada se rió. 

— Es broma, Cassie. No te vayas a asustar.

Me reí junto a los demás. 

— Bueno. Sino se encarga de él Phoebe, me encargare yo de él —dijo Zac intentando poner cara de malvado pero lo único consiguió es que nos riéramos de su intento fallido de parecer malo. 

— No hay que matar a nadie —dije riendo—. Además, no creo que vuelva a buscarme. Le deje bien claro que entre él y yo nunca más iba a haber algo. Que ahora forma parte de mi pasado. 

— Bien hecho, chica —dijo Phoebe con una gran sonrisa orgullosa en su cara mientras me palmeaba la espalda. 

***

Cuando terminaron las clases me dirigí al colegio de mi hermana. Como antes le prometí ir a buscarla más veces le dije hoy por la mañana a mi padre que hoy iré a buscarla hoy. 

Cuando mi hermana me vio salto de la alegría. 

— ¡Cassie! —grito lanzándose en mis brazos para abrazarme.

— Hola, enana. ¿Quieres ir al comer un helado antes de ir a casa? 

Mack asintió con efusión. 

Después de comprar un helado para ambas nos marchamos a casa. 


  

The Last BreathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora